Se calcula que un millón y medio de niños y niñas han huido de Ucrania desde el inicio de la guerra. Aunque la mayoría lo hacen acompañados de sus familias, nos encontramos cada vez más casos de niños y niñas que viajan solos o acompañados por adultos que no son oficialmente sus tutores o responsables parentales. Y sabemos que en estos contextos de emergencias humanitarias son quienes corren más riesgo de caer en manos de redes de trata con fines de explotación. Por ello, Save the Children considera necesario priorizar la protección a la infancia asegurando el cumplimiento de sus derechos.
Desde España, muchas personas han mostrado su solidaridad expresando su voluntad de acoger a estos niños y niñas. Pero, por el bienestar de la infancia, este sentimiento debe ser coordinado por los cauces oficialmente establecidos.
IDENTIFICACIÓN Y REGISTRO DE NIÑOS Y NIÑAS QUE HUYEN DE LA GUERRA
“A la espera de un alto al fuego o el fin de la guerra, es esencial que se cumplan las leyes internacionales que protegen a la población civil, incluida a la infancia. Por eso debe garantizarse la identificación y el registro de estos niños y niñas que huyen de la guerra, y en especial los que lo hacen solos, al acceder a los países fronterizos con Ucrania o al resto de países europeos", insiste Catalina Perazzo, directora de Incidencia Política y Social de Save the Children.
“Son los sistemas de protección a la infancia quiénes deben encargarse de realizar los procedimientos de filiación, formalizar los acogimientos, realizar el seguimiento y en su caso asumir la tutela de los niños y niñas solos”, añade Perazzo. Debe garantizarse también la cooperación entre los Estados miembros de la UE para realizar traslados seguros de niños y niñas una vez realizadas esas comprobaciones. En este sentido, es clave reforzar los sistemas de protección de países fronterizos.
¿CÓMO LLEVAR A CABO LA ACOGIDA?
El acogimiento de niños y niñas solos que viven en contextos de crisis humanitarias, si es en su interés superior, es una buena medida de protección siempre y cuando se articule adecuadamente por los canales oficiales.
Además, es necesario formalizar a través de las administraciones públicas competentes cualquier proceso de acogida. “La ciudadanía interesada en acoger a niños y niñas que huyen de la guerra, deben ponerse en contacto con los canales establecidos por las administraciones autonómicas competentes en materia de protección de la infancia. Es la mejor manera de no incrementar la vulnerabilidad de los niños y niñas refugiados de Ucrania. Sería deseable que las administraciones autonómicas y los gobiernos locales pongan a disposición de la ciudadanía líneas telefónicas específicas para canalizar los ofrecimientos de solidaridad”, concluye Perazzo.
Además, las instituciones competentes deben identificar la idoneidad de las personas adultas que quieren hacerse cargos de estos niños y niñas, descartar riesgos de protección, tramitar los procedimientos de acogimiento o en caso de que sea necesario el traslado a otros sistemas de protección a través de los cauces legales existentes y realizar el seguimiento de las medidas de acogimiento.