· Los días 18 y 19 de septiembre se celebra en Nueva York la Cumbre de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de 2023, que marca el punto medio hacia la fecha límite de 2030 para lograr los objetivos globales y apunta a impulsar una nueva ola de compromisos políticos de alto nivel que se traduzcan en acciones.
NACIONES UNIDAS, 14 de septiembre de 2023 – Se estima que 194 millones de niños y niñas nacidos entre ahora y 2030 sufrirán retraso en el crecimiento a menos que los líderes mundiales que se reunirán la próxima semana en la Cumbre de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) aceleren urgentemente el progreso hacia el cumplimiento de los mismos.
“El lunes, los líderes mundiales se reunirán en la Asamblea General de las Naciones Unidas para hacer un balance del progreso hacia los ODS. Estos objetivos han llegado ya a la mitad de su implementación, pero apenas uno de cada 10 de sus requisitos está en camino de cumplirse de aquí a 2030. El tiempo se acaba”, alerta Inger Ashing, directora de Save the Children International, que asistirá a la Cumbre.
Los últimos hallazgos sobre visualización de datos de Save the Children exponen las nefastas consecuencias de la inacción global para abordar los crecientes niveles de desnutrición, a los que los países se comprometieron a poner fin en el ODS 2 sobre hambre cero.
“La crisis silenciosa del retraso en el crecimiento dice mucho sobre cuánto trabajo queda aún por hacer para abordar la crisis mundial del hambre y alcanzar los ODS para 2030. Si no erradicamos todas las formas de malnutrición en los próximos siete años, toda una generación de niños y niñas sufrirá los efectos dominó del hambre. La infancia debe estar a la vanguardia de todas las decisiones en la Asamblea General de las Naciones Unidas de la próxima semana; su futuro depende de ello”, subraya Nana Ndeda, responsable de incidencia política y políticas sobre el hambre de Save the Children.
Si las tendencias actuales de retraso en el crecimiento persisten, “alrededor de 194 millones de niños nacidos entre ahora y 2030 sufrirán retraso en el crecimiento: casi un recién nacido por segundo durante los próximos siete años. Eso es más que todos los niños menores de 18 años que viven actualmente en los países del G7 juntos”, explica Ndeda.
Más enfermedades e infecciones
Ese retraso daña el crecimiento y el desarrollo de los niños y niñas con desnutrición o con una nutrición deficiente y puede tener efectos devastadores para toda la vida, haciéndolos más susceptibles a enfermedades e infecciones y dañando su desarrollo físico y cognitivo.
Se espera que los países del África subsahariana soporten la carga más pesada, con 86 millones de casos de retraso del crecimiento en niños nacidos entre 2023 y 2030, seguidos de cerca por el sur de Asia con 67 millones de casos. Se prevé además que sean casi 22 millones en la región de Asia Oriental y el Pacífico, mientras que Oriente Medio y África del Norte se preparan para 9,6 millones de casos, y América Latina y Central prevén que 6,7 millones de niños y niñas tendrán retraso en el crecimiento.
Pakistán y la República Democrática del Congo (RDC) se encuentran entre los cuatro países que se espera que enfrenten los niveles más altos de retraso en el crecimiento en los próximos siete años, con más del 25% de sus poblaciones experimentando actualmente niveles críticos de hambre.
El Atlas Infantil encontró también que más de la mitad de los casos de retraso en el crecimiento previstos para niños nacidos en los próximos siete años ocurrirán entre aquellos que viven en el 40% de los hogares más pobres, lo que subraya el impacto de la pobreza extrema en su desarrollo.
Si bien el retraso en el crecimiento ha disminuido de forma continua desde 2000, los avances no han alcanzado los objetivos acordados internacionalmente de 100 millones de casos para 2025 o de erradicar todas las formas de malnutrición para 2030.
