• Save the Children presenta el informe “¿Seguro para quién?”, sobre la acogida selectiva en Europa a la infancia que huye
• Desde el estallido del conflicto en Ucrania, Europa ha acogido a casi el doble de personas que durante 2015 y 2016, cuando se produjo un aumento de llegadas por la guerra en Siria
• La acogida mostrada a las y los refugiados procedentes de Ucrania por la UE y los Estados miembros de la UE debe marcar la pauta de cara al futuro
• Se debe garantizar que a todos los niños y niñas que buscan seguridad en Europa se les ofrezcan rutas seguras y legales, libertad de movimiento, protección y apoyo para reiniciar sus vidas
Una mujer de 35 años, madre de dos hijos y procedente de la RDC, que ahora vive en Grecia como refugiada (Anna Pantelia / Save the Children)
Informe en español, catalán y euskera: https://labur.eus/mgENe
Declaraciones en vídeo: https://labur.eus/cLKmn
Fotografías de los casos de estudio del informe: https://labur.eus/D2uUH
Podcast ‘La acogida’ realizado por 15 jóvenes migrantes de Barcelona: https://youtu.be/bSKWcsZJTGo
Madrid/Bruselas/Londres, 19 de junio de 2023 – De cara a la conmemoración del Día Mundial de las Personas Refugiadas este martes 20 de junio, Save the Children pide en su informe ¿Seguro para quién? Acogida selectiva en Europa a los niños y niñas desplazados que la acogida mostrada por la UE y sus Estados miembros a los niños y niñas procedentes de Ucrania marque la pauta de cara al futuro. Una de cada 50 personas refugiadas y migrantes muere o desaparece en las rutas mediterráneas hacia Europa y niñas, niños y adolescentes sufren violencia y condiciones inhumanas a su llegada. Al mismo tiempo, los países europeos y la UE han demostrado que estas muertes y el maltrato a la infancia son evitables en la acogida que han dado a los niños y niñas refugiadas procedentes de Ucrania en el último año.
Tras analizar datos de la agencia de la ONU para los refugiados (ACNUR), Save the Children concluye en su informe que desde 2019 más de 8.000 personas de cerca de medio millón han muerto o desaparecido en las rutas mediterráneas hacia Europa. Un 20% de las personas que lograron llegar a Europa eran niños y niñas. Al no haber vías legales y seguras para que niñas, niños y adolescentes lleguen a Europa y soliciten asilo, el 90% de las y los refugiados a los que se concede protección en los países europeos se ven obligados a utilizar rutas precarias tanto por tierra, como por mar.
Save the Children señala que la muerte de niñas y niños en movimiento y sus familiares es consecuencia directa de las duras y draconianas medidas de la UE y de los países europeos, decididos a impedir que las personas refugiadas entren en su territorio, y a "hacer retroceder" ilegalmente a quienes lo intentan.
Doble rasero
Desde febrero de 2022, han entrado en Europa más de 8 millones de refugiadas y refugiados procedentes de Ucrania, el 40% de los cuales son niños y niñas.
Estos niños, niñas y adolescentes se enfrentan a innumerables retos: han huido de una guerra devastadora, se han visto separados de sus familiares y seres queridos, y deben adaptarse a sus países de refugio. Pero no se han enfrentado a la violencia, ni han sido rechazadas y rechazados, ni han tenido que recurrir a tratantes y traficantes de personas cuando huían de la violencia en su país.
Los gobiernos han hecho esfuerzos considerables para garantizar que las familias procedentes de Ucrania puedan acceder a alojamiento, educación y atención médica en virtud de la Directiva de Protección Temporal. Esta ley de la UE se activó por primera vez en marzo de 2022 en respuesta a la llegada de un gran número de personas refugiadas procedentes de Ucrania tras la escalada del conflicto el 24 de febrero de 2022.
Casi el doble de refugiados y refugiadas procedentes de Ucrania han solicitado protección en virtud de esta directiva que los que solicitaron asilo en 2015 y 2016, cuando se produjo un fuerte aumento de las llegadas de personas refugiadas, en particular de Siria.
"La respuesta a esa crisis fue disfuncional en el mejor de los casos y cruel en el peor. Introdujo y endureció medidas que siguen restringiendo la capacidad de los niños, niñas y adolescentes para solicitar asilo en la UE: para contener a quienes llegaron y disuadir a otras personas de venir", ha declarado Jennifer Zuppiroli, especialista de políticas públicas en materia de infancia en movimiento de Save the Children.
"No tiene por qué ser así. La acogida dispensada a las familias ucranianas demuestra que los países europeos pueden trabajar juntos para proteger a las niñas y los niños con traumas y en situación de vulnerabilidad que huyen de la guerra. Un nuevo enfoque europeo, que sitúe los derechos de la infancia en el centro de las políticas de asilo, es posible."
