- Respecto al año anterior, se ha incrementado en 5,10 puntos porcentuales. La pobreza en la población general, en 1,6 puntos.
- En los hogares con menores de edad la tasa de pobreza se sitúa en 24,5%, frente al 15,8% de los hogares sin niños y niñas.
- El 44% de los hogares andaluces encabezados por una madre sola está en situación de pobreza
Sevilla, 30 de junio de 2022. Un 27,9% de los menores de 18 años en Andalucía está en situación de pobreza, 5 puntos por encima del año anterior. Así lo revela el análisis que ha hecho Save the Children a raíz de la última Encuesta de Condiciones de Vida (ECV) del Instituto Nacional de Estadística publicada ayer, y tomando como referencia el umbral de renta autonómico.
En total, el número de niños y niñas en situación de pobreza en 2021 en Andalucía se elevó a más de 439.000. En su análisis, la organización alerta de que la pobreza infantil supera la pobreza de la población en general que sube 1,6 puntos respecto el año anterior y alcanza el 20,5%.
Las cifras reflejan el dramático impacto de la pandemia en la vida de las familias andaluzas, ya que la ECV correspondiente a 2021 recoge los datos de ingreso referidos a 2020, siendo la primera encuesta en medir el impacto real de la crisis socioeconómica derivada de la pandemia en la renta de las familias. Todo ello evidencia la necesidad de que el nuevo Gobierno andaluz ponga en marcha medidas urgentes para reducir la desigualdad y la pobreza entre aquellas familias que más lo necesitan.
Para Javier Cabrera, portavoz de Save the Children en Andalucía, “es especialmente preocupante el incremento del porcentaje de población infantil que vive en pobreza severa en Andalucía, que ha pasado de un 10,1% en 2020 a un 15,3% en 2021, lo que supone más de 240.000 niños y niñas viviendo en esta situación. Y todo esto a pesar de la introducción de medidas clave de lucha contra la pobreza, como el Ingreso Mínimo Vital y la Renta Mínima de Inserción Social de Andalucía”.
Además, la organización alerta de que la carencia material y social severa que afecta a la infancia andaluza ha aumentado progresivamente, pasando de afectar a un 5,9% de la población infantil en 2019, a un 9,3% en 2020 y llegando en 2021 a un 11,4% de niños y niñas menores de 18 años en la comunidad, lo que supone que actualmente cerca de 180.000 niños y niñas estén viviendo en una situación que supone el nivel más extremo de escasez, lo que conlleva a la imposibilidad de atender necesidades básicas para el bienestar y dignidad de la infancia.
Algunos de los elementos contemplados en el análisis de la carencia material han experimentado aumentos importantes: un 15,2% de niños y niñas vive en hogares andaluces que no pueden permitirse mantener la vivienda con una temperatura adecuada, frente al 9,3% que se encontraba en esta situación el año anterior. El 7,3% de la infancia vive en hogares que no se pueden permitir una comida de carne, pollo y pescado cada dos días, frente al 6,4% del año anterior.
Nuevamente, los hogares con hijos e hijas menores de edad se enfrentan a mayores tasas de pobreza. El 24,5% de estos hogares se encuentra en situación de pobreza frente al 15,8% de los hogares sin menores a cargo. La brecha entre estos dos tipos de hogares ha aumentado 4 puntos respecto a 2020 (20,8% en hogares con hijos e hijas a cargo y 16,7% en los hogares sin menores a cargo). Además, si comparamos los datos entre los últimos años, nos encontramos con que la crisis ha afectado más profundamente a los hogares con hijos e hijas a cargo, ya que en los hogares sin menores a cargo las tasas de pobreza han disminuido.
La diferencia es igualmente significativa en el caso de la pobreza severa (12,3% en los hogares con menores de edad frente al 8,3%). Todo ello pone de relieve la necesidad de las familias con hijos e hijas de contar con ayudas para evitar que la crianza suponga un riesgo de caer en la pobreza.
La situación de los hogares monomarentales resulta especialmente preocupante puesto que se enfrentan a una tasa de pobreza del 44,4% (22,3 puntos por encima respecto al año anterior). El análisis de Save the Children sostiene que las mujeres cuentan con mayor precariedad y pobreza laboral, lo cual influye en sus tasas de pobreza, desproporcionadamente elevadas. Más de la mitad de estos hogares están en una situación especialmente vulnerable, ya que han aumentado considerablemente los hogares monomarentales en situación de pobreza severa, que eran el 10,3% del total en 2020 y alcanzan en 2021 el 22,4%.
Este empeoramiento está estrechamente relacionado con el alza de los precios, especialmente de la energía o los alquileres. Ambos gastos constituyen algunos de los principales que se analizaron en el último informe de Save the Children, El coste de la crianza, y suponen uno de los factores principales de vulnerabilidad para las familias con hijos e hijas. La organización recuerda que el coste de criar un hijo/a en 2022 en Andalucia es de 641€ al mes. Para 166.467 hogares andaluces, los más empobrecidos, es directamente imposible cubrir este gasto, incluso dedicando todos sus ingresos a ello. Desde 2018, el coste del cuidado de los niños y niñas ha crecido en la comunidad un 14%. Desde entonces, y hasta marzo del 2022, la inflación en nuestro país ha aumentado un 11,3%. La crianza en Andalucía y el resto de España se ha encarecido por encima del incremento general de precios, ya de por si elevado.
“Todos estos datos ponen de manifiesto la necesidad de tomar medidas urgentes para reducir la desigualdad a la que hacen frente las familias más vulnerables. Es importante poner el foco en políticas que rompan el círculo de transmisión de la pobreza que, en 4 de cada 5 casos, se reproducen de generación en generación”, afirma Cabrera.
UNA AYUDA UNIVERSAL A LA CRIANZA
Para muchas familias con hijos e hijas en Andalucía, la factura de la crianza es inasumible y las aboca a los elevados niveles de pobreza infantil que constata una vez más la Encuesta de Condiciones de Vida y que son impropios de una comunidad con un avanzado sistema de protección social. El sistema español de apoyo a las familias e infancia se encuentra entre los menos desarrollados del entorno europeo, al destinar el 1,3% del PIB en apoyo a infancia y familias, frente al 2,3% de media en la UE.
Save the Children propone distintas medidas para facilitar a las familias la crianza e incentivar la natalidad en Andalucía: implementar una ayuda de 100 euros mensuales de forma universal y modificar la Renta Mínima de Inserción Social de Andalucía para convertirla en una prestación complementaria al Ingreso Mínimo Vital que amplíe la cobertura económica y asuma gastos de vivienda de las familias con derecho a estas prestaciones.
“El nuevo Gobierno andaluz tiene ahora la oportunidad de poner estas medidas en marcha para reducir los insoportables niveles de pobreza infantil. Estas propuestas tendrían un impacto positivo sobre la infancia en situación de pobreza porque invertir en la crianza de los niños y niñas previene situaciones futuras de pobreza y exclusión social y porque atienden las situaciones de mayor urgencia a las que se enfrenta la infancia más empobrecida”, concluye Cabrera.