Madrid, 17 de agosto. El número medio de refugiados y migrantes que llegan a Grecia cada día se encuentra en su punto más álgido desde mayo. Este aumento hace que los campos de refugiados de las islas se encuentren hacinados de gente, lo que pone en situación de riesgo a los niños, explica Save the Children.
Las llegadas a las islas durante los primeros 14 días de agosto se incrementaron en un 144% en comparación con los primeros 14 días de julio. La isla de Chios ha vivido uno de los mayores picos de llegadas, han pasado de 8 llegadas diarias en julio a 42 en agosto. Actualmente 2.985 refugiados y migrantes se encuentran en esta isla que tiene una capacidad de alojamiento para 1.100 personas.
Si bien estas cifras son muy inferiores a las del año pasado, el cierre de campamentos y la limitación de movimiento hacia Europa ha supuesto que las instalaciones de las islas de Lesbos, Chios y Samos estén colapsadas de gente. A día de hoy, hay más 10.300 refugiados y migrantes, incluyendo aproximadamente 3.800 niños, varados en distintas islas griegas. Una situación que fuerza a mujeres y niños a vivir en condiciones muy inseguras y desmoralizantes.
“Estamos cerca de volver a empezar de cero. A medida que el número de llegadas aumentan, estamos empezando a ver escenas que nos recuerdan al verano pasado. Excepto que esta vez, la mayoría de los solicitantes de asilo no pueden continuar su viaje y se encuentran atrapados en las islas, en condiciones de hacinamiento y bajo el sol abrasador”, alerta Katie Dimmer, directora de operaciones de Save the Children en Grecia.
“Madres con bebés pequeños se ven obligadas a dormir en el suelo de tiendas de campaña improvisadas. Niños y mujeres en período de lactancia están sufriendo deshidratación debido a la escasez de agua en algunos campos. Las tensiones están aumentando a medida que se exigen servicios básicos, tales como aseos y duchas”, añade Dimmer.
Familias que han huido de la violencia y de la muerte en su tierra natal siguen viviendo con miedo e inseguridad. Varias de ellas han explicado a miembros de Save the Children que tienen miedo de perder de vista a sus hijos debido a las frecuentes protestas y a la falta de seguridad que hay en los campamentos.
Hoy, Save the Children hace un llamamiento a la Unión Europea para que ponga fin de inmediato al trato inhumano que están recibiendo los refugiados y los migrantes. En particular los niños en situación de vulnerabilidad y no acompañados que siguen detenidos en estos centros, meses después de su llegada a Grecia.
“Es absolutamente vergonzoso que los refugiados y los migrantes hayan estado viviendo en condiciones inseguras e insalubres durante más de cuatro meses. La Unión Europea debe proporcionar inmediatamente más recursos a Grecia para mejorar las instalaciones, y acelerar el proceso de solicitudes de asilo y los programas de reubicación y de reunificación familiar”, explica Katie Dimmer.
Los solicitantes de asilo, frustrados por las condiciones de los campos y la falta de claridad respecto a su futuro, se ven obligados a abandonar las islas y a seguir su camino de manera no oficial hacia el continente. Como consecuencia, el contrabando y el tráfico ilegal de personas va en aumento en regiones como Serbia que recibe diariamente entre 200 y 300 llegadas, la mayoría procedentes de Grecia, y que llegan a través de Macedonia o Bulgaria.
Save the Children proporciona ayuda a los niños y adultos en toda Grecia desde agosto de 2015. La ONG trabaja en lugares clave del país: en las islas de Lesbos, Chios, Samos, Leros y Kos, en la región de Ática (Atenas) y en el norte de Grecia.
Sobre Save the Children
Save the Children es la organización independiente líder en la defensa de los derechos de la infancia en todo el mundo. Trabaja en más de 120 países salvando vidas, proporcionando seguridad y protección a los niños y las niñas y defendiendo sus derechos en el marco de la Convención sobre los Derechos del Niño de Naciones Unidas.
En España trabaja desde hace más de 20 años con programas de atención a los niños y niñas más vulnerables, centrados en la infancia en riesgo de pobreza o exclusión social. A través de sus programas en España, proporcionan una atención integral a los niños, niñas y sus familias para que la situación económica o de exclusión social en la que viven los niños no les impida disfrutar plenamente de sus derechos y puedan alcanzar el máximo de sus capacidades.