Afganistán
entre el terremoto y los regresos forzosos
El terremoto que golpeó Afganistán el pasado octubre deja consecuencias dramáticas para la población civil del país y se suman a una situación ya muy grave. Casi 8 millones de niños y niñas en Afganistán –o uno de cada tres– enfrentan niveles críticos de hambre a medida que las condiciones cada vez más frías amenazan a comunidades que ya están en riesgo por sequías, terremotos y dificultades económicas. Se estima que 15,8 millones de personas (más de un tercio de la población del país) experimentarán inseguridad alimentaria aguda antes de marzo de 2024.
Afganistán también tiene que hacer frente a un número cada vez mayor de afganos que vuelven desde Pakistán e Irán. Al menos 460.000 personas han regresado a Afganistán desde septiembre después de que Pakistán dijera a los extranjeros indocumentados que se fueran, y 345.000 más regresaron de Irán, según las autoridades de facto en Afganistán.
El retorno de Sharifa
Sharifa regresó de Pakistán hace seis días y vive en una pequeña tienda de campaña en Afganistán con ocho miembros de su familia.
Su padre, Mahmood, emigró a Pakistán con su familia hace 45 años cuando era un niño debido a la inseguridad y la guerra en Afganistán. Sharifa y sus otros cinco hermanos nacieron y crecieron en Pakistán.
Sharifa (al centro) regresó de Pakistán hace seis días y vive en una pequeña tienda de campaña.
Bordaba y cosía ropa en Pakistán y mantenía económicamente a su familia. Sus hermanos tenían una tienda allí. De esta manera cubrieron los gastos de su familia. Los hermanos menores de Sharifa, Farzana y Rashid, estaban estudiando en Pakistán cuando tuvieron que dejar la escuela y regresar a Afganistán, donde no tienen un lugar donde vivir ni adónde ir.
Ahora están esperando el registro en Afganistán, pero una vez que hayan tramitado sus documentos, no saben adónde irán ni cómo se ganarán la vida.
La multitud en el lado afgano aumenta cada día, con miles de personas que regresan de Pakistán. No es un lugar adecuado para niños, niñas y mujeres. Hace frío por la noche y no tienen ropa abrigada. También hay pocos baños y no hay suficiente agua potable. Sharifa y su familia viven en un estado de incertidumbre sobre su futuro. Piden que las organizaciones humanitarias proporcionen al menos un alojamiento adecuado a las personas que vuelven a Afganistán.
Nuestra ayuda a las personas que regresan a Afganistán
Desplegamos cuatro equipos móviles de salud y nutrición en el punto fronterizo de Torkham con médicos y enfermeras especializadas en nutrición y una ambulancia para garantizar que las personas tuvieran acceso a servicios sanitarios esenciales. Ofrecemos a las familias consejeros de salud mental y apoyo psicosocial. Además, nuestros servicios de búsqueda y reunificación familiar comenzarán pronto a brindar el apoyo que tanto necesitan los repatriados que puedan estar experimentando traumas u otros desafíos psicológicos debido a su desplazamiento.
También construimos diez letrinas separadas por género con fosas sépticas y espacios para beber y lavarse las manos. Desde Save the Children estamos suministrando 20 camiones cisterna de agua con una capacidad de 1.000 litros, proporcionando 40.000 litros de agua potable al día a los repatriados que cruzan Torkham. Las familias enfrentan los desafíos del reasentamiento y las duras condiciones invernales. En Torkham se ha construido un refugio o zona de espera para mujeres, que incluye un servicio de asistencia, un parque infantil y tres espacios adaptados a la infancia. Además, planeamos brindar asistencia en efectivo multipropósito a para ayudar a las personas que vuelvan con sus necesidades básicas más urgentes mientras enfrentan el próximo invierno.
Nuestro trabajo en Afganistán
Save the Children ha estado apoyando a las comunidades y protegiendo los derechos de los niños y las niñas en todo Afganistán desde 1976, incluso durante períodos de conflicto y desastres naturales. Tenemos programas en nueve provincias y trabajamos con organizaciones socias en otras siete provincias.
Desde agosto de 2021, hemos estado ampliando nuestra respuesta para apoyar al creciente número de niños y niñas necesitados. Brindamos ayuda de emergencia (como en el caso del terremoto), salud, nutrición, educación, protección infantil, alojamiento, agua, saneamiento e higiene, y apoyo a los medios de vida.