Toca pedir disculpas
No nos cuesta nada reconocer cuando nos equivocamos y hoy nos toca hacerlo. Hace unas semanas nos dirigimos a la Fiscalía General del Estado al tener noticias de que el Gobierno español había practicado las pruebas de determinación de edad a un joven marroquí con documentación que demostraba tenía 16 años. El menor estaba en el CIE de Aluche (Madrid) y pesaba sobre él una orden de expulsión.
El origen de nuestra denuncia se basó en una información que nos llegó a través de un canal de confianza y le dimos credibilidad. Creímos que el menor tenía su documentación desde un primer momento y, por tanto, las pruebas de determinación de la edad eran irregulares.
Ahora sabemos que esta documentación no estaba disponible y debemos reconocer que el procedimiento de determinación de la edad seguido por la Fiscal de Las Palmas fue, en efecto, el adecuado.
En este sentido, nos hemos dirigido a la Fiscalía para rectificar la comunicación y manifestarles que como organización dedicada a la defensa de los derechos de la infancia, seguiremos velando para que un menor no sea tratado como un adulto.