Cientos de niños mexicanos han pasado de nuevo otra noche al aire libre, en campamentos improvisados, refugios o en la calle, al no poder regresar a casa por los terremotos y réplicas que está sufriendo el país desde las últimas semanas. El último sismo, de magnitud 6,1, se produjo ayer sábado en el estado sureño de Oaxaca. Con este nuevo temblor, los edificios que ya habían sido dañados por los terremotos anteriores (el 7 de septiembre en Oaxaca y el 19 de septiembre en Puebla) corren mayor riesgo de colapso.
Nicolas Villa, trabajador de Save the Children, estaba en Oaxaca cuando este nuevo terremoto sacudió la zona. “Estábamos desayunando en casa, cuando de repente todo tembló. La gente salió a la calle gritando, desesperada y alejándose de los edificios que se tambaleaban. Todo el mundo está muy asustado, acampando en la calle o frente a sus hogares. El ejército ha creado refugios temporales, pero muchas familias no quieren salir de sus casas por miedo a que les roben”, describe Villa.
En medio de la devastación, los mexicanos han mostrado una gran solidaridad, donando ropa, juguetes, comida y agua a las personas sin hogar. Personal de Save the Children ha visitado uno de los refugios improvisados en la ciudad de Atlixco, en el estado de Puebla, donde al menos 70 personas están alojadas, entre ellas decenas de niños. "Después de este último terremoto la gente está realmente muy asustada. Muchos niños y adolescentes, como mi hijo de 15 años, nunca han vivido una cosa así. Por las noches no puede dormir, ni siquiera en el refugio y no quiere regresar a casa”, señala Araceli, voluntaria de la comunidad,
Muchos hogares y escuelas han sido destruidos por los múltiples temblores. En el pueblo de Tepapayeca, en el estado de Puebla, hemos hablado con un abuelo y su nieto, a los que el personal de Save the Children encontró vagando entre los escombros de su casa. “Trabajé muy duro para levantar mi casa y en solo unos momentos se vino abajo. Yo sobreviví al terremoto de 1985 y este también lo superaré”, explica Micacio Moreno, de 68 años. Su nieto, Armando Moreno, de 12 años, añade: “No me siento mal por perder mi casa, lo más importante es mi familia. Mi habitación ya no existe, pero mi familia está bien”.
Cerca de 30 millones de personas viven en la zona afectada por el terremoto. Al menos 7.000 escuelas en todo el país han sido dañadas. El gobierno mexicano asegura que al menos 350 necesitan ser reconstruidas por completo. “Los niños afectados por los terremotos necesitan apoyo psicológico urgente y lugares seguros donde puedan recuperarse de lo que han visto. Muchos están asustados y nerviosos. Su casas y escuelas deben ser reconstruidas con rapidez para que puedan volver a la normalidad lo antes posible”, concluye Ivonne Piedras, responsable de Incidencia Política de Save the Children México.
Sobre el trabajo de Save the Children:
Save the Children está respondiendo a esta emergencia en cuatro estados mexicanos (Ciudad de México, Morelos, Puebla y Oaxaca) abriendo centros para niños, donde les proveemos de apoyo emocional para ayudarles a lidiar con el estrés y la ansiedad. Estamos reconstruyendo y reparando escuelas y hogares y esperamos que nuestra ayuda pueda alcanzar al menos a 100.000 personas en los cuatro estados, incluyendo 30.000 niños.
Save the Children trabaja en México desde 1973. Estas son las cuentas bancarias para ayudar en la emergencia:
Por transferencia o ingreso en cuenta bancaria (Concepto: FONDO DE EMERGENCIAS):
Santander ES13 0049 0001 5224 1001 9194
CaixaBank ES89 2100 1727 1202 0003 2834
BBVA ES83 0182 5502 5800 1002 0207
Bankia ES81 2038 1004 7168 0000 9930
Para donar a través de nuestra página web: https://www.savethechildren.es/ayuda-terremoto-en-mexico