Al menos 3.000 centros educativos han resultado dañados y más de 300 han sido destruidos durante la guerra, lo que supone más del 10% de las escuelas
Materiales audiovisuales para medios: https://www.contenthubsavethechildren.org/Package/2O4C2SOXVDYI
Informe: https://www.savethechildren.es/sites/default/files/2024-08/ENG_Education%20report_SCI_web.pdf
Kiev, 27 de agosto de 2024 - Alrededor de dos tercios de los niños y niñas de las regiones más próximas al frente en Ucrania no pueden asistir a la escuela en persona, sino que dependen de la enseñanza a distancia, plagada de problemas derivados de la guerra en curso, según la última investigación de Save the Children.
El nuevo informe de la organización humanitaria, "I Want a Peaceful Sky": Education and Children's Wellbeing in Wartime Ukraine ("Quiero un cielo en paz": Educación y bienestar infantil en Ucrania en tiempos de guerra) revela el dramático impacto que han tenido en la educación ucraniana dos años de guerra a gran escala, que han desplazado a más del 25% de los 38 millones de habitantes del país. La investigación se basó en testimonios de unos 1.500 estudiantes y profesionales del ámbito educativo.
De 334 niños y niñas encuestados en seis regiones cercanas al frente o a la frontera entre Ucrania y Rusia -Chernihiv, Járkov, Donetsk, Dnipro, Zaporiyia y Mykolaiv- 221 (64%) declaran que sólo podían asistir a clase por internet, mientras que sólo el 15% asistía a la escuela en persona y el 17% utilizaba una combinación de ambas.
En esas seis regiones hay unos 973.000 niños y niñas matriculados en centros educativos locales. Los colegios e institutos de las regiones ucranianas situadas en la línea del frente permanecen cerradas debido al peligro de ataques aéreos y bombardeos, mientras que miles de centros educativos de todo el país no pueden reabrir por falta de refugios en sus instalaciones. Como consecuencia, casi la mitad de los niños y las niñas en edad escolar de Ucrania -alrededor de 1,9 millones- dependen de la educación a distancia a tiempo completo o parcial, según el Ministerio de Educación.
Algunos de los niños y niñas entrevistados para el informe no tuvieron más remedio que estudiar a distancia utilizando teléfonos inteligentes con pantallas rotas, y muchos señalaron que la mala calidad de internet (79%), la falta de dispositivos electrónicos para el aprendizaje (42%) y la escasez de electricidad (40%) eran obstáculos importantes para su aprendizaje.
Anton [nombre ficticio], de 11 años, alumno de quinto curso de Mykolaiv, cuenta que "al ser un aprendizaje on line, si se corta internet o la electricidad, no puedo ir a la clase. Ya no es lo que era. Sueño con que acabe la guerra para que podamos ir a la escuela y aprender".
Maryna [nombre ficticio], una directora de la región de Jersón, denuncia la situación que vienen padeciendo: "En nuestra comunidad no hay escuelas que funcionen en modo presencial. La importancia de la educación no radica sólo en las buenas notas y el aprendizaje en sí, sino en el desarrollo de las habilidades comunicativas, la socialización, la capacidad de llevarse bien con los compañeros y con las personas adultas".
Al menos 3.000 centros educativos han resultado dañados y más de 300 han sido destruidos durante la guerra, lo que supone más del 10% de las escuelas de Ucrania.
Más de la mitad de las familias encuestadas aseguran que sus centros educativos habían sufrido daños, cifra que se eleva a más del 90% en las regiones más afectadas, como Járkov y Donetsk.
En Járkov, la segunda ciudad más grande de Ucrania, que sufre bombardeos casi a diario, las autoridades locales han trasladado la educación presencial al subsuelo, instalando aulas en los subterráneos.
"Incluso cuando hay bombardeos o alarmas antiaéreas, no las oigo en absoluto. No me entero, así que en ese momento no siento ansiedad. Aquí me comunico con mis amigos y aprendo cosas nuevas, así que me gusta. Personalmente, me resulta más difícil estudiar en casa porque a menudo me distraigo, y aquí estamos con los profesores", cuanta Maryna [nombre ficticio], de 17 años, que asiste a clases varios días a la semana.
Más de la mitad de las familias encuestadas en toda Ucrania (57%) -o 330 familias de 584- afirman que a sus hijos e hijas les faltaba tiempo cara a cara con los profesores.
También hay una importante escasez de profesorado ya que más de 43.000 -aproximadamente el 10% del personal docente total de Ucrania- se encuentran desplazados dentro del país o en el extranjero. Según una encuesta citada en el informe, uno de cada cuatro profesores, en su gran mayoría mujeres, compagina la docencia con el trabajo humanitario.
Sonia Khush, directora general de Save the Children en Ucrania, explica la gravedad de la situación: "Ir a la escuela no consiste sólo en aprender y recibir notas, sino en una socialización crucial. Tras más de dos años de guerra, hay miles de niños y niñas en Ucrania que nunca han pisado un aula. A pesar de estos problemas, los niños, niñas, familiares y profesorado, así como el sistema educativo ucraniano en general, han demostrado una notable capacidad de recuperación. El apoyo continuo de los gobiernos, los donantes y la comunidad internacional es crucial para mitigar el impacto de la guerra en la educación".
Save the Children hace un llamamiento a todas las partes para que cumplan sus obligaciones en virtud del derecho internacional humanitario y de los derechos humanos. La población civil y los bienes de carácter civil, especialmente los que afectan a la infancia, como hogares, escuelas y hospitales, están protegidos de los ataques, y todos los niños y niñas deben ser protegidos de cualquier violación de sus derechos.
"Los niños y las niñas tienen derecho a aprender, pero para que puedan disfrutar plenamente de la educación, hay que poner fin a las violaciones generalizadas del derecho internacional humanitario en Ucrania", añade Khush.
Save the Children en Ucrania
La ONG lleva trabajando en Ucrania desde 2014 y ha intensificado sus operaciones desde que estalló la guerra en febrero de 2022. Para ayudar a los niños y las niñas de toda Ucrania a acceder a la educación, Save the Children y sus organizaciones socias locales han establecido unos 90 Centros de Aprendizaje Digital, espacios con todas las herramientas y dispositivos de aprendizaje digital necesarios y facilitadores formados para proporcionar apoyo en materia de aprendizaje y bienestar.
También ha financiado obras de rehabilitación, incluida la renovación de refugios, en 70 centros de educación infantil y primera de todo el país, así como ha suministrado ordenadores portátiles y tablets a las regiones en las que las escuelas permanecen cerradas, para que las niñas y los niños sin dispositivos esenciales puedan continuar su aprendizaje a distancia.