Viajamos a Líbano para atender a
la infancia refugiada

  

31/01/2020

Hemos viajado a Líbano para recorrer durante días los campos de refugiados del país y dar a conocer las malas condiciones de vida de la infancia refugiada. Con la llegada del invierno la vida en los campos se vuelve muy dura por la falta de bienes de primera necesidad. Líbano acoge a cerca de 1,5 millones de personas refugiadas y la mayoría son niños y niñas que han tenido que huir de la guerra y del hambre.

Hemos visitado las instalaciones que acogen nuestros proyectos en Bekaa, la región donde se concentra un mayor número de refugiados, y los campos que acogen a familias de Palestina. En Bekaa, hemos sido testigos de la dureza del invierno: casas inundadas por las lluvias, paredes y techos de tela y lona por los que se filtra el agua y el frío, y niños y niñas sin calzado mínimo o ropa de abrigo.

EL FRIO DEL INVIERNO PUEDE SER MORTAL

En los campamentos de refugiados los inviernos son duros y las inadecuadas condiciones de alojamiento pueden ser mortales. Cuando las personas refugiadas, desplazadas y migrantes duermen al aire libre o en lugares fríos se exponen a la hipotermia, la congelación y a otras condiciones adversas para su salud. En condiciones extremadamente frías, los niños y las niñas pequeños corren un mayor riesgo de hipotermia porque no pueden regular su temperatura corporal al igual que las personas adultas.

La situación de los refugiados sirios es cada vez más grave tras más de nueve años de guerra continuada y con una reciente escalada de violencia. Solo en Idlib, en el noroeste de Siria, un niño o niña ha muerto cada día desde que el pasado mes de diciembre se intensificase la violencia.

NUESTRO TRABAJO PARA AYUDARLES

Desde Save the Children trabajamos en los campamentos de refugiados donde se encuentra la infancia más desfavorecida a través de programas de educación y atención psicológica en espacios seguros para la infancia, y programas de asistencia en emergencias para asegurar la protección de los niños y niñas en todo momento.

Al mismo tiempo, distribuimos mantas, colchonetas, lonas de plástico y kits de higiene para garantizar que la infancia más desfavorecida pase el invierno en condiciones dignas, y kits de educación (con libros, lápices y estuches) para que los niños y las niñas puedan seguir recibiendo una educación de calidad.