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Infancia interrumpida

La voz de los niños y niñas en la crisis rohingya

Elefantes y serpientes salvajes, hombres violentos merodeando en el bosque y traficantes de personas al acecho durante la noche. Estos son algunos de los peores miedos que sufren los niños rohingya que huyeron de los combates en Myanmar a Bangladesh, según el nuevo informe “Infancia interrumpida” cuando se cumplen seis meses de la crisis de los refugiados rohingya. Una de las peores crisis de refugiados con al menos 688.000 refugiados, de los cuales 400.000 son niños.

Este informe es uno de los análisis más exhaustivos realizados hasta la fecha en los campamentos de refugiados de Cox's Bazar en el sur de Bangladesh, donde se detallan los desafíos y temores cotidianos a los que se enfrentan los niños refugiados. Muchos de estos niños cuentan cómo han vivido esta violencia y que han visto con sus propios ojos el asesinato de miembros de su familia o cómo se quemaban sus casas en Myanmar.

Una vida con miedo

Las niñas explican que tienen miedo de usar los baños del campamento por miedo al acoso y muchas veces esperan durante horas menudo hasta que los hombres se van. Los niños también han expresado su preocupación por la seguridad de sus tiendas de campaña, que están hechas de bambú y plástico.

A veces los ladrones entran y nos roban nuestras cosas, no tenemos forma de cerrar nuestra casa"

Varios niños dicen que tienen miedo de ir a buscar leña por si los "hombres del bosque"  les pegan o abusan de ellos, y  porque hay animales salvajes como elefantes y serpientes.

Todo el mundo tiene miedo cuando va a recoger leña. Una vez una niña fue violada cuando recogía leña por la noche"

El riesgo de tráfico de niños es otra de las grandes preocupaciones señaladas por los niños. Algunas explican que pasan más tiempo en casa para mantenerse a salvo, y si tienen que salir lo hacen siempre en grupo.

Los secuestradores están por los alrededores y podrían llevarse a nuestros hijos”

Desde el pasado mes de agosto se han confirmado al menos 28 casos de trata de niños y niñasen los campamentos, sin embargo, los cooperantes temen que el número real de casos sea mucho mayor.

La vida en los campos de refugiados 

Los niños también han señalado experiencias positivas en los campamentos. Varios de ellos explican que el llamado a la oración cinco veces al día les ayuda a sentirse conectados con la comunidad y que se sienten reconfortados por la presencia de las organizaciones humanitarias y el ejército de Bangladesh.

No podemos esperar que los niños rohingya superen las experiencias traumáticas que han sufrido cuando siguen expuestos a la inseguridad y corren el riesgo de sufrir violencia en los campamentos. El mensaje de estos niños es que tienen miedo: miedo de los animales salvajes, miedo de ir al baño, miedo de ser atacados mientras recogen leña, miedo de ser asaltados de noche, miedo de lo que les depara el futuro. Esta no es forma de vivir para un niño, especialmente después de haber tenido que huir de la violencia y el horror en Myanmar. Estos niños necesitan apoyo continuo para ayudarlos a sentirse más seguros .

Nos encontramos ante una emergencia infantil. Los niños dicen que han destrozado su mundo. Han pasado de vivir en una comunidad donde conocen el vecindario, tienen amigos cercanos, una rutina, una buena alimentación y lugares seguros para jugar, a un lugar caótico, superpoblado y atemorizante. Muchos se han quedado huérfanos y están perdidos, viviendo en un continuo estado de ansiedad. Abordar las preocupaciones de seguridad de estos niños debe ser nuestra prioridad número uno.

Los niños merecen crecer en un mundo sin miedo, rodeados de aquellos que los quieren, permitiéndoles vivir la vida en toda su plenitud. Por eso pedimos enérgicamente las siguientes medidas para abordar los problemas identificados por los niños, que incluyen:

  • Revisar las patrullas de seguridad comunitarias existentes en los campamentos.
  • Sensibilizar sobre los riesgos de la trata de personas para prevenir incidencias y garantizar que se distribuye información veraz y contrastada para evitar los rumores y no producir miedos innecesarios entre los niños y sus familias. 
  • Fomentar una distribución del campamento más amigable para los niños y la instalación de señales para abordar el miedo que tienen los niños de perderse, ya que todas las tiendas son muy parecidas.
  • Asegurar la participación de las adolescentes en actividades y medidas para mejorar su sensación de seguridad.

Trabajando junto a ellos

Estamos presentes en Bangladesh desde 1970 y respondiendo a la crisis de los rohingya en Cox's Bazar desde 2012, incluso después de que el ciclón Mora golpeara al país en mayo de 2017. Hemos aumentado significativamente nuestra respuesta desde agosto de 2017, proporcionando soporte alimenticio de primera necesidad, kits de higiene, artículos de uso doméstico y kits de refugio, así como la prestación de servicios de atención primaria de salud mediante el despliegue de su Unidad de Salud de Emergencia. También trabajamos distribuyendo agua, asegurando saneamiento y realizando actividades educativas y servicios de protección a la infancia. Por el momento hemos ayudado a más de 380.000 rohingya desde que comenzó la última oleada de llegadas el 25 de agosto.

 

Descargar el informe en PDF (inglés) "Childhood Interrupted"

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