Luchando por respirar
Un llamamiento para atajar la neumonía infantil
En el tiempo que le lleve leer este párrafo, dos menores perderán la vida a causa de una enfermedad mortal que se puede prevenir y tratar fácilmente. Esta enfermedad aprovecha la vulnerabilidad de sus víctimas. Florece en condiciones de pobreza, desigualdad social y atención sanitaria limitada. Ninguna otra enfermedad se cobra la vida de más niños y niñas. Sin embargo, se trata de un asesino que opera en la sombra, descuidado por los gobiernos y pasado por alto por la comunidad internacional. El asesino en cuestión es la neumonía.
En 2015, gobiernos de todo el mundo se reunieron para realizar una promesa solemne. Acordaron, en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, trabajar por un mundo donde ningún niño o niña sufra una muerte por causas evitables en el año 2030. Cumplir este compromiso exigirá que se preste una atención minuciosa a los niños y niñas más desfavorecidos: los nacidos en la pobreza, los que viven en los lugares de más difícil acceso y los que sufren discriminación por su género, etnia, color de piel u otra característica.
Una de las principales causas de muerte infantil por enfermedades infecciosas es la neumonía. La enfermedad de la pobreza ya que las muertes se concentran en los países más pobres del mundo. En esos países, son los niños más pobres y desfavorecidos los que se enfrentan a mayores riesgos.
En el informe "Luchando por respirar" hemos intentado reflejar la situación de una enfermedad que mata a más niños menores de cinco años que cualquier otra enfermedad. La neumonía es responsable de la muerte de dos niños en este grupo de edad por minuto, más que la malaria, la diarrea y el sarampión combinados. También muestracómo unas políticas nacionales contundentes respaldadas por la cooperación internacional podrían salvar 5,3 millones de vidas hasta el año 2030. Cada año casi un millón de niños mueren de neumonía en todo el mundo, pese a ser una enfermedad que puede tratarse con antibióticos de precios tan bajos como 34 céntimos de euro.
La neumonía en cifras
En 1901, William Osler, uno de los fundadores de la medicina moderna, dijo que la neumonía era como “el capitán de los hombres de la muerte”. Estaba escribiendo sobre los Estados Unidos, donde la enfermedad era una de las principales causas de muerte entre los más pequeños y una fuente de temor para sus padres. La neumonía sigue siendo un “capitán de los hombres de la muerte”. Ninguna enfermedad infecciosa se cobra la vida de más niños y niñas. En la actualidad, casi todas las víctimas se encuentran en países de ingresos bajos y medios. La gran mayoría son pobres.
Las principales estadísticas sobre la neumonía apuntan a una epidemia mundial. La enfermedad se cobró la vida de 920.000 personas jóvenes en 2015. Eso representa dos muertes por minuto por día, más que la diarrea, el paludismo y el sarampión juntos. La mayoría de las muertes se producen en Asia meridional y en el África subsahariana. Más del 80% corresponde a menores de dos años, muchos de ellos durante las primeras semanas de vida.
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menores de cinco años mueren de neumonía cada minuto
735.000
el número proyectado de muertes en 2030 según las tendencias actuales5,3 millones
de vidas podrían salvarse hasta 20300,34€
es el coste del tratamoento antibiótico efectivo para la neumonía170
millones de niños no vacunados contra la neumontía99%
es el porcentaje de muertes infantiles derivadas de la neumonía en países en vías de desarrollo1 millón
de vidas podrán salvarse en los próximos cinco años gracias a la prevención y el tratamiento de la neumonía4 de cada
es la proporción de muertes por neumonía en menores de dos años45%
de mayor riesgo de muerte para las niñas del sur de Asia con neumonía, en comparación con los niños250 millones
de demanda prevista de vacunas de los países elegibles para ayuda Gavi en 2026
Lo que las estadísticas no pueden captar es el sufrimiento y la angustia subyacentes. Esta es una enfermedad que hace que los niños y niñas más vulnerables tengan que luchar por cada bocanada de aire, mientras sus padres tienen que convivir con la ansiedad y, con demasiada frecuencia, con la angustia, el dolor y el trauma que acarrea la pérdida.
Salvar un millón de vidas en los próximos cinco años
Más del 80% de las víctimas son niños menores de dos años, muchos de ellos con sistemas inmunológicos ya debilitados por sufrir desnutrición o una lactancia insuficiente, por lo que no pueden combatir la infección.
Hakaroom es una niña de Sudán del Sur y con tan solo un año de vida sufrió neumonía. Cuando su madre la llevó a la clínica de Save the Children estaba tan enferma que los médicos le dijeron que, de no haber recibido tratamiento, la niña hubiese muerto en las próximas 24 horas. Unos días más tarde, Hakaroom se recuperó por completo gracias a los antibióticos y pudo regresar con su familia.
Un suministro de antibiótico de Amoxicilina, que tiene un coste de tan solo 34 céntimos de euro, menos de lo que cuesta una bolsa de dulces en un supermercado occidental, puede salvar a un niño que sufre neumonía en un periodo de tres a cinco días. Sin embargo, este antibiótico no está disponible en muchos centros de salud de los países más afectados por esta enfermedad, como Tanzania o República Democrática del Congo.
El precio de estas vacunas en los países pobres puede llegar a los 7’8 euros, es demasiado alto. Las compañías farmacéuticas, los gobiernos, los donantes de ayuda y las agencias de Naciones Unidas deben unirse para hacer que los precios de las vacunas sean más asequibles para poder salvar más vidas”
Un llamamiento para atajar la neumonía infantil
Cada muerte por neumonía supone una pesada losa. La enfermedad es eminentemente evitable y tratable. Se dispone de vacunas eficaces para inmunizar contra las cepas bacterianas más comunes, incluida la Streptococcus pneumoniae, la cepa más mortífera de la neumonía. Diagnosticada de manera precisa y precoz, la neumonía se puede combatir con un tratamiento de entre 3 a 5 días a base de antibióticos que cuesta solo 0,34 euros. Los casos más complejos se derivan a establecimientos equipados para brindar cuidados más intensivos. Pero incluso aquí la gran mayoría de las vidas pueden salvarse, como ocurre en los países ricos.
Las niñas y niños mueren de neumonía porque se les niegan las ventajas de una prevención, diagnóstico y tratamiento acertados. Demasiados niños y niñas se ven privados de acceso a atención sanitaria ante los brotes de neumonía. Alrededor de 40 millones de episodios de la enfermedad no reciben tratamiento cada año, lo que pone en riesgo la vida de las personas. En el África subsahariana, menos de la mitad de los niños con síntomas reciben atención médica.
Los gobiernos nacionales son los principales responsables de combatir la neumonía. Los líderes políticos han descuidado la enfermedad durante demasiado tiempo. Por eso, para reducir el número de víctimas pedimos entre otras medidas:
- Vacunas más baratas para prevenir la neumonía y más inversión en inmunización
- Vacunar a más de 166 millones de niños menores de dos años para prevenir la enfermedad
- Que los gobiernos adopten planes de acción que brinden acceso universal a centros de salud con trabajadores sanitarios capacitados en diagnosticar la neumonía de manera temprana y precisa, y aseguren la disponibilidad de antibióticos para todo el mundo
- Que se establezcan alianzas público-privadas para ampliar las provisiones de oxígeno necesarias para ayudar a los niños que luchan por respirar.
- Que se tomen medidas para ayudar a los 400 millones de personas en todo el mundo que no tienen acceso a servicios sanitarios.
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