Siria: un precio demasiado alto
El impacto de tres años de conflicto en la salud de los niños y las niñas
El sistema de salud de Siria, completamente destruido, está forzando a los trabajadores sanitarios a emplear prácticas brutales. Además, una serie de epidemias han dejado a millones de niños y niñas expuestos a multitud de enfermedades mortales. En el informe Un precio demasiado alto arrojamos luz sobre un sistema de salud destrozado y sus consecuencias: los niños y niñas no solo mueren por culpa de la violencia, sino a causa de enfermedades que previamente podrían haber sido prevenidas o tratadas.
Hay bebés recién nacidos que mueren en las incubadoras por cortes de electricidad.”
La magnitud de la caída del sistema de salud sirio tiene manifestaciones terribles. Hay niños y niñas con miembros amputados porque las clínicas no disponen del equipo necesario para tratarlos; bebés recién nacidos que mueren en las incubadoras por cortes de electricidad. Hay pacientes que, ante la falta de anestesia, optan por que se les golpee con una barra de metal.
De crisis humanitaria a crisis de salud
Los niños y niñas en Siria se encuentran en condiciones inhumanas. El solo hecho de encontrar un médico es una cuestión de suerte; encontrar a uno con el equipo y la medicación necesaria para dar tratamiento adecuado se ha convertido en algo casi imposible. Las desesperadas medidas a las que el personal médico está recurriendo para mantener con vida a los niños y niñas son cada vez más extremas.
Todos los días nos encontramos con niños y niñas heridos que sufren quemaduras y fracturas muy graves. Necesitan operaciones complicadas, pero en este pequeño hospital no tenemos capacidad para llevarlas a cabo. A veces tenemos que amputarles un miembro para intentar salvarles la vida, porque, si no, morirían desangrados".
Médico trabajando en Siria.
Entre las tendencias más preocupantes está la reaparición de enfermedades que desfiguran y que son mortales, como la poliomielitis y el sarampión, que pueden desfigurar y paralizar de forma permanente, e incluso matar. Es probable que hasta 80.000 niños y niñas se hayan infectado de la forma más agresiva de poliomielitis y que estén propagando la enfermedad.
Una situación que se puede prevenir
La mayor parte de las enfermedades que hoy afectan a los niños y niñas en Siria son tratables y la mayoría prevenibles en un sistema de salud que funcione. Tales enfermedades, incluyendo el sarampión, la diarrea y enfermedades respiratorias, están entre las que mayor mortalidad causan entre niños menores de 5 años a nivel mundial. Un indicador de que el sistema de salud sirio se ha hundido es que durante 2010 se detectaron 26 casos de sarampión en todo el país. Durante la primera semana de 2014, se registraron 84 casos en el norte de Siria solo entre niños menores de cinco años.
Doscientos mil sirios han muerto por enfermedades crónicas que tienen tratamiento, como el cáncer, el asma y la diabetes: el doble del número de muertes causadas por la violencia. Probablemente muchos miles eran niños y niñas. Enfermedades que hasta ahora eran cotidianas son mortales debido a la falta de medicamentos o de acceso a una atención médica regular.
La comunidad internacional está fallando a los niños y niñas sirios cada vez que sufren lesiones o resultan heridos y no pueden acceder a un tratamiento, cada vez que contraen la poliomielitis y otras enfermedades prevenibles que les desfiguran y les matan, y cada vez que sufren y mueren por no poder conseguir el medicamento necesario. Los líderes mundiales tienen que alzarse en defensa de las víctimas más pequeñas de este conflicto y enviar un claro mensaje: su sufrimiento y sus muertes no se tolerarán más.
Desde Save the Children exigimos una resolución unánime del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para que se implemente de inmediato el acceso humanitario y para que los niños y sus familias tengan acceso a vacunas, alimento, agua, medicamentos y otras formas de ayuda que pueden salvar vidas donde sea que se necesiten.
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Descarga en PDF el resumen ejecutivos del informe Un precio demasiado alto