Prevención y soluciones a largo plazo
Save the Children hace un llamamiento a los líderes mundiales en la Asamblea General de las Naciones Unidas para que aborden las causas fundamentales de la inseguridad alimentaria y nutricional aguda. Solo poniendo fin al conflicto global, abordando la crisis climática y la desigualdad global y construyendo sistemas de salud, nutrición y protección social más resilientes y menos vulnerables a crisis como la COVID-19, podremos garantizar que las mismas alarmas no se repitan en los próximos años.
La organización pide asimismo una mayor colaboración, diálogo e inversión entre sectores y liderazgo de las comunidades locales, para reforzar la planificación e implementación de respuestas, así como nuestra capacidad para actuar tempranamente y evitar que impactos predecibles se conviertan en crisis. Save the Children también les insta a que amplíen las intervenciones de bajo coste para prevenir y tratar la desnutrición: tratamiento comunitario para la desnutrición aguda, apoyo y protección de la lactancia materna e inversión en atención médica comunitaria y de nivel primario.
“Aunque la financiación inmediata es fundamental para salvar vidas ahora, necesitamos soluciones y cambios a más largo plazo en los sistemas que impidan que esta crisis se repita. La financiación humanitaria reactiva es demasiado lenta, poco fiable, costosa y, en última instancia, ineficaz para abordar las complejas crisis actuales. Los líderes mundiales deben invertir en sistemas de alerta temprana y preparación para desastres a fin de prepararse mejor para futuras crisis y mitigar los impactos antes de que sea demasiado tarde. También necesitamos que se comprometan con una revisión de los sistemas financieros globales para desbloquear la financiación necesaria para cumplir los ODS y que lleguen a todas las personas en todo el mundo, en línea con el compromiso de 'No dejar a nadie atrás'”.
Generaciones de niños y niñas en juego
“Necesitamos acelerar urgentemente el progreso hacia los ODS con y para los niños y niñas. Todos los Estados partes de la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño tienen la obligación de brindarles oportunidades seguras y significativas para participar en la toma de decisiones sobre asuntos que les afectan”, reclama Inger Ashing.
“Es fundamental que los líderes pongan los derechos de la infancia en el centro de todos los compromisos que presenten en la Cumbre de los ODS. Mientras deliberan, deben tener en mente sus necesidades y prioridades únicas. Está en juego el bienestar, los medios de vida y el planeta de las generaciones actuales y futuras de niños y niñas”.
NOTAS:
- El Atlas Infantil integra los datos más recientes de una variedad de fuentes de datos disponibles públicamente, incluidos UNICEF, la OMS, la UNESCO y el Banco Mundial, así como datos seleccionados por organizaciones de la sociedad civil y el mundo académico.
- Si las tasas actuales de retraso en el crecimiento continúan, el Atlas Infantil estima que se espera que 194 millones de niños nacidos entre enero de 2023 y diciembre de 2029 experimenten un retraso en el crecimiento.
- Entre el 1 de enero de 2023 y el 31 de diciembre de 2029, habrá 220.924.800 segundos. 194.000.000 dividido por 220.924.800 segundos = 0,87. Se estima que, en promedio, casi un niño nacido cada segundo desde ahora hasta 2030 sufrirá retraso del crecimiento.
- El 51% de todos los casos de retraso del crecimiento ocurren en niños que viven en el 40% de los hogares más pobres (esto se basa en 99 países, que representan el 85% de todos los casos de retraso del crecimiento).
- A nivel nacional, Pakistán (14,2 millones) y la República Democrática del Congo (11,6 millones) se encuentran entre los cuatro países que se espera que enfrenten altos niveles de retraso en el crecimiento en los próximos siete años. Ambas naciones sufren actualmente niveles críticos de hambre o algo peor: Pakistán lucha con el 29% de su población en IPC 3+ y la República Democrática del Congo con el 25% de su población en IPC3+, al 31 de agosto de 2023.
- Según datos de población infantil de UNICEF, actualmente hay más de 148 millones de niños menores de 18 años que viven en los países del G7 (Estados Unidos, Francia, Alemania, Japón, Reino Unido, Italia y Canadá), unos 45 millones menos que el número de niños que, según las proyecciones, nacerán entre ahora y 2030 y sufrirán un retraso en su crecimiento.