Uno de cada tres niños y niñas desplazados por los terremotos de Turquía sigue sin hogar, mientras que en Siria las necesidades alcanzan niveles sin precedentes

  • En Turquía, unos 2,4 millones de personas, entre ellas 660.000 niños y niñas, se vieron obligadas a abandonar sus hogares. Un año después, más de 761.000 personas, entre ellas 205.000 niños y niñas, aún no han regresado a sus casas. 
  • En Siria, un total de 16,7 millones de personas -casi el 90% de la población- necesitan ahora ayuda, la cifra más alta desde que comenzó la guerra en el país hace 13 años.    
  • Save the Children está trabajando incansablemente para ayudar a la infancia a reanudar su educación y acceder a los servicios básicos, pero las necesidades siguen siendo muchas. 
Asli, de 9 años, vive en una tienda de campaña cerca de Adıyaman, Turquía, con sus padres. Foto: Ayşe Nur Gençalp / Save the Children Turquía
Asli, de 9 años, vive en una tienda de campaña cerca de Adıyaman, Turquía, con sus padres. Foto: Ayşe Nur Gençalp / Save the Children Turquía

 

Contenido audiovisual para medios: www.contenthubsavethechildren.org/Package/2O4C2S341CH8 

Declaraciones en vídeo de Vicente Raimundo, director de cooperación internacional y acción humanitaria de Save the Children España: Vicente Raimundo_1 año terremoto Turquía y Siria - Centro de prensa - Save the Children España (smugmug.com) 

Estambul/Amán, 5 de febrero de 2024 - Uno de cada tres niños y niñas que perdieron sus hogares en los terremotos de Turquía hace un año siguen viviendo en refugios temporales. Mientras, la infancia tanto en Turquía como en Siria lucha contra la ansiedad y otros problemas de salud mental desde que sucedió el desastre. 

El pasado mes de febrero, dos terremotos de gran magnitud y sus réplicas en Turquía y Siria causaron la muerte de más de 56.000 personas y el desplazamiento de millones, con unos 6,2 millones de niños y niñas afectados.  

En Turquía, unos 2,4 millones de personas, entre ellas 660.000 niños y niñas, se vieron obligadas a abandonar sus hogares y trasladarse a asentamientos provisionales en tiendas de campaña y contenedores metálicos tan estrechos como un aparcamiento para un vehículo. Un año después, más de 761.000 personas, entre ellas 205.000 niños y niñas, aún no han regresado a sus hogares. 

Mientras las autoridades turcas intentan trasladar a la gente a zonas de alojamiento formal, casi la mitad -355.000 de los desplazados- se encuentran en emplazamientos informales no regulados, a menudo formados por pequeñas tiendas de campaña o contenedores metálicos, algunos de tan sólo 3x7 metros. Según los últimos datos de la OIM de octubre de 2023, 760.964 personas vivían en asentamientos temporales formales e informales en las provincias de Adiyaman, Gaziantep, Hatay, Kahramanmaras y Malatya. 

Mientras, en Siria, los niños y niñas que sobrevivieron al terremoto se han enfrentado a una crisis económica y a una escalada del conflicto que ha dañado aún más las escuelas y los centros de salud. Miles de ellos carecen ahora de acceso a refugio y alimentos, y se ha suspendido gran parte de la ayuda del Programa Mundial de Alimentos de la ONU en las zonas afectadas por el terremoto. 

Secuelas en la infancia: tristeza, ansiedad y dificultades para dormir 

Los niños y niñas también están luchando para procesar y hacer frente a todo lo que han sufrido. Tras los terremotos, el 85% de los niños con discapacidad que hablaron con las organizaciones socias de Save the Children en Siria declararon tener dificultades para relacionarse con sus familias, amistades, profesores y otras personas debido a sus experiencias durante los terremotos. 

Casi el 70% de las personas encuestadas en cinco zonas de Siria controladas por el gobierno informaron de "tristeza" entre los niños y niñas, y alrededor del 30% señalaron casos de niños con pesadillas y/o dificultades para dormir, según un informe de evaluación del terremoto de Save the Children. 

En cuatro zonas de Turquía afectadas por el terremoto, la mitad de los hogares encuestados (51%) informaron de cambios en la psicología o el comportamiento de sus hijos tras los seísmos: el 49% mostraba signos de ansiedad y el 21% exhibía un comportamiento agresivo, según una encuesta de Save the Children. 

Asli, que vive en una tienda de campaña cerca de Adıyaman, Turquía, con sus padres, declara: "Tengo 9 años. Vivo en una tienda de campaña con mi madre y mi padre. El terremoto destruyó nuestra casa... A veces, en la tienda hace mucho calor o mucho frío... Por eso es tan malo. Las duchas están fuera. Me gustaría [recuperar] nuestra casa. Me gustaría [que] mi abuelo y mi abuela no murieran". 

