GINEBRA, 29 de agosto de 2023 - Los gobiernos tendrán que reconocer que la inacción ante la crisis climática es una violación de los derechos de la infancia, tener en cuenta las preocupaciones medioambientales en sus esfuerzos por proteger y cumplir los derechos de niños y niñas, y empoderar y proteger a las chicas y chicos activistas, gracias a un nuevo documento histórico de las Naciones Unidas publicado el 28 de agosto.
En un paso importante para los 2.400 millones de niños, niñas y adolescentes del mundo que sufren actualmente la emergencia climática, el nuevo documento reconoce el derecho de niñas y niños a un medio ambiente limpio, sano y sostenible. Este es el resultado de la acción de decenas de chicos y chicas de todo el mundo que han estado pidiendo un cambio, según Save the Children.
En este nuevo texto, la "Observación General nº 26 sobre los derechos del niño y el medio ambiente, con especial atención al cambio climático", el Comité de los Derechos del Niño de las Naciones Unidas reconoce que:
- La triple crisis planetaria (contaminación, crisis climática y pérdida de biodiversidad) constituye una violación de los derechos de la infancia;
- La degradación del medio ambiente afecta a todos los aspectos de la vida de los niños, niñas y adolescentes y amenaza su futuro;
- La inacción de los gobiernos y las empresas para hacer frente a la crisis medioambiental tiene como consecuencia la violación de los derechos de la infancia y la privación de su futuro;
- Los niños y niñas no son meras víctimas pasivas, como demuestra su fuerte movimiento a nivel mundial.
Al proporcionar directrices a los gobiernos nacionales que han ratificado la Convención sobre los Derechos del Niño, el Comité insta ahora a estos gobiernos a:
- Integrar las cuestiones medioambientales y climáticas en su trabajo por el cumplimiento de todos los demás derechos de la infancia;
- Empoderar a los niños, niñas y adolescentes y proteger a quienes hacen campaña sobre el tema y a los activistas, exigiendo, entre otras cosas, que se les dé acceso a los tribunales y que se les proteja de represalias cuando participen en activismo;
- Informar a los niños, niñas y adolescentes de las consideraciones medioambientales e incluirlos en los procesos de toma de decisiones que afectarán a sus vidas;
- Regular las actividades empresariales para garantizar que siguen procedimientos de diligencia debida que integren evaluaciones de impacto sobre los derechos del niño en sus operaciones.
Olt*, de 16 años y originario de Kosovo, es miembro del grupo infantil “Respect our Rights”, que cuenta con el apoyo de Save the Children. Olt es uno de los adolescentes consultados por el Comité sobre esta decisión, y declaró durante la campaña: "La ciencia demuestra que la Tierra se está muriendo y las personas adultas tienen que escucharnos porque somos más conscientes del daño que han hecho a nuestro mundo. Así que es muy importante escucharnos porque nuestra opinión es válida, no importa la edad, no importa quién, no importa de dónde seamos, la opinión de todas y todos es válida y vemos el mundo desde una perspectiva diferente a la de los adultos."
"Si pudiera decirles a los líderes mundiales algo que tienen que hacer y aconsejarles, es que actúen ahora, literalmente ahora, porque no hay mucho tiempo para actuar. Nuestro mundo se está muriendo y nos queda muy poco tiempo para ayudarlo, para salvarlo. Y si no queremos que nuestra especie se extinga, debemos actuar ya".
El ritmo al que los niños, niñas y adolescentes sufren los efectos de la crisis climática está aumentando en todo el mundo. El informe de Save the Children publicado con investigadores del clima de la Universidad Libre de Bruselas (VUB), Born into the climate crisis: why we must act now to secure children's rights (Nacidos en la crisis climática: por qué debemos actuar ahora para garantizar los derechos de la infancia), concluye que, sobre la base de los compromisos originales del Acuerdo de París, los niños y niñas de todo el mundo se enfrentarán a muchos más impactos climáticos, como olas de calor, sequías, inundaciones, ciclones y malas cosechas, que sus abuelas y abuelos, especialmente quienes viven en muchos países de renta baja y media.
Michel Anglade, director de la Oficina de Incidencia Política de Save the Children en Ginebra, declaró: "En los últimos años, los niños y niñas han alzado la voz y nos han obligado a reconocer el impacto de nuestro estilo de vida en el planeta y, a su vez, en los derechos, la vida y el bienestar de la infancia y las generaciones futuras. Las niñas, niños y adolescentes nos cuentan cómo tanto ellas y ellos, como sus amigos pasan hambre debido a las malas cosechas; cómo las inundaciones les impiden ir a la escuela... y necesitan que actuemos con urgencia. "
"Esperamos que este documento histórico -una respuesta al cambio impulsado por los niños y niñas de todo el mundo- inspire a los Estados a incorporar las preocupaciones medioambientales y sobre el cambio climático en su legislación, a regular las empresas y a permitir que las chicas y chicos sigan exigiendo justicia climática."
Notas para la edición
Esta "Observación General" fue redactada por el Comité de los Derechos del Niño de las Naciones Unidas, compuesto por 18 personas expertas independientes que evalúan la labor de los gobiernos en materia de derechos de la infancia. Este documento es una respuesta de la ONU al amplio llamamiento de los niños, niñas y adolescentes para que la comunidad internacional reaccione ante la actual devastación medioambiental y el cambio climático.
La Convención sobre los Derechos del Niño, adoptada en 1989 y ratificada por 196 Estados, esboza los derechos universales de los niños, como el derecho a la vida, la supervivencia y el desarrollo. Una Observación General ofrece orientación sobre lo que implican estos derechos para un tema o ámbito legislativo específico. La ya publicada "Observación General nº 26 sobre los derechos del niño y el medio ambiente, con especial atención al cambio climático", aborda explícitamente la emergencia climática, el colapso de la biodiversidad y la contaminación generalizada, esbozando contramedidas para proteger la vida y las perspectivas vitales de los niños, niñas y adolescentes.
*nombre cambiado por cuestiones de salvaguarda.