Comedores escolares en verano: necesarios pero no suficientes
Como viene ocurriendo desde hace unos años, la llegada del verano y el correspondiente cierre de los colegios suponen un factor de riesgo para los niños en situación de pobreza y exclusión social. El cese de los servicios de comedor y, por tanto, de las becas que muchos niños tenían concedidas durante el curso escolar, en concreto más de 400.000 en 2014,1 abre el debate sobre la necesidad de tomar medidas para garantizar una alimentación adecuada a todos los niños durante todo el periodo estival, tal y como ha recomendado el Defensor del Pueblo.
Los niños han sido los más castigados por la crisis económica en nuestro país, constituyéndose en el grupo social con mayores tasas de pobreza. En 2014 el incremento de la tasa de exclusión en la población menor de 16 años ha sido mayor que en el resto de la población, aumentando tres puntos y medio respecto al año 2013 y situando a un 35,4% de los menores de 16 años en riesgo de pobreza o exclusión.
Muchas familias se encuentran con problemas para proporcionar una dieta equilibrada a sus hijos y los comedores escolares juegan un papel fundamental en este sentido, ya que pueden garantizar al menos una comida completa y nutricionalmente adecuada al día."
En 2014 el 4,2%2 de los niños menores de 16 años, alrededor de 314.000 niños, no podía permitirse una comida de carne, pollo o pescado, al menos cada dos días. Lo que supone un aumento de más de medio punto, con respecto a 2013 (270.390).
Una medida necesaria pero delicada
Para Save the Children la apertura de los comedores en periodos estivales es una medida necesaria en situaciones de emergencia como la actual, siempre y cuando se asegure que se hace con un enfoque de derechos. En este sentido es necesario garantizar que la comida se integre dentro de una acción educativa y lúdica en donde el servicio de comedor sea un componente más, evitando la estigmatización de los niños, y que se realice en lugares seguros y de protección para la infancia.
Sin embargo, luchar con eficacia contra la pobreza infantil requiere políticas específicas e integrales que sitúen al niño en el centro, con medidas que incidan en los factores que hacen más vulnerables a estos niños y garanticen el acceso a recursos adecuados y a servicios asequibles, tal y como pone de relieve la Recomendación de la Comisión Europea “Invertir en infancia. Romper el ciclo de la desventaja”.
Soluciones coyunturales, como la apertura de comedores en verano, no puede hacernos perder de vista el grave problema de pobreza infantil que existe en nuestro país y que requiere medidas estructurales. Es necesario un compromiso firme de los poderes públicos con la infancia, lo cual inevitablemente implica un aumento de la inversión en políticas de protección social a la infancia, tal y como viene reclamando Save the Children.
Campaña de verano de Save the Children
Save the Children inicia su Campaña de Verano desde finales junio hasta finales de julio, en la que niños y niñas en situación de pobreza y exclusión social participarán en actividades lúdicas de ocio y tiempo libre y en dónde se les garantizará al menos una comida. El principal objetivo es favorecer el desarrollo social, físico, y emocional de los niños y niñas participantes, así como facilitar la conciliación familiar y laboral a estas familias. En concreto, hablamos de colonias urbanas y/o campamentos externos en Barcelona, Madrid, Sevilla y Valencia, en donde podrán participar 4.200 niños.