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Londres, 30 de abril de 2020. Save the Children considera que el regreso de plagas de langostas del desierto, junto con el impacto del coronavirus y el regreso de la temporada de inundaciones serán devastadoras para las posibilidades de supervivencia de los niños y las niñas desnutridos en Somalia, Etiopía y Kenia.
Las comunidades del Cuerno de África, que ahora se están preparando para el impacto de la Covid-19, tendrán que afrontar en mayo nuevas plagas de langostas. El período inusualmente húmedo entre las lluvias cortas de 2019 y las largas de 2020 ha favorecido la puesta de huevos. Una sola langosta hembra puede poner hasta 158 huevos a la vez, así que se espera que una vez que eclosionen en mayo, nuevas y enormes plagas crecerán en junio y julio justo a tiempo para la cosecha, diezmando aún más los cultivos cruciales. Las acciones gubernamentales de control de la langosta, incluida la capacitación del personal y la pulverización de pesticidas, se enfrentan a nuevos desafíos debido a las restricciones para frenar al coronavirus.
Las lluvias también han provocado un aumento dramático en los niveles de los ríos de la cuenca del Shebelle, tanto en Etiopía como en Somalia, ascendiendo a su paso por la ciudad de Beledweyne hasta seis metros el pasado lunes. Se teme que el río se desborde y esté así hasta principios de mayo, poniendo en peligro a más de 240.000 personas, muchas de las cuales ya se vieron afectadas cuando las devastadoras inundaciones azotaron la región en octubre y noviembre de 2019.
Las nuevas plagas de langostas, los sucesivos fenómenos climáticos extremos y la dependencia de formas de ingresos que se ven afectadas por las restricciones del coronavirus –como el turismo y las remesas– han ejercido una presión sin precedentes sobre las familias altamente vulnerables y desnutridas en todo el Cuerno de África. Los precios de los productos básicos han aumentado en más del dos por ciento en Somalia, un incremento sustancial para las familias que viven por debajo del umbral de la pobreza. Save the Children tiene constancia de que las familias ya se están saltando comidas debido al aumento de los precios de los alimentos. Las remesas, un mecanismo vital de apoyo familiar y un ancla para muchos medios de vida en la región, se han visto afectadas por cierres, despidos e interrupciones comerciales en países de todos los continentes por la Covid-19.
Al menos 5,2 millones de niños y niñas menores de cinco años ya padecen desnutrición aguda en Somalia, Kenia y Etiopía, incluidos casi 1,3 millones de niños y niñas que están gravemente desnutridos y en riesgo de morir de hambre. Save the Children considera que las necesidades nutricionales de emergencia en los próximos meses serán devastadoras al sumarse a esa situación la pandemia del coronavirus y las plagas de langosta. Los niños y las niñas con una dieta pobre, particularmente en los primeros meses y años de vida, tienen un mayor riesgo de enfermedades, infecciones y retraso en el crecimiento, lo que puede afectar en su desarrollo intelectual, productividad y salud en la edad adulta.
Yvonne Arunga, directora de Operaciones Regionales de Save the Children para África Oriental y Meridional, asegura: “2020 será un año decisivo para una generación de niños y niñas en todo el Cuerno de África. El coronavirus llega en un momento en que ellos y sus familias ya están lidiando con múltiples amenazas, como las crisis climáticas recurrentes, los conflictos armados y las plagas de langostas. En consecuencia, los frágiles medios de vida están siendo completamente destruidos”.
Save the Children está interviniendo en Somalia, Kenia y Etiopía para salvar vidas y ayudar a las familias vulnerables, pero la magnitud de tragedia en este momento es abrumadora. El propio personal de la organización está padeciendo la situación ya que vive en esas mismas zonas y tienen que adaptarse para continuar brindando servicios esenciales mientras intentan proteger a las familias en riesgo y a sí mismos. “Decir que esto no tiene precedentes se queda corto para expresar la gravedad. Necesitamos recursos, necesitamos personas y necesitamos apoyo global. Aunque el mundo se tambalea, no podemos olvidar a las personas más vulnerables del mundo”, añade Arunga.
Para maximizar el impacto de su intervención, Save the Children está trabajando en estrecha colaboración con los gobiernos de los países afectados, con Naciones Unidas y con organizaciones locales en el Cuerno de África para garantizar que continúen los programas nutricionales pese a los desafíos planteados por la Covid-19. Save the Children está llevando a cabo acciones muy diversas para paliar los efectos en la población más vulnerable, tales como la capacitación remota del personal de nutrición, protección, promoción y apoyo de las prácticas de lactancia materna, la distribución de suministros de nutrición a las familias para reducir la cantidad de veces que necesitan entrar en contacto con los establecimientos sanitarios y mejoras de los centros de salud para que puedan estar adaptados para la pandemia de coronavirus y sus consecuencias.
Sobre Save the Children
Save the Children es la organización independiente líder en la defensa de los derechos de la infancia en todo el mundo. Trabaja desde hace más de 100 años para asegurar que todos los niños y niñas sobreviven, aprenden y están protegidos. Actualmente la organización opera en más de 120 países.
En España trabaja desde hace más de 20 años con programas de atención a los niños y niñas más vulnerables, centrados en la infancia en riesgo de pobreza o exclusión social. A través de sus programas en España, proporcionan una atención integral a los niños, niñas y sus familias para que la situación económica o de exclusión social en la que viven los niños no les impida disfrutar plenamente de sus derechos y puedan alcanzar el máximo de sus capacidades.