Puerto Príncipe, 24 de abril de 2024 - Un promedio de casi 600 niños, niñas y adolescentes al día han huido de sus hogares en Puerto Príncipe desde principios de marzo debido a la violencia de las pandillas, esquivando intensos tiroteos y siendo testigos de cadáveres y violaciones, según Save the Children, mientras la capital se enfrenta esta semana a nuevos ataques, lo que hace temer más desplazamientos.
Entre el 8 de marzo y el 9 de abril, unas 95.000 personas, entre ellas más de 19.300 niños, niñas y adolescentes huyeron de sus hogares en la capital y sus alrededores, según los últimos datos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). Casi dos tercios de las personas que abandonaron Puerto Príncipe el mes pasado habían sido desplazadas anteriormente, y más de la mitad de ellas se habían visto obligadas a huir al menos en dos ocasiones.
La violencia de las pandillas se ha recrudecido en el país esta semana, con informes de pandillas que llaman a quemar casas, poniendo a más niños, niñas y adolescentes en riesgo de desplazamiento.
En los últimos dos años, la violencia en Haití ha desplazado al menos a 182.000 niños, niñas y adolescentes según la OIM. Sin embargo, es probable que la cifra real sea mucho mayor. A finales de febrero, la violencia de las pandillas empezó a descontrolarse, llevando al gobierno al borde del colapso e impidiendo a las organizaciones humanitarias suministrar ayuda vital en las zonas donde los combates estaban activos.
Chantal Sylvie Imbeault, directora de Save the Children en Haití, declara: "Los niños, niñas y adolescentes se enfrentan a un infierno tratando de escapar de las zonas urbanas controladas por las pandillas. Están arriesgando sus vidas todos los días y presenciando cosas que nadie debería presenciar: intensos tiroteos, cadáveres, violaciones y reclutamiento forzado por parte de grupos armados. Y añade: "La violencia se está intensificando una vez más esta semana, y es probable que se produzcan más destrucción, desplazamientos y muertes. Muchos de los niños, niñas y adolescentes actualmente desplazados han sido obligados a abandonar sus hogares al menos una vez antes, por lo que cualquier sensación de seguridad que tengan les está siendo arrancada una y otra vez".
"Es esencial que las organizaciones humanitarias tengan acceso sin restricciones para prestar ayuda y salvar vidas en las zonas afectadas por combates activos. La comunidad internacional también debe aumentar su financiación para la crisis de Haití, que actualmente sólo cuenta con un 8% de fondos. Si no lo hace, la situación se extenderá a otras zonas del país, lo que agravará la crisis y pondrá en peligro más vidas", afirma Imbeault.
Hambre y riesgo de enfermedades
La mayoría de los niños, niñas, adolescentes y familias desplazados por la violencia de las pandillas buscan refugio en campamentos, escuelas e iglesias. Con la llegada de la estación lluviosa, las familias desplazadas que viven en campamentos hacinados, especialmente los niños y niñas que también están padeciendo de hambre, corren un mayor riesgo de contraer enfermedades transmitidas por el agua, como la diarrea y el cólera.
La falta de acceso a alimentos alcanza niveles sin precedentes, y una de cada cinco familias de la región de Puerto Príncipe está a un paso del hambre. Con las pandillas controlando más del 90% de la ciudad, las familias luchan por encontrar y permitirse alimentos nutritivos. Desde enero, el precio de una canasta de básica de alimentos en Puerto Príncipe se ha disparado un 21%.
Todas las partes deben hacer todo lo posible para proteger a los niños, niñas y adolescentes y respetar el derecho internacional humanitario. Save the Children también hace un llamamiento a la comunidad internacional para que aumente urgentemente la financiación humanitaria para la crisis de Haití.
Sobre Save the Children
Save the Children trabaja sin descanso para apoyar a los niños, niñas y adolescentes atrapados en este ciclo mortal de violencia, pobreza y hambre. Desde febrero, Save the Children ha seguido apoyando a más de 2.000 niños, niñas y adolescentes en las escuelas de las regiones del Sur y Grand'Anse, víctimas de la inseguridad del país.
La organización de defensa de los derechos de la infancia también está proporcionando transferencias monetarias para que las familias puedan comprar alimentos y otros artículos de primera necesidad, y prestando apoyo sanitario y nutricional, incluido el tratamiento de la desnutrición infantil y el asesoramiento nutricional a los cuidadores. Save the Children lleva trabajando en Haití desde 1978, tanto en comunidades urbanas como rurales.