Madrid, 22 de enero de 2021- Con motivo del Día Internacional de la Educación que se celebra este domingo y con los graves datos de contagio que arroja la tercera ola en nuestro país, Save the Children insiste en la necesidad de mantener los colegios e institutos abiertos y solicita que se antepongan otras medidas para evitar así el cierre educativo.
“No sería justo que la infancia pagara las consecuencias de la relajación de las restricciones por la Navidad. El cierre de centros educativos debe ser el último recurso y una medida casi excepcional. Antes del cierre presencial, deben explorarse otras alternativas como nuevas reducciones en el tamaño de los grupos, el uso de otros espacios y, si no quedara otra opción, plantear una modalidad semipresencial con profesorado de apoyo” asegura Catalina Perazzo, directora de Sensibilización y Políticas de Infancia de Save the Children.
La organización insiste además en que, agotadas todas las alternativas, el paso a la educación telemática debería ser gradual, flexible y focalizado, en zonas de muy alta transmisión; deben priorizarse criterios de edad y equidad, empezando por los niveles superiores no obligatorios y teniendo en cuenta el perfil de vulnerabilidad social del alumnado y el riesgo de abandono escolar de los adolescentes.
A pesar de la alarma social provocada por la aparición de la cepa británica, los estudios científicos siguen mostrando una menor incidencia y gravedad en la infancia, así como una escasez de contagios de niños a adultos en los colegios. Por ello, Save the Children sigue apostando por la presencialidad en las aulas, apoyada en las evidencias que demuestran cómo la educación a distancia improvisada durante el confinamiento provocó un alarmante aumento de las desigualdades en el aprendizaje.
“No se pueden pedir más esfuerzos a los colegios si no se hacen en el entorno y por ello creemos que las restricciones deben realizarse antes en otros espacios. No se pueden cerrar colegios mientras siguen abiertos los bares, los restaurantes, los gimnasios o los lugares de culto, donde las investigaciones señalan que hay un mayor riesgo de contagio”, insiste Perazzo.
Save the Children alerta de que la pandemia continúa agravando la desigualdad educativa ya existente en nuestro país: somos el tercer país europeo donde más se repite por ser pobre y el abandono prematuro entre los hijos e hijas de las madres que no terminaron la educación secundaria obligatoria es diez veces mayor (40%), que el de aquellos con madres universitarias (4%).
Por otra parte, al ser la ventilación de las aulas una de las principales medidas para prevenir la Covid-19, la reciente ola de frío también ha provocado situaciones preocupantes que requieren, según Save the Children, recuperar la inversión necesaria para asegurar el correcto funcionamiento de los sistemas de calefacción. “Los problemas de estas semanas son consecuencia de la caída de la inversión en infraestructuras educativas durante los años de crisis. También es importante que los centros inviertan en sistemas de ventilación mecánica o filtros HEPA para las clases donde la ventilación natural no es suficiente para mantener unas temperaturas que no sean insalubres”, concluye Perazzo.
Garantizar el derecho a la educación de los niños y las niñas es uno de los pilares básicos para la organización, también a nivel global. Durante el 2021, Save the Children apuesta por una campaña global “Salvemos nuestra educación” para proteger el derecho a aprender, especialmente el de los niños y las niñas más vulnerables, amenazado por la pandemia de la COVID-19. Se trata de la mayor emergencia educativa de nuestras vidas y puede marcar el futuro de una generación.
Según los datos que maneja la organización, a principios de abril de 2020, 1.600 millones de estudiantes a nivel mundial, el 91 % del total, habían dejado de asistir al colegio. Es importante señalar también que las escuelas no transmiten más el virus, sino que son un reflejo de la situación de su entorno y se ven afectadas si ésta empeora.
Sobre Save the Children
Save the Children es la organización independiente líder en la defensa de los derechos de la infancia en todo el mundo. Trabaja desde hace más de 100 años para asegurar que todos los niños y niñas sobreviven, aprenden y están protegidos. Actualmente la organización opera en más de 120 países.
En España trabaja desde hace más de 20 años con programas de atención a los niños y niñas más vulnerables, centrados en la infancia en riesgo de pobreza o exclusión social. A través de sus programas en España, proporcionan una atención integral a los niños, niñas y sus familias para que la situación económica o de exclusión social en la que viven los niños no les impida disfrutar plenamente de sus derechos y puedan alcanzar el máximo de sus capacidades.