Seis meses de respuesta al terremoto de Chile
Hemos proporcionado ayuda de forma directa a más de 22.000 personas, de las que 11.842 son niños y niñas
Aquel día, Francisca -de 10 años- y su familia tuvieron suerte. Como a miles de familias en Chile, el seísmo las sorprendió mientras dormían. “Mi mamá me estaba gritando y me levanté. Mamá me estaba esperando pero se cayó un muro. Después se paró en la orilla de la puerta cuando cayó otro muro y mi mamá me cubre y le cae a ella” (…) “Luego nos fuimos hacia el fondo porque cayó una puerta, nos fuimos para atrás y ahí nos quedamos hasta que nos fueron a buscar”, cuenta Francisca. Aquel día, Francisca y su familia tuvieron suerte, salvaron su vida pero perdieron su hogar.
El pasado mes de febrero, Chile sufría un seísmo de magnitud 8.8 que provocó un tsunami que acababa con la vida de más de 500 personas y afectaba a casi dos millones, de los cuales 1.200.000 son niños y niñas. Según recogemos en el informe Chile, seis meses después, nuestros equipos movilizaron inmediatamente a expertos en emergencias y durante los últimos seis meses han proporcionado ayuda de forma directa a más de 22.000 personas, de las que 11.842 son niños y niñas.
El terremoto ha supuesto muchos cambios en la vida de Francisca. Siente que ha perdido cosas tan valiosas como los lugares donde solía jugar y que ahora ya no están. En los días que siguieron al desastre, logró recuperar dos fotografías. “Debo ver todos los días esas fotos, porque se me ha olvidado cómo era antes y las cosas que hacía, cómo era mi casa. Cada vez que hago algo, pasa un ratito y se me olvida. Las fotos me ayudan a hacer memoria. No quiero, pero se me olvidan cosas y eso me ocurre desde que pasó el terremoto y mi casa se cayó. Cuando mi papá se va a trabajar le doy muchos abrazos porque no quiero que se me olvide eso también”.
Francisca juega ahora con otros niños y niñas en uno de nuestros espacios seguros y poco a poco retoma las actividades que solía hacer antes del terremoto.”
Los síntomas psicológicos tras el terremoto
Según cifras de la Agencia de Naciones Unidas para la Infancia, el 90% de los niños y niñas de Chile presentaron síntomas de sufrimiento psicológico tras el terremoto. En los últimos seis meses hemos establecido 21 espacios seguros para que los niños y niñas puedan jugar en un entorno seguro, relacionarse con otros niños e iniciar el proceso de recuperación mientras que sus padres pueden ocuparse de cubrir las necesidades básicas de la familia. Más de 1.800 niños y niñas se han beneficiado de las actividades de estos espacios.
En una emergencia los niños y niñas son los más vulnerables, están asustados, en muchos casos se ven obligados a abandonar sus casas, han perdido a algún miembro de su familia o sus amigos.”
Para acelerar su proceso de recuperación es fundamental que los niños y niñas retomen sus estudios y recuperen sus rutinas cuanto antes. Hemos proporcionado formación a 334 maestros de 10 escuelas y 37 centros de las zonas rurales y urbanas de Chanco, Pelluhue y Cauquenes sobre el manejo de estrés en niños y niñas.
La importancia del acceso al agua limpia
El terremoto y posterior tsunami también tuvieron un gran impacto en el acceso de la población al agua potable e instalaciones de saneamiento. En la provincia de Cauquenes, somos una de las organizaciones que lidera las intervenciones en materia de acceso al agua, saneamiento e higiene. Hemos distribuido bidones familiares para el almacenamiento de agua así como artículos de higiene entre las familias afectadas por el terremoto. Además, recientemente hemos iniciado una campaña de radio con mensajes sobre hábitos de higiene destinada a los niños de la provincia, con el fin de prevenir enfermedades. Actualmente estamos construyendo ocho torres de agua que proporcionarán agua potable a más de 3.000 personas.
Descarga en PDF el informe Chile, seis meses después
Descarga en PDF el informe en inglés Chile, six months after the earthquake