Encuesta en 37 países: La Covid-19 ha truncado el futuro de los niños y las niñas más pobres del mundo

Save the Children lleva a cabo la mayor encuesta mundial de este tipo sobre el impacto de la pandemia entre unos 25.000 niños, niñas y personas adultas 

El 93% de los hogares que perdieron más de la mitad de sus ingresos debido a la pandemia expresaron dificultades para acceder a los servicios de salud

En España el 72% de los menores de edad y el 77% de las personas adultas han acusado un empeoramiento de su salud emocional

Materiales para medios de comunicaciónhttps://bit.ly/32hM9wx

Análisis de la encuesta (en inglés): https://bit.ly/35htPW8 

Resumen del análisis (en español)https://bit.ly/3ijt5mZ

Encuesta sobre España: https://bit.ly/2FdME1p 

Londres/Madrid, 10 de septiembre. La pandemia de la Covid-19 ha tenido un impacto devastador en la educación de los niños y las niñas de los entornos más pobres y está ampliando la brecha entre la infancia rica y pobre, según revela hoy una nueva encuesta global de Save the Children. La organización asegura que en los seis meses transcurridos desde que se anunció la pandemia, los niños y las niñas más vulnerables han perdido de manera desproporcionada el acceso a la educación, la atención médica y la alimentación, así como han sufrido los mayores riesgos de contagio.

Esta encuesta global desprende varias conclusiones, entre ellas que dos tercios de los niños y las niñas no tuvieron ningún contacto con los maestros durante el confinamiento y ocho de cada diez creen que aprendieron poco o nada desde que cerraron las escuelas. 

Asimismo, el 93% de los hogares que perdieron más de la mitad de sus ingresos debido a la pandemia expresaron dificultades para acceder a los servicios de salud, y la violencia reportada dentro del hogar durante el cierre de las escuelas fue del 17% mientras que la de los niños y las niñas que sí continuaron asistiendo se situó en el 8%. 

La encuesta también concluye que durante este periodo al 63% de las niñas se les ha asignado con más frecuencia tareas domésticas, en comparación con el 43% de los niños.

Ante estas cifras, Save the Children afirma que se necesitan con urgencia inversiones en educación, salud y nutrición, servicios de salud mental y redes de apoyo y seguridad para la infancia más vulnerable frente al impacto socioeconómico del coronavirus. 

Datos a nivel mundial

La organización da a conocer estas cifras hoy mediante el lanzamiento de su último informe, Protect a Generation (Protejamos a una generación ) basado en la encuesta mundial más grande de este tipo desde que se declaró la pandemia de la Covid-19 hace seis meses. Unos 25.000 niños y niñas, así como sus familiares directos han compartido sus experiencias, temores y esperanzas durante esta crisis mundial sin precedentes. En concreto, Save the Children ha entrevistado a 8.069 niños y niñas de entre 11 y 17 años y a 17.565 personas adultas en 37 países, todos beneficiarios de la intervención que lleva a cabo la ONG. La mayoría de los niños y las niñas entrevistados se encontraban en Asia (45%), seguidos de África oriental y meridional (20%), América Latina (14%), Oriente Medio (10%) y África occidental y central (8%). Las encuestas se realizaron online y por teléfono.

Tras esta investigación, Save the Children asegura que la pandemia provocada por el coronavirus ha ampliado las desigualdades previas tanto en pobreza como en género. Los hogares más pobres tienen más probabilidades de sufrir pérdidas de ingresos (82%) que aquellos no clasificados como tales (70%), según los datos de la encuesta.

En lo que respecta a la salud, la encuesta muestra una tendencia similar. Nueve de cada diez hogares que perdieron más de la mitad de sus ingresos debido a la pandemia manifestaron dificultades para acceder a los servicios de salud. El 45% de los niños, niñas y familiares encuestados procedentes de hogares pobres tuvieron problemas para pagar medicamentos durante la pandemia. Menos de un 1% de los niños y las niñas más pobres encuestados tuvieron acceso a Internet para la educación a distancia durante el confinamiento. Entre los hogares que no se consideraban a sí mismos pobres el porcentaje fue del 19%. 

Alrededor del 37% de las familias más pobres declararon tener dificultades para pagar los materiales escolares, en comparación con el 26% de las familias que se clasificaron a sí mismas como no pobres. Dos tercios de los niños y las niñas dijeron que no tuvieron ningún contacto con sus profesores o profesoras durante el confinamiento, aumentando a ocho de cada diez en África oriental y meridional.

Los niños y las niñas que se retrasan en su educación corren un mayor riesgo de abandonar la escuela por completo y ser víctimas del trabajo infantil, matrimonio infantil y otras formas de explotación. Save the Children estima que esta pandemia ha provocado la mayor emergencia educativa de la historia, con unos 9,7 millones de niños que no han regresado a la escuela este año.

