Jartum, 16 de abril de 2023 - A medida que los combates se extendían el domingo a zonas residenciales de Jartum, Save the Children hizo un llamamiento a todas las partes para que no atacaran zonas en las que vivieran niños y niñas o escuelas y centros de salud en los que pudieran estar refugiados.
Según informaciones no confirmadas de los medios de comunicación, más de 56 civiles murieron y hasta 600 resultaron heridos a medida que los combates se extendían por la ciudad. Jartum quedó paralizada con todos los aeropuertos cerrados. Las escuelas no abrieron el domingo, como es habitual, y las familias buscaron seguridad en las calles. Aún no se sabe si hay menores de edad entre las víctimas.
El estallido de los combates se produce cuando Sudán se enfrenta a la peor crisis humanitaria de su historia, con conflictos, desastres naturales, brotes de enfermedades y degradación económica que han provocado que 15,8 millones de personas -aproximadamente un tercio de la población y más de la mitad de ellos niños- necesiten ayuda humanitaria.
Katharina von Schroeder, directora en funciones de Incidencia, comunicación y campañas de Save the Children, se encontraba el sábado por la mañana con su hijo de 8 años en una escuela de Jartum, junto con otros nueve padres y 11 niños, cuando estallaron los combates. Desde entonces no han podido salir de la escuela y han pasado la noche en el pabellón deportivo sobre colchonetas de gimnasia.
"Las explosiones no han cesado desde el sábado por la mañana. Hacemos todo lo posible por proteger a los niños y niñas de los acontecimientos, pero empiezan a preocuparse. Por la mañana, oímos fuertes bombardeos y explosiones cerca y nos refugiamos durante algún tiempo en el sótano. Después, encontramos dos balas perdidas de fusil en el exterior", explica. "Todavía es muy pronto para predecir cómo evolucionará la situación, pero el conflicto agravará una realidad ya de por sí grave en el país. Los niños y niñas de Sudán ya llevan años expuestos a las consecuencias del conflicto y del cambio climático, y nos preocupa profundamente este repunte de la violencia”, añade.
El director de Save the Children en Sudán, Arshad Malik, declara: "Mientras duren los combates, existe la obligación legal internacional de tomar todas las precauciones necesarias para proteger a los civiles y los bienes de carácter civil, incluidas las escuelas y los hospitales, que están protegidos por el Derecho Internacional Humanitario. También debe evitarse el uso de armas explosivas en zonas pobladas, ya que se corre el riesgo de causar graves daños a los civiles, en particular a los niños y niñas. Hacemos un llamamiento a todas las partes en conflicto para que detengan los combates inmediatamente, antes de que se pierdan más vidas".
Save the Children en SudÁN
Save the Children lleva trabajando en Sudán desde 1983 para proporcionar ayuda humanitaria a las personas afectadas por la sequía en el oeste del país. Desde entonces, Save the Children ha continuado con sus programas para niños y niñas y sus familias afectadas por el conflicto, los desplazamientos, la pobreza extrema, el hambre y la falta de servicios básicos. Muchas de las personas a las que atendemos se encuentran entre las más vulnerables y a las que es más difícil llegar.
En 2022, Save the Children llegó directamente a 2,1 millones de personas, de las cuales 1,5 millones eran niños y niñas, con programas centrados en la protección de la infancia, el acceso a una educación de calidad, el apoyo sanitario y nutricional y la respuesta a emergencias.