Madrid, 1 de julio de 2020. Save the Children ha reactivado el programa de atención presencial a la infancia migrante y refugiada en Melilla y las provincias andaluzas de Cádiz, Granada y Almería tras la supresión del estado de alarma y de cara a la previsión de un incremento de llegadas de personas migrantes en verano. La organización vuelve a estar presente en los puntos estratégicos para atender directamente a la infancia migrante más vulnerable.
"Los niños y las niñas que realizan solos su trayecto migratorio y que llegan a nuestras costas y fronteras necesitan espacios amigables y asesoramiento en un lenguaje que entiendan para darles a conocer sus derechos y ayudarles en su inclusión”, señala Vicente Raimundo, director de Programas en España de Save the Children.
En el caso de Melilla, Save the Children retoma la atención presencial en el espacio amigable para la infancia que dispone en la frontera de Beni Enzar, donde atiende a las familias con niños, niñas y adolescentes migrantes y solicitantes de asilo. Además, la organización continúa con el trabajo de intervención con niños, niñas y adolescentes que viven en la calle con un enfoque de prevención del contagio de la Covid-19 y de cara al ingreso de estos en el sistema de protección, coordinándose con el personal del centro. Igualmente, en el mes de septiembre, Save the Children reanudará en modo presencial el Programa de Transición a la Vida Adulta para menores residentes del centro de protección Fuerte la Purísima y el centro asistencial Gota de Leche. Antes de eso, en verano la organización ha planificado actividades de ocio y tiempo libre para más de 140 menores migrantes presentes en el sistema de protección de la ciudad.
En Andalucía, Save the Children retoma la atención directa a la infancia migrante durante las primeras 72 horas desde su llegada a costa en las dependencias policiales de Campo de Gibraltar, Motril y Almería a través de un equipo especializado en protección, intervención psicosocial y mediación intercultural. El objetivo es facilitar a los menores recién llegados el acceso a una información adaptada a las necesidades específicas de cada caso, reducir el estrés y ansiedad con técnicas adaptadas a la infancia y la detección temprana de casos de especial vulnerabilidad para su derivación a las autoridades competentes, como es el caso de los niños y niñas que necesitan protección internacional o son víctimas de violencias o trata. En 2019 Save the Children fue la organización que más casos infancia víctima de trata derivó a la atención de la policía en la provincia de Cádiz.
Por otra parte, en Cataluña, Save the Children acompaña a jóvenes migrantes residentes en ocho centros de acogida de urgencia de Barcelona y Tarragona. Este mes de julio retomará las intervenciones presenciales realizando actividades que refuerzan sus capacidades de resiliencia y su preparación para la transición a la vida adulta. Asimimo, ofrece apoyo a profesionales de entidades que trabajan con niños, niñas y adolescentes migrantes en todo el territorio catalán, facilitando sesiones de gestión de conflictos, primeros auxilios psicológicos o gestión emocional del duelo desde una mirada intercultural.
La organización también considera imprescindible continuar apoyando a los niños y niñas migrantes más vulnerables a través de programas y recursos que ya estaban funcionando antes del estallido de la emergencia de la Covid-19 y que no cesaron en su actividad, así como aquellos que estaban destinados a profesionales e instituciones relacionados con este ámbito.
Desde el comienzo del estado de alarma, Save the Children ha continuado su compromiso con los sistemas de protección, impartiendo webinares semanales a profesionales de los centros de protección de menores, en los que ha contado con 250 participantes en directo y con 950 visualizaciones de las sesiones. Además, puso en marcha un boletín con contenidos que ha llegado a casi 400 profesionales semanalmente. Junto a esto, ha intensificado su presencia en YouTube y Facebook para interactuar con niños, niñas y adolescentes migrantes.
A su vez, Save the Children continúa con el servicio de atención telefónica Help Line. A través de este recurso se ofrece información a los niños, niñas y adolescentes en lenguaje amigable, adaptada a su edad y en un idioma que puedan entender (se cubre el servicio en seis idiomas), sobre su situación, razones por las que no pueden salir del centro, medidas higiénicas para evitar la propagación del virus, etc. Este servicio también ofrece al personal de los centros de menores información para mediar y gestionar conflictos, así como servicios de traducción.
La organización ha atendido a través de la Help Line peticiones como la de Hamid, un chico marroquí de 17 años, que se encontraba en un centro de protección de menores cuando hizo uso del servicio para buscar información sobre cómo renovar su tarjeta de residencia durante el confinamiento; o la de Mamadou, un chico senegalés de 16 años, que no hablaba español y no entendía por qué no podía salir a la calle durante el estado de alarma.
Protocolo de intervención común
La ONG señala que para mejorar la atención de la infancia y demás perfiles vulnerables sería necesaria la adopción de un protocolo de intervención común para todos los actores presentes en las llegadas marítimas y terrestres. Save the Children apuesta por un modelo multidisciplinar y basado en la colaboración de las organizaciones especializadas para la detección de situaciones específicas, como la minoría de edad, la necesidad de protección internacional o trata de seres humanos u otras formas de violencia.
El protocolo debería fomentar la coordinación para que los momentos de primerísima acogida se aprovechen al máximo para identificar necesidades especiales y de protección. De esta manera además es posible reaccionar rápido y replicar el modelo también cuando se abren nuevas rutas de entrada al país, como estamos observando este año en Canarias.