Más de 250 millones de personas padecen hambre extrema en el mundo, y algunas de las peores crisis de este año, como los terremotos de Turquía y Siria y el conflicto de Sudán, podrían llevar a muchas más al borde del abismo
En el Cuerno de África, 20 millones de niños y niñas se enfrentan a una catastrófica crisis de hambre y protección debido a la aceleración de los fenómenos meteorológicos extremos
Con motivo del Día Mundial Contra el Hambre, Save the Children hace un llamamiento urgente a los líderes mundiales para que proporcionen financiación humanitaria inmediata y sostenible
Recursos audiovisuales para medios: https://www.contenthubsavethechildren.org/Package/2O4C2SXUDEF5
Madrid, 25 de mayo de 2023 – Más de 250 millones de personas padecen hambre extrema en el mundo, y algunas de las peores crisis de este año, como los terremotos de Turquía y Siria y el conflicto de Sudán, junto con la crisis climática, podrían llevar a muchas más al borde del abismo, alerta Save the Children con motivo del Día Mundial Contra el Hambre, que se celebra el próximo domingo 28 de mayo
Por ejemplo, en el Cuerno de África unos 20 millones de niños y niñas se enfrentan a una catastrófica crisis de hambre y protección debido a la aceleración de los fenómenos meteorológicos extremos. Más de 40 millones de personas en Somalia, Etiopía y Kenia están al borde del abismo por culpa de unos patrones meteorológicos erráticos que son cada vez más frecuentes y graves debido a la crisis climática, así como a los conflictos prolongados y las crisis económicas.
Para evitar una catástrofe inimaginable, Save the Children hace un llamamiento urgente a los líderes mundiales para que proporcionen financiación humanitaria inmediata y sostenible con el fin de proporcionar asistencia vital ahora, e invertir en sistemas de alerta temprana, preparación ante desastres y programas de resiliencia. Sin una inversión sostenible y a gran escala en sistemas de alerta temprana para prepararse mejor ante estas grandes crisis, las generaciones futuras también corren peligro.
Según Arantxa Osés, responsable de Acción Humanitaria en Save the Children: “La acción anticipatoria es uno de los mecanismos de respuesta más eficaces e innovadores para mitigar los efectos de los desastres asociados al cambio climático. Además, ayuda a reducir los costos de intervención, aumenta la resiliencia de las comunidades y mejora el desarrollo local”.
Precisamente ayer la ONG hizo un llamamiento a los líderes mundiales y a los principales donantes reunidos en la Conferencia sobre el Cuerno de África en Nueva York para que se aumente la financiación humanitaria con el fin de prepararse mejor para futuras crisis y reducir los impactos antes de que sea demasiado tarde.
La sequía más grave de los últimos 40 años
El Cuerno de África lleva cinco temporadas consecutivas sin lluvias, lo que ha provocado la sequía más larga y grave registrada en los últimos 40 años.
Las lluvias de primavera no han sido lo suficientemente fuertes como para producir las cosechas necesarias para restablecer los medios de subsistencia de las familias que aún se tambalean por el impacto de una sequía tan prolongada.
Por el contrario, en algunos casos, las lluvias han provocado graves inundaciones que han avivado los desplazamientos y agravado la crisis alimentaria. A mediados de este mes las zonas meridionales de Somalia sufrieron inundaciones que afectaron a casi medio millón de personas. Como consecuencia de ello, casi 219.00 personas, entre ellas 118.000 niños y niñas, fueron desplazadas. Además, las infraestructuras e instalaciones básicas, las viviendas y las tierras de cultivo fueron dañadas.
También, en algunas zonas de Kenia, las inundaciones de marzo y abril causaron daños generalizados en viviendas, cultivos y ganado, obligando a miles de personas a abandonar sus hogares. Sin embargo, en otras partes del país, se avecina una sexta estación de lluvias fallida.
Crisis climática, hambre e infrafinanciación
Esta fluctuación entre sequías e inundaciones es típica de las formas en que la crisis climática está causando estragos en todo el mundo, siendo los países más pobres los más vulnerables a ella.
Para hacer frente a este nivel sin precedentes de necesidades en el Cuerno de África, una de las zonas más castigadas, se necesitan un total de 7.000 millones de dólares para los tres países –Somalia, Etiopía y Kenia– en 2023. Sin embargo, cada uno de estos planes está financiado en menos de un 25%.
El portavoz regional de Save the Children para África oriental y meridional, Kijala Shako, declara: "El cambio climático está avivando las llamas de la crisis del hambre en el Cuerno de África. Además, la situación en la región se deteriorará aún más en los próximos meses por culpa del fenómeno de El Niño previsto para la segunda mitad de 2023”. Y añade: "Esta puede ser nuestra última oportunidad de controlar la crisis del hambre".
La otra cara del hambre
Más allá de los millones de personas que pasan hambre, las crisis en el Cuerno de África están aumentando el riesgo de violencia de género, explotación sexual y abuso de mujeres y niñas, además de obstaculizar el acceso de la infancia a la educación.
Las familias están tomando medidas desesperadas para sobrevivir huyendo de sus hogares en busca de seguridad, alimentos, agua y pastos para su ganado. Esto ha dejado a mujeres, niños y niñas más vulnerables y expuestos a riesgos de protección. La educación de la infancia se ha visto reducida, con aproximadamente tres millones de niños y niñas sin escolarizar en toda la región, y otros cuatro millones en riesgo de abandono escolar.
Sobre Save the Children
La organización lleva trabajando en Somalia y Somalilandia desde 1951 y cuenta con programas de apoyo a las necesidades sanitarias, educativas y alimentarias de la infancia. En 2022, Save the Children proporcionó ayuda humanitaria a unos 4,3 millones de personas, de los que unos 2,5 millones eran niños y niñas.
Save the Children opera en Etiopía desde hace más de 60 años y su labor se centra en la salud y la nutrición, así como en la asistencia vital en materia de agua y saneamiento, servicios de protección, apoyo a la educación y distribuciones en efectivo y en especie. En 2022, Save the Children llegó a unos 7,6 millones de personas, incluidos 5,1 millones de niños y niñas.
En Kenia, la ONG lleva prestando apoyo a los niños y niñas a través de programas humanitarios y de desarrollo desde 1950 en términos de salud y nutrición, protección, seguridad alimentaria y medios de subsistencia, entre otros. Save the Children trabaja con comunidades, socios locales y el gobierno para diseñar y ejecutar programas que satisfagan las necesidades de la infancia más desfavorecida.