Gaza, 6 de mayo de 2024 - Se ha agotado el tiempo para proteger a los niños y las niñas de Rafah ante el inminente ataque terrestre que obliga a huir a cientos de miles de personas y obstaculiza los esfuerzos de ayuda en el "último refugio" de la Franja de Gaza, asegura Save the Children.
Las fuerzas israelíes han emitido hoy órdenes de reubicación exigiendo a la población civil del este de Rafah que huyera a la denominada "zona humanitaria" designada por Israel en Al-Mawasi, que al parecer se está ampliando simultáneamente. Al mismo tiempo, las órdenes instan a la población civil a no desplazarse a la ciudad de Gaza y a la zona de Wadi Gaza, dejando a la población sin opciones.
Las órdenes llegan tras una noche de intensos bombardeos en Rafah, en la que murieron al menos 22 personas, entre ellas ocho menores de edad. También anoche, los ataques contra el paso fronterizo de Kerem Shalom causaron, según ha transcendido, la muerte de 3 personas. No ha habido coordinación entre las autoridades israelíes y las ONG a través de estructuras formales de coordinación humanitaria antes de la supuesta ampliación de la llamada "zona humanitaria" en Al-Mawasi.
Inger Ashing, directora general de Save the Children International, lamenta la gravedad de la situación: "Esperábamos que este día no llegara nunca. Llevamos semanas advirtiendo de que no existe un plan de evacuación viable para desplazar y proteger legalmente a los civiles. Llevamos semanas advirtiendo de las devastadoras consecuencias que esto tendrá para los niños y las niñas, así como para nuestra capacidad de ayudarles en una respuesta ya de por sí encorsetada. Llevamos semanas pidiendo una acción preventiva. En lugar de ello, la comunidad internacional ha mirado hacia otro lado".
Según Save the Children, la incursión anunciada no sólo pondrá en peligro la vida de más de 600.000 niños y niñas, sino que, en el mejor de los casos, perturbará y, en el peor, provocará el colapso de la respuesta de ayuda humanitaria que actualmente lucha por mantener con vida a la población gazatí.
La respuesta de ayuda se concentra en Rafah, el único paso permitido para las ONG como Save the Children. Ahora el sistema de coordinación establecido allí corre el riesgo de verse interrumpido: los almacenes, los vehículos, las oficinas o el alojamiento del personal. Save the Children asegura que no hay ningún lugar seguro en la Franja de Gaza y, con las restricciones actuales, no hay ningún sitio donde la gente pueda acceder a los productos básicos necesarios para sobrevivir.
"Desplazar por la fuerza a la población de Rafah y perturbar aún más la respuesta humanitaria probablemente sentenciará el destino de muchos niños y niñas. Más de la mitad de la población de Gaza ha huido a Rafah y no tiene ningún lugar seguro al que ir. Muchas personas están heridas, tienen una edad avanzada, padecen enfermedades o están demasiado débiles para huir de nuevo", añade Ashing.
Las familias en la zona están intentando desesperadamente que sus hijos e hijas no mueran de hambre, pero la desnutrición ya se está cobrando vidas. Toda la población de la Franja de Gaza pasa hambre extrema y la inminente incursión afectará al acceso de los niños y niñas a alimentos, agua y atención médica en el momento en que más lo necesitan. Save the Children advierte de que la negación de acceso a la ayuda humanitaria es una grave violación contra los derechos de la infancia y de que el hambre nunca debe utilizarse como arma de guerra.
La organización pide a todos los Estados que actúen con urgencia para proteger a la población civil y evitar crímenes atroces en Rafah. El Gobierno de Israel debe acatar la prohibición del traslado forzoso y la deportación de civiles que establece el derecho internacional humanitario y proporcionar a la población civil lo esencial para su supervivencia. "Ahora más que nunca necesitamos un alto el fuego inmediato y definitivo, aplicado por las partes beligerantes. Hay mucho más que puede y debe hacerse para salvar las vidas de las niñas y los niños", concluye Ashing.
Para respetar la prohibición absoluta del traslado forzoso y la deportación de civiles en virtud del derecho internacional humanitario, Israel está obligado a tomar "todas las medidas posibles" para proporcionar a la población civil evacuada las necesidades esenciales para la supervivencia, así como garantías de un regreso seguro y digno una vez finalizadas las hostilidades. Tales medidas incluyen garantizar seguridad y protección adecuadas, refugio, agua, saneamiento, atención sanitaria y nutrición. A día de hoy, no existe ningún lugar así dentro de la Franja de Gaza.
Save the Children lleva prestando servicios esenciales y apoyo a los niños y las niñas palestinos desde 1953. La organización ha puesto en marcha todas las medidas posibles para apoyar a su personal, mantenerlo a salvo y seguir apoyando a la infancia y sus familias en toda la Franja de Gaza. Sin embargo, estas opciones están limitadas por el desarrollo de las hostilidades.