Unos 140.000 niños y niñas han sido desplazados por los ataques aéreos israelíes en el Líbano, muchos llegan a los refugios gravemente angustiados

Beirut, 27 de septiembre de 2024 - Alrededor de 140.000 niños y niñas se han visto obligados a abandonar sus hogares en el sur del Líbano en los últimos cuatro días, y muchos de ellos llegan a los refugios mostrando graves signos de angustia, según Save the Children. 

Más de 400.000 personas han sido desplazadas desde el inicio de los ataques aéreos israelíes el domingo, en la última escalada de violencia transfronteriza, y se espera que las cifras aumenten en los próximos días. 

Con ello, el número total de personas que se han visto obligadas a abandonar sus hogares en Líbano en casi un año de violencia transfronteriza asciende a 500.000, es decir, casi el 10% de la población, incluidos 175.000 niños y niñas. Según los medios de comunicación, unos 60.000 israelíes han sido desplazados de sus hogares en el norte de Israel. 

Según las últimas cifras del Ministerio de Sanidad libanés, esta semana han muerto en ese país cerca de 600 personas, entre ellas 50 niños y niñas, y casi 1.800 han resultado heridas. 

Al menos 500.000 personas han huido de sus hogares como consecuencia del aumento de la inseguridad en los últimos meses, según el Ministerio de Asuntos Exteriores de Líbano. En la semana del 23 de septiembre, unas 400.000 personas se desplazaron en cuestión de días, entre ellas unos 140.000 niños.   

Save the Children ha distribuido esta semana colchones, mantas, almohadas, agua y otros artículos de primera necesidad a casi 5.000 personas en 30 refugios de todo el país, incluidos el norte, el sur, la zona de la Bekaa y el Monte Líbano. 

El personal de Save the Children ha informado de la creciente preocupación por el impacto psicológico en los niños y las niñas, muchos de los cuales muestran signos de grave angustia debido al desplazamiento y a los constantes bombardeos.  

Mahmoud, un técnico de promoción de agua, saneamiento e higiene de la organización describe las caóticas escenas que presenció en uno de los refugios apoyados por Save the Children en Beirut: "He visto a muchos llorando, completamente devastados. Una mujer llevaba a su hijo junto con varias bolsas. A otra mujer se le cayó el niño de los brazos. La situación era trágica y sencillamente desgarradora. La gente sigue llegando, hay familias sentadas en el suelo, esperando a que las organicen entre las distintas habitaciones. También hubo una movilización increíble por parte de la comunidad, con voluntarios que aparecieron para apoyar, trayendo almohadas, bolsas, cualquier cosa que pudieran para ayudar a los demás". 

Asimismo, se han cerrado todas las escuelas del Líbano, lo que ha afectado a los 1,5 millones de niños y niñas del país, y la crisis de salud mental del Líbano, ya de por sí crítica, se ha agravado a medida que las hostilidades siguen intensificándose.  

Jennifer Moorehead, directora de Save the Children en Líbano, alerta de la gravedad creciente: "Los niños y las niñas nos dicen que tienen la sensación de que el peligro está en todas partes y que nunca pueden estar a salvo. Cada sonido fuerte les sobresalta. La vida, los derechos y el futuro de muchos niños y niñas ya han dado un vuelco y ahora su capacidad para hacer frente a esta escalada de la crisis se ha visto mermada".   

Moorehead confía en que todavía es posible evitar una catástrofe humanitaria, pero para ello hay que actuar ya: "Instamos a todas las partes a que rebajen inmediatamente las tensiones y a que los actores internacionales presionen a todas las partes para que cumplan el derecho internacional humanitario. Esto debe ocurrir ahora para evitar más sufrimiento a los niños, las niñas y sus familias". 

Save the Children trabaja en Líbano desde 1953. Desde octubre de 2023, en respuesta a la escalada de la situación transfronteriza, ha estado ampliando su respuesta en el sur del Líbano, apoyando a niños, niñas y familias desplazados por la violencia. Esto incluye a libaneses, sirios y palestinos desplazados. Desde octubre de 2023, ha ayudado a 60.000 personas, entre ellas 25.000 niños y niñas, con dinero en efectivo, mantas, colchones y almohadas, alimentos, botellas de agua y kits con artículos de higiene esenciales.