Con tu apoyo
Ayudamos a la infancia de Sudán
El hambre se come la infancia. Llevamos unos meses alertando sobre la grave situación a nivel global y los datos reflejan esta situación extremadamente grave. Alrededor de seis millones de niños y niñas se han visto abocados al hambre en los 10 principales países que enfrentaron un empeoramiento de las crisis alimentarias este año, hecho que representa un aumento del 32% en comparación con 2022.
Desde enero de 2023, 5,8 millones de niños y niñas –alrededor de 16.000 por día– han entrado este año en niveles crónicos de hambre en Sudán, Somalia, Burundi, Yibuti, Gambia, Haití, Líbano, Liberia, Senegal y Malawi, según los datos del Integrated Food Security Classification. Esto significa que, en conjunto, 24 millones de niños y niñas pasan hambre en esos países.
La grave condición de Sudán
Sudán experimentó el deterioro más significativo: dos de cada cinco niños o niñas del país no saben de dónde vendrá su próxima comida.
La situación en Sudán está fuera de control tras el estallido de violencia de abril, que empujó a cuatro millones de niños y niñas a niveles críticos de hambre este año, lo que supone un asombroso aumento del 74% con respecto a 2022. El número de niños y niñas que se encuentran al borde del hambre en Sudán se ha duplicado a 2,9 millones desde 1,4 millones el año pasado.
Tras meses de violento conflicto en Sudán, el sector sanitario está al borde del colapso. Los trabajadores, los suministros y las instalaciones de salud siguen siendo un blanco de ataques. Cuando los centros de salud permanecen abiertos, la falta de suministros médicos, incluidas bolsas de sangre y oxígeno, agua, combustible y personal, está perturbando gravemente los servicios ofrecidos.
La ayuda médica a la población afectada por la guerra
El colapsado sistema de salud no sólo está privando a las personas de atención médica de emergencia, sino que también está perturbando su acceso a servicios rutinarios esenciales, incluidas vacunas que salvan vidas para niños y niñas menores de cinco años y la atención médica a madres embarazadas.
Con tu ayuda actualmente apoyamos a 85 centros de salud en todo Sudán y hemos desplegado nuestra Unidad de Salud de Emergencia para trabajar junto con los trabajadores de salud locales en el estado de Nilo Blanco y el estado de Al Gezira para brindar servicios de salud esenciales a las comunidades y a las personas desplazadas. Los servicios prestados por las clínicas móviles incluyen tratamiento de enfermedades, vacunas, atención de salud maternoinfantil y tratamiento de casos de desnutrición.
El testimonio de Hamid y de su madre Shaima
Hamid, de 12 años, es de Jartum en Sudán y tiene ocho hermanos y hermanas. Antes de que un conflicto violento obligara a Hamid y su familia a huir de su casa, solía jugar con sus amigos. Estudiaba y disfrutaba aprendiendo árabe y jugando fútbol y voleibol en la escuela.
Hamid dice que la vida en el lugar donde viven ahora con otras familias desplazadas es dura. Es un desafío encontrar trabajo y su madre trabaja desde el amanecer hasta el anochecer para intentar mantener a su familia. Hamid también ha luchado por afrontar la pérdida de amigos y familiares en el conflicto y ha sufrido problemas de salud mental.
Hamid ha recibido apoyo psicosocial continuo de un psicoterapeuta en una clínica móvil de Save the Children que le ha ayudado a empezar a procesar lo que ha presenciado y cómo ha cambiado su vida. Hamid y su familia también acuden a la clínica para recibir tratamiento por otros problemas de salud.
¡Muchas gracias por ayudar a niños y niñas como Hamid en su recuperación!