Para Save the Children, la comunidad desempeña un papel clave en las actividades y el éxito de los proyectos. El proyecto Jaande Sukaabe Rewbe (educación de las niñas), ejecutado en colaboración con OFAD Nafooré y financiado por la Generalitat valenciana, es un ejemplo perfecto de ello, y muestra cómo la comunidad influye significativamente en el éxito de los proyectos.
El proyecto Jaande Sukaabe Rewbe fase 2 pretende mantener escolarizados a los niños y adolescentes, especialmente a las niñas, promoviendo un entorno escolar y comunitario seguro e integrador, libre de prácticas discriminatorias y sexistas. Desde el inicio de las actividades del proyecto, Save the Children y la organización de la sociedad civil OFAD Nafooré, con sede en Kolda, han sensibilizado y formado a la comunidad sobre la violencia de género y sus efectos en la escolarización de las niñas, la importancia de la educación en casa, la crianza positiva, etc.
Según Mariama Diouldé Diallo, y miembro del comité de padres y madres, "movilizamos a los padres y madres para que participaran en las distintas sesiones de formación del proyecto y animamos a nuestras hijas a unirse a los clubes de lectura.
En este sentido, las madres se encargaron de desbrozar la escuela antes del comienzo del curso.
Deshierbe en la escuela primaria de Saré Koutayel
La implicación de alcaldes, jefes de aldea y padres en las actividades del proyecto ha sido muy favorable para la apropiación del proyecto por parte de las comunidades. Los locales que albergan las actividades de los clubes de lectura y recuperación fueron cedidos por los jefes de aldea y acondicionados por los propios jóvenes de la comunidad.
"El proyecto Jannde Sukaabe Rewbé está cambiando muchas cosas aquí, especialmente en el ámbito de la educación de las niñas. Como jefe de aldea, fui informado en cuanto llegó el proyecto. Hemos participado en la elección de los actores que intervienen en el proyecto. También desempeñamos un papel importante, sobre todo facilitando la declaración de los niños en el registro civil desde su nacimiento, para evitar que no vayan a la escuela cuando llegue el momento", explica Ibrahima Mballo, jefe de aldea de Diambanouta.
El enfoque comunitario del proyecto ha permitido implicar a la comunidad en la defensa de los intereses de las niñas en la educación, sin dejar de implicar a todas las esferas concernidas por la educación. Por eso, padres como los de Nountang Baldé, una alumna de quinto curso de 13 años, instan a sus hijos a ser más diligentes en los clubes de lectura y recuperación. "Me apunté al club para leer, aprender conjugación y matemáticas. Me gusta este club porque aquí también aprendemos canciones con mis amigos", explica.