Una cuestión de género

Las niñas se ven más afectadas que los niños por la pandemia de la Covid-19. El 63% de las niñas aseguraron a Save the Children que están haciendo más tareas en la casa y más de la mitad (52%) explicaron que pasa más tiempo cuidando a sus hermanos o hermanas. Entre los niños, ese porcentaje es del43% y 42%, respectivamente. El 20% de las niñas dijeron que no habían aprendido nada durante el cierre de las escuelas, en comparación con el 10% de los niños.

“Mi mamá trabajaba en una casa cuidando bebés. Debido al coronavirus no puede ir a trabajar. Siempre hacíamos la limpieza, pero ahora tenemos que hacerla con más frecuencia para no enfermarnos. La gente está triste porque el coronavirus ha cambiado sus vidas y ya no pueden hacer lo que hacían antes”, cuenta Dayana, una chica de 15 años que vive en Sonsonate, El Salvador.

Save the Children insta a los gobiernos a asegurarse de que los niños y las niñas que no asisten a la escuela tengan acceso a materiales de aprendizaje a distancia de calidad, que se ofrezcan clases de refuerzo y recuperación y que todos los niños y las niñas tengan el mismo acceso al aprendizaje después de la reapertura de las escuelas.

Para evitar los impactos de futuras pandemias, la organización pide a los gobiernos que creen estructuras sólidas de seguridad social y sistemas de salud y nutrición, especialmente para las familias más vulnerables y marginadas. También considera que se necesitan con urgencia recursos para los programas de crianza positiva, para garantizar que los niños y las niñas tengan acceso a servicios de protección inclusivos y donde puedan recibir apoyo si han sido víctimas de violencia y para apoyar a los niños y las niñas con problemas de salud mental. 

Save the Children mantiene abierta una petición global de fondos para atender a las familias más golpeadas por las consecuencias socioeconómicas de la pandemia y paliar al máximo posible las consecuencias en los niños, niñas y adolescentes más vulnerables de todo el mundo. 

España: país rico, preocupación máxima

A pesar de que España no sea un país rico, las consecuencias para la infancia y la adolescencia en él preocupan profundamente a Save the Children. Según los datos recopilados en España por Save the Children en julio de 2020, los hogares vulnerables han empeorado considerablemente su situación por la crisis de la Covid-19, viendo reducidos sus ingresos en un 31% hasta situarse de media en tan solo 6.942 euros anuales. 

Esta es una de las conclusiones de la encuesta realizada por la organización después la declaración del estado de alarma a familias a las que atiende en la Comunidad de Madrid, Comunitat Valenciana, Catalunya, Andalucía, Castilla-La Mancha y Euskadi. Antes de la pandemia, estas familias en situación de vulnerabilidad encuestadas ganaban de media 10.143 euros al año, lo que ya las situaba por debajo del umbral de la pobreza. Tres meses después, el 32% había perdido su empleo y entre quienes no habían visto modificada su situación laboral, el 62% no tenía trabajo previamente.

Los niños y niñas más vulnerables son también quienes más dificultades han tenido para seguir con su educación. El 39% de aquellos que participan en los programas de la ONG ha sufrido la brecha digital y el 64% lo tuvo difícil para seguir el ritmo escolar por diversos motivos, principalmente falta de tiempo y de conocimientos por parte de los adultos para apoyarles (por desconocimiento del idioma o bajo nivel de estudios). 

Save the Children preguntó igualmente cómo está afectando la crisis de la Covid-19 al bienestar de los niños y niñas y sus progenitores. El 72% de los menores y el 77% de las personas adultas acusaron un empeoramiento de su salud emocional y el 55% de las familias reconoció un aumento de los conflictos en el hogar en los últimos meses entre los progenitores y sus hijos o hijas. Entre los motivos del aumento de los conflictos destacan el estrés, la falta de espacio en las viviendas, las preocupaciones familiares y el aburrimiento.

Sobre Save the Children

Save the Children es la organización independiente líder en la defensa de los derechos de la infancia en todo el mundo. Trabaja desde hace más de 100 años para asegurar que todos los niños y niñas sobreviven, aprenden y están protegidos. Actualmente la organización opera en más de 120 países.

En España trabaja desde hace más de 20 años con programas de atención a los niños y niñas más vulnerables, centrados en la infancia en riesgo de pobreza o exclusión social. A través de sus programas en España, proporcionan una atención integral a los niños, niñas y sus familias para que la situación económica o de exclusión social en la que viven los niños no les impida disfrutar plenamente de sus derechos y puedan alcanzar el máximo de sus capacidades.