Save the Children insiste en el Congreso de los Diputados en la necesidad de que la Ley contra la violencia hacia la infancia y la adolescencia se tramite de manera urgente

Madrid, 30 de septiembre de 2020- Save the Children ha recordado hoy en el Congreso de los Diputados la necesidad de que se apruebe de manera urgente la Ley Integral de Protección a la Infancia y la Adolescencia. “La violencia contra la infancia parte de una sociedad que no reconoce los derechos de los niños, niñas y adolescentes. Necesitamos que la Ley de violencia contra la infancia y la adolescencia se apruebe lo antes posible para parar el sufrimiento de las víctimas” ha señalado Catalina Perazzo, directora de Políticas de Infancia y Sensibilización de Save the Children, en su comparecencia hoy ante la Comisión de Derechos de Infancia y Adolescencia del Congreso de los Diputados. Al menos 12 menores han muerto ya por causas violentas en lo que va de año en nuestro país y en 2018, según datos del Ministerio del Interior, se interpusieron casi 38.000 denuncias que tenían como víctima a un niño o a una niña.

La infancia está sufriendo los peores efectos de esta pandemia y no puede esperar más. El apoyo ciudadano es decisivo y por ello, Save the Children continúa recogiendo firmas para la aprobación de una Ley Integral de Protección a la Infancia y la Adolescencia. Perazzo ha recordado cómo el confinamiento en sus hogares empeoró la situación de las víctimas de violencia, en especial la de los niños, niñas y adolescentes más vulnerables.



“La protección de la infancia y la adolescencia es una cuestión de Estado y la Ley debe seguir su tramitación de urgencia para que las víctimas se sientan protegidas y escuchadas” ha señalado Perazzo durante su intervención. Save the Children insiste en la importancia de que esta nueva Ley incluya entre sus fines la referencia expresa a entornos seguros, el respeto a los derechos de la infancia y la promoción de un ambiente de protección físico, psicológico y social, también en el entorno digital. La aprobación de la Ley de violencia contra la infancia y la adolescencia y el posterior desarrollo de una estrategia para su puesta en marcha no pueden quedar en un segundo plano. Se trata de una ley imprescindible que supondría un gran avance en la protección a los niños, niñas y adolescentes.



La violencia online se ha vuelto cada vez más frecuente y este es uno de los ámbitos que la Ley no puede dejar fuera: 7 de cada 10 jóvenes manifiesta haber sufrido este tipo de violencia y la edad de riesgo se sitúa entre los 10 y los 17 años. Además, el género se añade como un factor de riesgo, ya que en el 65,4% de los delitos cibernéticos las víctimas son niñas. La prevención desde edades tempranas y el acceso de herramientas de crianza positiva que acompañen a las familias son esenciales.



Combatir la violencia contra la infancia de una manera eficaz exige medidas excepcionales y de urgencia basadas en el más amplio consenso político posible de rechazo a todas las formas de violencia contra los niños, niñas y adolescentes. En plena negociación de los Presupuestos Generales del Estado, Save the Children pide que se priorice la inversión en la infancia y la adolescencia más vulnerables, y que sean el foco de cara a la reconstrucción que debe afrontar nuestro país en los próximos años. 

Sobre Save the Children



Save the Children es la organización independiente líder en la defensa de los derechos de la infancia en todo el mundo. Trabaja desde hace más de 100 años para asegurar que todos los niños y niñas sobreviven, aprenden y están protegidos. Actualmente la organización opera en más de 120 países.



En España trabaja desde hace más de 20 años con programas de atención a los niños y niñas más vulnerables, centrados en la infancia en riesgo de pobreza o exclusión social. A través de sus programas en España, proporcionan una atención integral a los niños, niñas y sus familias para que la situación económica o de exclusión social en la que viven los niños no les impida disfrutar plenamente de sus derechos y puedan alcanzar el máximo de sus capacidades.