La educación se interrumpe por sexto año consecutivo para 1,5 millones de niños y niñas en el Líbano, con la mitad de las escuelas públicas utilizadas como refugios

 

Niña atendida por Save the Children en Líbano



Beirut, 10 de octubre de 2024 - La mitad de las escuelas públicas del Líbano se han convertido en refugios para personas desplazadas por la fuerza en las últimas dos semanas, lo que ha interrumpido la educación de los niños y niñas por sexto año consecutivo y ha aumentado la amenaza para su bienestar físico y mental a largo plazo, según Save the Children. 

El Ministerio de Educación libanés declaró que los ataques aéreos israelíes han obligado a cerca del 40% de los 1,5 millones de alumnos y alumnas libaneses a abandonar sus hogares y han pospuesto el inicio del curso escolar para las escuelas públicas del 14 de octubre al 4 de noviembre. 

Al menos 500 escuelas públicas -aproximadamente la mitad de las escuelas públicas del país- se utilizan ahora como "refugios colectivos", tras la escalada de violencia del 23 de septiembre que provocó el desplazamiento de más de 1,2 millones de personas, es decir, alrededor de una quinta parte de la población. 

Los "refugios colectivos" son edificios y estructuras preexistentes en los que un gran grupo de personas desplazadas encuentran cobijo durante un breve periodo de tiempo mientras se buscan soluciones duraderas. Se pueden utilizar diversas instalaciones como centros colectivos: centros comunitarios, ayuntamientos, hoteles, gimnasios, almacenes, edificios inacabados, fábricas en desuso. Las infraestructuras y los servicios básicos se proporcionan de forma comunitaria o se posibilita el acceso a ellos. 

Este es el sexto año de interrupciones significativas en la educación de la infancia y la adolescencia en el Líbano, y el Banco Mundial estima que este país tardará generaciones en recuperarse de estos sucesivos choques a la educación de los niños y las niñas. 

Save the Children señala que los niños y las niñas libaneses se han visto afectados por múltiples y complejas crisis durante décadas, sin poder recuperarse plenamente, entre ellas la pandemia de la Covid-19, la inestabilidad política, la explosión del puerto de Beirut, las recesiones económicas y la huelga de profesorado de 2023. 

Desde octubre de 2023, la escalada de las hostilidades transfronterizas ha causado más de 2.000 muertos, entre ellos unos 127 niños y niñas, y al menos 10.000 personas heridas. 

Salim [nombre ficticio], de 45 años, es padre de tres niños de 12, 16 y 17 años del sur de Líbano. El año pasado, su familia se vio obligada a trasladarse ocho veces. Ahora se alojan en una escuela utilizada como refugio colectivo en Bekaa, al este del Líbano, compartiendo aula con otra familia: "Cada vez que pensábamos que esto era todo y que podíamos asentarnos, tomarnos un respiro, nos veíamos obligados a trasladarnos de nuevo. Ninguno de mis hijos ha recibido una educación adecuada desde 2020. Ahora, lo único que les importa es asegurarse de que estamos seguros y juntos. Nunca quise esto para ellos. Quería que tuvieran la libertad de soñar, de perseguir esos sueños cuando llegara el momento y de vivir sus vidas al máximo. Pero ahora, todo lo que quiero es que sobrevivan".  

Sawsan [nombre ficticio], de 27 años, fue desplazada a la misma escuela con sus dos hijos, de cuatro y cinco años: "Ha sido un año así, un año en el que mis hijos se han despertado con el sonido de las bombas israelíes explotando a nuestro alrededor. Un año de incertidumbre. Nos fuimos el 26 de septiembre tras el ataque a nuestro pueblo. Pasamos dos días en la carretera, buscando desesperadamente seguridad y refugio hasta que llegamos a esta escuela. Al principio, mis hijos estaban confusos e inseguros".

Erin Wall es asesora técnica de educación de Save the Children Líbano. Defiende la importancia de no desatender la enseñanza a pesar de las bombas: "La educación durante los conflictos desempeña un papel crucial a la hora de proporcionar una sensación de normalidad y rutina a los niños y niñas, pero ahora las escuelas vuelven a estar cerradas y la mayoría de las actividades de educación no formal se han interrumpido en las últimas dos semanas. Esto no hace sino agravar su angustia, que pierden la seguridad que les aporta sus amistades y profesorado, la estructura de espacios de aprendizaje seguros y los servicios de apoyo rutinarios que pueden encontrar en las escuelas. Si las escuelas permanecen cerradas, cabe esperar que se agraven las pérdidas de aprendizaje, ya que los niños y las niñas serán incapaces de leer y escribir, lo que conllevará un mayor riesgo de abandono escolar y un menor rendimiento escolar en general, por no mencionar el aislamiento social y la desconexión. Esto afectará significativamente al bienestar, el desarrollo y su capacidad de aprendizaje, limitando sus oportunidades de futuro".

Save the Children se compromete a garantizar que los niños y las niñas puedan acceder a su derecho a una educación de calidad incluso en tiempos de crisis. Desde la escalada de las hostilidades en octubre de 2023, la organización ha llegado a más de 2.100 niños y niñas desplazados a través de la realización de actividades de aprendizaje de emergencia, la prestación de apoyo psicosocial no especializado crítico y actividades de aprendizaje socioemocional y la distribución de materiales educativos.  

"Innumerables padres y madres nos dicen que una de sus principales prioridades es que sus hijos e hijas vuelvan a la escuela, lo que no nos sorprende", narra Jennifer Moorehead, directora de Save the Children en Líbano. "La educación es uno de los factores más esenciales necesarios para la recuperación y el futuro de los niños, las niñas y del propio país. Las escuelas también ofrecen un importante punto de entrada para que los niños y niñas sean derivados a otros servicios esenciales como la asistencia sanitaria, el apoyo a la salud mental o los servicios de protección de menores de edad. Cada día fuera de las aulas es una amenaza creciente para su bienestar físico y mental a largo plazo. Las escuelas solo deben utilizarse como refugios como último recurso, y durante el periodo más breve posible. Pedimos un alto el fuego inmediato para evitar más sufrimiento y proteger el derecho a la educación", añade.

Save the Children trabaja en Líbano desde 1953. Desde octubre de 2023, ha estado ampliando su respuesta en el país, apoyando a niños, niñas y familias libaneses, sirios y palestinos desplazados, y ahora ha intensificado una respuesta de emergencia en todo el país en 161 refugios colectivos. Desde octubre de 2023, ha apoyado a más de 100.000 personas, incluidos 40.000 niños y niñas, con dinero en efectivo, mantas, colchones y almohadas, kits de alimentos, botellas de agua y kits con artículos de higiene esenciales. 

Actualmente, Save the Children está ampliando su respuesta de educación en emergencias y el apoyo relacionado con la protección de la infancia para las familias desplazadas dentro y fuera de los refugios colectivos, centrándose en garantizar la continuidad del aprendizaje y el apoyo al bienestar. La organización insta a apoyar esta labor mediante donaciones económicas: https://www.savethechildren.es/colaborar-ong/emergencia-libano-em