Una evaluación realizada por Save the Children a familias que vivían en asentamientos formales e informales en Turquía reveló que el 60% tenía dificultades para conseguir artículos de higiene básicos. Los habitantes de uno de cada cuatro barrios en emplazamientos informales afirman no tener acceso suficiente al agua, según la ONU.  

Aunque la mayoría de las familias desplazadas pudieron enviar a sus hijos de vuelta a la escuela en Turquía, el 30% de los padres tenían dificultades para hacer frente a los costes, según el análisis de Save the Children. 

Casi 1,5 millones de personas más en Siria necesitan ayuda humanitaria este año, de las cuales el 45% son niños y niñas. Esto significa que un total de 16,7 millones de personas -casi el 90% de la población- necesitan ahora ayuda, la cifra más alta desde que comenzó la guerra en Siria hace 13 años.  

En Siria, muchos niños y niñas han tenido que abandonar sus hogares, a menudo más de una vez. Miles de ellos viven en tiendas de campaña improvisadas y en campos de desplazados, y sus padres luchan por proporcionarles alimentos suficientes, agua potable y ropa de abrigo.  

Marah, de 12 años, que vive en un campamento del norte de Siria, se vio desplazada primero por el conflicto y luego por los terremotos: "Huimos debido a los bombardeos, los proyectiles y los terremotos. La escuela quedó en ruinas... por los terremotos y los bombardeos. No había luz, estaba oscuro. No podíamos ver la pizarra... Cada vez que el profesor escribía en ella, se caía. Era un lugar horrible". 

Tras un año sin escuela, Marah pudo matricularse en una escuela apoyada por una organización socia de Save the Children. "La situación es mejor ahora porque estudio y salgo con mis amigos, y tengo acceso a la educación. A causa del terremoto y los bombardeos, dejé de estudiar, dejé de ir a la escuela durante casi un año", afirma.  

Rasha Muhrez, directora de Save the Children en Siria, declara: "Siria está luchando contra una crisis sobre otra crisis. El terremoto, el conflicto, la economía... ahora vemos que hay más gente que nunca necesitada de ayuda. Todavía no hay signos de recuperación. Necesitamos urgentemente más fondos para satisfacer las necesidades de la infancia, pero la financiación por sí sola ya no basta. Año tras año, vemos cómo la situación humanitaria se deteriora hasta nuevos mínimos. Debemos volver a centrar nuestros esfuerzos en ayudar a los niños y niñas y a sus familias a reconstruir lo que han perdido, a vivir en paz y con seguridad."    

Por su parte, Sasha Ekanayake, director de Save the Children en Turquía, manifiesta: "Puede que el terremoto ya no esté en los titulares, pero sus efectos aún se dejan sentir aquí en Turquía. Estamos en el camino de la recuperación, pero la realidad es que uno de cada tres niños afectados por el terremoto sigue atrapado en tiendas de campaña y contenedores diminutos: no es sólo la vivienda lo que ha quedado destruido, es la vida tal y como estos niños la conocían. Save the Children está trabajando duro en colaboración con las autoridades locales para ayudar a la infancia a reanudar su educación y acceder a los servicios básicos, pero las necesidades siguen siendo muchas. La comunidad internacional no debe olvidarse de Turquía". 

Save the Children en Turquía 

Save the Children trabaja en Turquía desde 2013. Cuando se produjo el terremoto, fuimos una de las primeras organizaciones en proporcionar ropa, agua y alimentos a las familias afectadas.  

Hemos trabajado con ocho organizaciones turcas asociadas para apoyar a más de 317.000 personas. Save the Children ha proporcionado espacios de aprendizaje seguros, material escolar y formación de profesorado para ayudar a los niños y niñas a continuar su educación.  

También hemos construido casas, proporcionado apoyo en salud mental y distribuido suministros vitales. 

Save the Children en Siria 

Save the Children lleva apoyando a la infancia en Siria desde 2012, ayudando a las familias desplazadas por el conflicto en curso y la crisis económica. Esto significaba que estábamos preparados para responder a los terremotos en 48 horas, empezando por proporcionar colchones, ropa de abrigo, alimentos y combustible para la calefacción en medio de las duras condiciones invernales. Gracias a nuestra red de socios que trabajan en el noroeste de Siria, pudimos expandirnos rápidamente para proporcionar refugio seguro, más artículos de primera necesidad y apoyo en salud mental a los niños y niñas más necesitados y vulnerables, incluidos los no acompañados y separados de sus familias. Hemos ayudado a 665.900 personas, entre ellas casi 350.000 niños y niñas afectados por el terremoto.