Fronteras cerradas, circulación restringida y violencia contra la infancia
Muchos de los niños y niñas con los que habló Save the Children sufrieron violencia durante sus viajes a Europa. A algunos niños y niñas los desnudaron, a otros los obligaron a permanecer de pie en el frío o a soportar descargas eléctricas.
Los autores de la violencia suelen ser guardias fronterizos, pero también tratantes y traficantes de personas de los que dependen los niños, niñas y sus familias, ya que se han cerrado todas las rutas seguras y legales que pueden llevarlos a un lugar seguro.
Al relatar su peligroso viaje a Europa, Abbas*, niño sirio de 10 años, describió lo que ocurrió cuando llegaron a Grecia: "Fue muy difícil. Estuvimos caminando por el bosque durante horas, sin comida ni agua, sólo caminábamos y rezábamos para que todo saliera bien".
"Pero 100 metros antes de la comisaría nos llevó una furgoneta. Allí tuve un colapso mental y no me encontraba bien... La policía nos pidió que nos desnudáramos y yo me negué a quitármelo todo".
La madre de Abbas*, Samah*, de 33 años, contó a Save the Children: "Nos llevaron de vuelta al río y allí tenían unas barcas muy endebles... No podíamos ver nada y yo no podía ver a Abbas* [su hijo]. No sabía dónde estaba y gritaba a los hombres enmascarados que no iba a ir a ninguna parte sin mi hijo. Al otro lado podíamos ver entre los árboles a un hombre armado".
Las restricciones a la circulación significan que las niñas y los niños refugiados y sus familias tienen opciones limitadas para desplazarse entre países, incluso para reunirse con sus familias. También significa que deben solicitar asilo en un número restringido de lugares y que a menudo son, de hecho, detenidas y detenidos en condiciones infrahumanas o inhumanas.
El hecho de que la reagrupación familiar pueda tardar muchos años en algunos países europeos aumenta el riesgo de trata y explotación de las y los menores de edad cuando intentan reunirse con sus familias por sus propios medios.
Una oportunidad para crear un sistema justo
Zuppiroli afirmó que la respuesta a las y los refugiados procedentes de Ucrania debe marcar la pauta de cara al futuro:
"La UE está negociando un Pacto sobre Asilo y Migración: tiene la oportunidad y la obligación de situar los derechos de la infancia en el centro de su actuación. A todos los niños, niñas y adolescentes que huyen de un conflicto se les deben ofrecer rutas seguras y legales hacia la seguridad, la protección y el apoyo para reconstruir sus vidas. Se deben extraer lecciones aprendidas de la respuesta que se ha puesto en marcha tras el estallido de la guerra en Ucrania y asegurarnos de que las medidas que han funcionado pueden ser mantenidas en el largo plazo para asegurar una respuesta a todos los demás niños y niñas que buscan protección y refugio en Europa y España".
En 13 países europeos, Save the Children ha estado ayudando a niños y niñas de Ucrania que han huido de la escalada del conflicto en el país en un número sin precedentes. La organización también ha estado asistiendo a la infancia refugiada procedente de otros países, en particular desde 2015.
Cómo pasar 4 horas en el mar para cruzar la frontera entre Marruecos y Ceuta
Mohammed de 16 años tuvo que lidiar con muchos obstáculos para llegar a Barcelona desde su natal Marruecos. “Entré en el agua con la ayuda de la marea. Estuve 4 horas en el agua. Al fin lo había conseguido”. Llegó a Ceuta, pero este fue solo la primera parada de su trayecto. Estuvo en el puerto ceutí una semana hasta que vio un camión que había pasado el escáner, se metió debajo y llegó a Málaga. De ahí hizo autostop hacia Barcelona donde estuvo un par de días en la calle hasta que entró en un centro de acogida.
Mohammed cuenta su historia en el Podcast ‘La Acogida’, realizado por 15 jóvenes migrantes de entre 16 y 17 años en Barcelona, acogidos por el Sistema de Protección de la Direcció General d’Infància, con el acompañamiento de Save the Children.
En “La acogida” comparten sus experiencias, los motivos para salir de sus países de origen, las dificultades que enfrentan y sus ambiciones para el futuro. Hablan con personas expertas y con personas cercanas a su día a día, ofrecen consejos a otros jóvenes y tratan tanto temas relacionados con ser un menor de edad no acompañado como de otros aspectos porque, reivindican, no solo tienen que ver con eso: “somos muchas cosas más.”
Notas del editor:
• Se han cambiado los nombres de Abbas* y Samah* para proteger su identidad.
• En virtud de la DPT (Dirección de Protección Temporal), las y los refugiados de Ucrania que llegan a la UE tienen derecho a un permiso de residencia, acceso a la educación, libre circulación, atención médica, acceso al mercado laboral y alojamiento. Referencia: Protección temporal (europa.eu)
• Alrededor de 4,9 millones de ucranianos y ucranianas se han registrado para recibir protección temporal, el doble de los 2,5 millones de personas que solicitaron asilo en la UE en 2015 y 2016.