Haití, seis meses después
Hasta la fecha, hemos proporcionado ayuda de emergencia a unos 682.000 personas, entre ellas 340.000 niños y niñas
Seis meses después del devastador terremoto que asoló Haití el pasado 12 de enero, continuamos dando apoyo a los niños, niñas y familias afectados. A pesar de los esfuerzos humanitarios que se están realizando, somos conscientes de que los niños y niñas continúan en riesgo y las previsiones apuntan a un largo proceso de rehabilitación y reconstrucción.
Llevamos 30 años trabajando en Haití. Nuestros compañeros respondieron de forma inmediata con ayuda de emergencia, incluyendo alimentos, material de refugio y suministros de primera necesidad. Hasta la fecha, según recoge nuestro informe Haití, seis meses después hemos proporcionado ayuda de emergencia a unos 682.000 personas, entre ellas 340.000 niños y niñas.
Muchas de las familias que han recibido asistencia básica para sobrevivir tras el terremoto ya necesitaban ayuda antes de la catástrofe. El terremoto ha dejado a los niños y niñas en una situación aún más vulnerable. Como comunidad global, tenemos el deber de asegurar su protección, salud y bienestar a lo largo del proceso de recuperación”.
El objetivo es reconstruir el país mejor, por lo que la recuperación será larga y es necesario que los donantes internacionales cumplan con sus compromisos a largo plazo. Ésta es la única manera de asegurar el verdadero desarrollo de Haití. En nuestros programas de educación, nos aseguramos de que la construcción de escuelas se lleve a cabo según unos estándares de seguridad elevados y también de que los servicios educativos se reconstruyan de forma que sean sostenibles más allá del período inicial de la respuesta.
La historia de la escuela de Jacmel
A pesar del terremoto, Woudline, de siete años, sigue teniendo las cosas muy claras: “es muy importante que sepamos cómo escribir o deletrear nuestros nombres”, explica.
De su escuela, Etzer Vilaire des Orangers, en Jacmel, apenas quedan hoy escombros. El terremoto la destruyó por completo. “Afortunadamente el curso había acabado y no había nadie dentro el día del terremoto”, explica Joseph Constant, director del colegio. “Pensé que no habría manera de poner en marcha la escuela de nuevo, pero tenía claro que teníamos que encontrar una forma de que los niños no dejaran sus estudios”.
Educar es la llave de la libertad.”
Joseph Constant, director de una escuela de Jacmel.
Hemos rehabilitado la escuela con tiendas, pizarras, bancos y material escolar, con ayuda de grupos de haitianos. De los 127 alumnos sólo han vuelto a clase 92. Muchos de los niños y niñas han emigrado a otras regiones con sus familias. “Educar es la llave de la libertad”, añade el profesor Constant. “Ambos, Save the Children y nosotros, sabemos que educar es nuestro deber, es algo que sale del corazón”.
La salud de los niños y las niñas de Haití en riesgo
Por otra parte, cientos de miles de niños y niñas continúan en riesgo de sufrir complicaciones de salud relacionadas con su vida en los campamentos y las condiciones en el país, especialmente ahora que llega la época de lluvias y huracanes. La diarrea, la malaria y otras enfermedades relacionadas con el agua y la higiene son las principales causas de mortalidad de los niñas y niñas en los países en desarrollo, especialmente de los menores de cinco años.
Estamos llevando a cabo un plan de respuesta y recuperación en Haití para los próximos cinco años. Seguimos trabajando en las regiones afectadas por el terremoto y estamos concentrando nuestros esfuerzos en los sectores que más influyen en las vidas de miles de niños y niñas: educación, protección, salud, nutrición, agua e higiene, refugio, seguridad alimentaria y provisión de alimentos y otros bienes.