Fondo de
emergencias

En Save the Children creamos el Fondo de Emergencias en 2021 para canalizar de manera rápida y eficiente fondos flexibles a respuestas humanitarias y a iniciativas de acción anticipatoria, y así disminuir el impacto de las crisis humanitarias. Antes teníamos otros mecanismos de movilización de fondos, pero estaban enfocados solo a problemáticas concretas: nutrición, pobreza, educación, etc. Unificar todo en un único fondo nos ha permitido mejorar nuestra respuesta humanitaria frente a cualquier tipo de emergencia dando una asistencia integral y cubriendo lo más necesario en cada crisis de forma muy rápida. Se ha convertido en el único fondo humanitario flexible de Save the Children.

Durante los últimos meses las noticias que llegan desde diferentes partes del mundo son devastadoras. Por ejemplo, en 2023 vivimos un devastador terremoto en Siria y Turquía o la escalada de violencia en Israel y el Territorio Palestino Ocupado, ambas situaciones que ponen en grave peligro a la infancia. Contar con un Fondo de Emergencias con el que actuar inmediatamente en crisis como estas nos permite responder de la forma más rápida y efectiva.

¿Por qué es tan importante el Fondo de Emergencias?

Dado que las crisis y los desastres globales se vuelven cada vez más volátiles y complejos, la financiación flexible de nuestro Fondo de Emergencias nos permite responder a las necesidades más críticas de los niños y las niñas, activar rápidamente a las organizaciones socias y a las comunidades locales, y poner en marcha intervenciones que salvan vidas.

¿Qué hacemos con los fondos para emergencias?

Cuando se produce una emergencia, lo más importante es garantizar la protección y seguridad de los niños y niñas afectados. A través de nuestros programas de reunificación familiar, trabajamos para que los niños que se han visto separados de sus padres vuelvan a su lado lo antes posible. Desde un primer momento comenzamos a establecer espacios seguros donde los niños y niñas pueden jugar con otros niños y donde reciben atención psicológica. Está demostrado que esto ayuda a minimizar traumas y otros efectos a largo plazo. Paralelamente, nuestro trabajo se centra en asegurar que los niños recuperan lo antes posible el acceso a derechos básicos como la educación, la atención sanitaria, el agua y la higiene. Tratamos de aprender juntos de la experiencia y, junto con las comunidades, ayudamos a generar capacidades locales para la preparación en desastres.

Caso 1: Actuación en la República Democrática del Congo

La precaria situación humanitaria en la República Democrática del Congo es el resultado de una combinación de décadas de conflictos, hambre y pobreza generalizadas, brotes de enfermedades y desastres relacionados con el clima. Al menos 26,4 millones de personas en el país necesitan ayuda, incluidos 14,2 millones de niños y niñas. La República Democrática del Congo tiene el mayor número de violaciones graves contra menores en conflictos armados a nivel mundial.

En junio de 2023, decidimos intensificar las operaciones humanitarias en el este de la República Democrática del Congo en respuesta al rápido deterioro de la situación en las provincias de Ituri, Kivu del Norte y Kivu del Sur, marcadas por el agravamiento del conflicto. En Kivu del Sur, las lluvias torrenciales que cayeron sobre el territorio de Kalehe provocaron inundaciones y deslizamientos de tierra que afectaron directamente a más de 7.000 hogares.
Con las vidas de millones de niños y niñas en juego movilizamos 1,4 millones de dólares para intensificar nuestra respuesta, impulsar la recaudación de fondos a largo plazo, e involucrar expertos y formar personal.

Esta financiación hizo posible una respuesta de emergencia centrada en la educación, la salud y la nutrición, y la compra de reservas de medicamentos y suministros esenciales para la salud. 
La financiación del Fondo de Emergencias también permitió responder a múltiples crisis en todo el este de la República Democrática del Congo. En Kalehe, montamos espacios temporales de aprendizaje, distribuimos comida para niños y niñas y suministros domésticos para las familias afectadas por las inundaciones.

La financiación flexible permite a los equipos en los países afectados por una crisis, adaptar su respuesta a medida que cambia la situación, ampliando áreas de operación, complementando intervenciones existentes o reorientando recursos hacia emergencias relacionadas.

Al mismo tiempo, los fondos flexibles pueden ayudar a responder a una emergencia desde una etapa temprana, permitiendo así atraer fuentes de financiación más sostenibles. Los siguientes ejemplos destacan cómo algunos países han utilizado los recursos del fondo de emergencias en el tercer trimestre de 2023.

Aquí un extracto de unas declaraciones de nuestro director general, Andrés Conde, que explica la importancia del Fondo de Emergencias en pocos segundos:

Caso 2: Respuesta al ciclón Mocha en Myanmar

El ciclón Mocha arrasó Myanmar en mayo de 2023 y causó muchos daños en las zonas afectadas. El estado de Rakhine ha sido la zona más afectada, con el 85% de los refugios y campos para personas desplazadas, destruidos. Las instalaciones de salud, los sistemas de agua potable y la infraestructura de saneamiento también sufrieron daños, lo que agravó aún más los desafíos que enfrentaron las comunidades afectadas.

En respuesta a esta grave emergencia, SC Myanmar implementó intervenciones para salvar vidas en áreas vulnerables de Rakhine, centrándose en la nutrición y la salud, la asistencia de alojamiento temporal y la distribución de kits de higiene.

Los fondos flexibles se utilizaron para renovar al menos 40 centros de nutrición dañados por el ciclón y brindar atención médica a las familias que viven en el municipio de Pauk Taw en Rakhine. El Fondo de Emergencias ayudó a la población local a obtener kits de alimentos y 500 kits de refugio, beneficiando al menos a 2.500 personas.

Los fondos flexibles ayudaron a actuar rápidamente y hacer que el equipo pudiera implementar su respuesta después del ciclón.