Gaza, 14 de enero de 2025 – El uso de armas explosivas en Gaza en 2024 condenó a una media de 475 niños y niñas al mes –o 15 niños y niñas al día– a sufrir discapacidades que podrían durar toda la vida, entre ellas graves lesiones en las extremidades y deficiencias auditivas, según Save the Children.
La cifra estimada procede del análisis realizado por la organización de un informe del Cluster de Protección de Gaza –un grupo de organizaciones humanitarias entre las que se encuentra Save the Children– que muestra como en los primeros 11 meses de 2024, al menos 5.230 niños y niñas sufrieron lesiones que requerían de un importante apoyo en rehabilitación, inaccesible debido a los ataques de las fuerzas israelíes a hospitales y personal sanitario y a las restricciones a la entrada de suministros críticos, dejándoles con una alta probabilidad de discapacidad.
Sin embargo, se estima que estas cifras sean bajas y no recojan a todos los niños y niñas que han quedado con discapacidades auditivas o visuales debido a lesiones relacionadas con la guerra. Tampoco incluyen a los niños y niñas que sufren lesiones psicológicas que pueden durar toda la vida como consecuencia de incidentes traumáticos que han presenciado o experimentado durante la guerra.
Estas lesiones –que incluyen la pérdida de extremidades, de la vista o del oído– se han agravado debido al daño hacia el sistema sanitario y a la destrucción de las instalaciones médicas de Gaza, así como a la restricción del flujo y la escasa disponibilidad de medicamentos, lo que ha hecho casi imposible el tratamiento y la atención terapéutica o de rehabilitación dentro de dicho territorio.
El único centro de reconstrucción y rehabilitación de extremidades de Gaza lleva sin funcionar desde diciembre de 2023 por falta de suministros y personal, y resultó aún más dañado en una incursión en febrero de 2024.
Los niños y niñas que han perdido las piernas necesitan atención especializada a largo plazo mientras crecen, con revisiones periódicas de las prótesis adecuadas y otros tratamientos, a veces hasta cada seis meses. Estos tratamientos son actualmente imposibles de recibir en Gaza.
La doctora Ana Jeelani, cirujana ortopédica de la organización Medical Aid for Palestinians, entidad socia de Save the Children, explica la importancia de intervenir con urgencia: “Cuando tratas a niños y niñas con heridas, tienen huesos en crecimiento, así que, si tienen una herida en la parte en crecimiento del hueso, esa parte dejará de crecer”.
“Las heridas no cicatrizan debido al aumento de los niveles de desnutrición: básicamente estamos intentando suturar heridas que no cicatrizan. Los niños y niñas se ven abocados a amputaciones porque los huesos no cicatrizan, son extremidades fijas pero no funcionales debido a la gravedad de la situación”, añade.
El doctor Ghassan Abu-Sittah, cirujano experto en el tratamiento de heridas por explosiones en niños y niñas, pasó 45 días en Gaza entre octubre y noviembre de 2023 operando en el hospital Al Ahli: “Gaza está redefiniendo las heridas de guerra. Vi a muchos bebés que sufrieron amputaciones antes de aprender a andar, lo que afectará a su desarrollo, ya que su cerebro aún no ha captado correctamente la recepción y la coordinación ojo-mano”.
Miles de niños y niñas necesitan ahora prótesis, y es probable que desarrollen problemas en la extremidad opuesta, según el doctor Abu-Sittah: “Pueden sufrir artrosis precoz en la articulación de la cadera y la rodilla. O pueden sufrir deformidades en la espalda. A los 20 o 30 años pueden necesitar prótesis articulares, algo que normalmente se hace a los 70 u 80 años, debido a la presión desproporcionada que se ejerce sobre la articulación normal”.
Un asesor de una organización colaboradora de Save the Children en Gaza, que presta servicios de apoyo a la salud mental de niños y niñas que han resultado heridos durante la guerra recuerda el caso de Ahmad [nombre ficticio], uno de los niños y niñas a los que apoyan, de cinco años y que estaba desplazado con su familia en una escuela convertida en refugio: “Cuando la escuela fue alcanzada, Ahmad perdió a su padre y un brazo. Durante una sesión de asesoramiento estábamos jugando juntos con arcilla y Ahmad me pidió que le hiciera un brazo nuevo con ese material. Le dije que, con suerte, cuando saliera de Gaza, tendría un brazo nuevo. Así que me dio el trozo de arcilla y me dijo que le hiciera un nuevo papá”.
Alexandra Saieh, directora global de Incidencia Política de Save the Children, asegura que “en Gaza, la infancia ha sido sustituida por el dolor y el trauma, mientras que los medios para tratar y apoyar eficazmente a los niños y niñas han sido erradicados sistemáticamente. Su supervivencia se ve frustrada en todo momento, al igual que nuestra capacidad para proporcionarles la atención crítica que necesitan”.
“La magnitud y gravedad de estos daños físicos y mentales no sólo destrozan vidas individuales, sino que amenazan el tejido y el futuro de la sociedad palestina para las generaciones venideras. Para salvaguardar estos futuros y evitar más daños irreparables, urge la acción inmediata de la comunidad internacional. Cada día, cada retraso, amenaza con socavar aún más el futuro cada vez más frágil de los niños y niñas palestinos”, concluye.
En septiembre de 2024, la Organización Mundial de la Salud (OMS) afirmó que más de 22.500 personas en Gaza habían sufrido lesiones que les habían cambiado la vida, y que requerían servicios de rehabilitación “ahora y durante años”. Además de los nuevos heridos, la OMS aseguró que decenas de miles de palestinos que ya padecían enfermedades crónicas o discapacidades corren ahora un mayor riesgo debido al colapso de servicios críticos.
Save the Children sigue exigiendo un alto el fuego definitivo y que ningún Estado suministre armas o municiones que corran el riesgo de ser utilizadas en la comisión de crímenes internacionales en Gaza. La organización también hace un llamamiento al Gobierno de Israel para que levante todas las restricciones que impiden la entrega de ayuda humanitaria.
La Corte Internacional de Justicia ha observado que existe un riesgo plausible de que se cometa un genocidio, y ha ordenado a Israel que desista de cometer todos y cada uno de los actos incluidos en el ámbito de la Convención sobre el Genocidio.
Save the Children lleva prestando servicios y apoyo esenciales a los niños y niñas palestinos desde 1953 y tiene una presencia permanente en el Territorio Palestino Ocupado desde 1973.
Mediante el trabajo conjunto, Save the Children y sus organizaciones socias han llegado a más de un millón de personas en 50 localidades de Gaza, con suministros vitales que incluyen agua potable, alimentos, productos de higiene, colchones, mantas, material didáctico y juguetes. También ha proporcionado ayuda en efectivo y ha puesto en marcha Espacios Amigables para la Infancia y programas de salud que incluyen desnutrición aguda y apoyo a la salud mental, entre otros. En las últimas semanas y meses, ha proporcionado a miles de familias alimentos y kits de invierno que incluyen colchones, mantas, lonas y otros artículos de refugio para ayudar a las familias a protegerse de los duros elementos del invierno.