Ucrania: más de 6 millones de niños y niñas atrapados dentro de un país en guerra

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Leópolis/Madrid, 24 de marzo de 2022. Un mes después de que comenzara la guerra en Ucrania, Save the Children, en una rueda de prensa con Peter Walsh, director de la organización en Ucrania, ha explicado que “la situación en la que viven los 6,5 millones de niños y niñas en Ucrania es muy preocupante. No solo se enfrentan a los ataques y bombardeos sino también a graves traumas psicológicos y a la falta de alimentos y agua”.

Walsh ha indicado que Save the Children, que ya trabajaba en algunas partes de Ucrania desde 2014 -especialmente en la región del Donbas-, abrirá pronto una base de operaciones en Dnipro, en el este del país, para “no abandonar a ningún niño, niña y adolescente que esté sufriendo las consecuencias de la guerra”. La entidad humanitaria trabaja junto a más de 20 organizaciones locales en todo el territorio para conseguir ayudar a más niños y niñas vulnerables. 

Save the Children ha puesto en marcha un programa de transferencias monetarias para que las familias más vulnerables, que están huyendo del país, puedan tener unos mínimos recursos para costear necesidades urgentes de alojamiento y manutención. También está entregando más de 60.000 kits de trauma –material médico para heridos graves-, 400.000 kits de higiene -incluidas compresas y similares para las adolescentes que menstrúan- y alerta de “la necesidad que tienen las familias de conseguir refugio, casas y alojamiento”. 

Walsh ha añadido que en algunas zonas de Ucrania, como Mariúpol, la situación es muy crítica. “Por supuesto que creemos que miles de niños y niñas que se encuentran en esta ciudad no tienen posibilidad de acceder a los alimentos y al agua y esto solo puede ir a peor”. 

Con esta nueva guerra, se estima que volverá a crecer el número de niños y niñas en el mundo que viven en conflicto. En el 2020, aumentó la cifra de menores que se encontraban en zonas de guerra un 20% -casi 200 millones de niños y niñas- hasta alcanzar un nuevo máximo en más de una década.  

AUMENTA EL NÚMERO DE NIÑOS Y NIÑAS REFUGIADAS

Más de 3,6 millones de personas han huido de la guerra, la mayoría hacia Polonia, Rumanía y Moldavia. La mitad de estas personas son niños y niñas, lo que supone que uno de cada cinco niños y niñas en Ucrania -más de 1,5 millones- se ha visto obligado a dejar su país.

Walsh se ha mostrado preocupado por las redes de trata de niños y niñas: “sabemos que cuando los niños se desplazan, como estamos viendo en este conflicto, corren un mayor riesgo de ser víctimas de la trata, de sufrir abusos, incluida la violencia sexual, y de padecer graves trastornos psicológicos”. El director de la organización ha indicado que “hay que hacer todo lo posible para evitar la separación de los niños y niñas de sus cuidadores y garantizar la localización inmediata de la familia y la reunificación cuando se produce la separación. El mejor lugar para estos niños y niñas es estar cerca de su familia".

Save the Children está siendo testigo de cómo, al menos, más de 100 niños y niñas han muerto, más de 450 instalaciones educativas -72 completamente destruidas- y 68 sanitarias han resultado dañados y atacados en esta guerra. “Las escuelas deberían ser un espacio libre de bombardeos, tal y como se recoge en el Derecho Internacional Humanitario, porque deben seguir siendo un lugar seguro para los niños y niñas”, señala Walsh. 

SOBRE SAVE THE CHILDREN EN UCRANIA 

Save the Children opera en Ucrania desde 2014 entregando ayuda humanitaria esencial a los niños, niñas y sus familias. Esto incluye apoyo en su acceso a la educación, apoyo psicosocial, distribución de kits de invierno y de higiene y entrega de dinero en efectivo a las familias para que puedan satisfacer sus necesidades básicas (alimentos, alquiler y medicamentos) o para que puedan invertir en la creación de nuevos negocios. 

Actualmente, con la crisis migratoria, Save the Children está prestando ayuda a todas las familias que huyen desesperadas de la guerra de Ucrania hacia distintos países, como en Polonia -coordinando con los socios locales para evaluar la situación y responder a las necesidades con la mayor rapidez posible-, en Lituania y en Rumanía. En este último país, la organización ofrece asesoramiento jurídico, primeros auxilios psicológicos y cubre las necesidades básicas de la infancia refugiada y sus familias entregando agua, comida, kits de invierno y de higiene y hasta juguetes.