- Entre el 26 de junio y el 21 de julio participarán de una forma saludable en actividades deportivas, de ocio y culturales en Barakaldo, Bilbao y Vitoria-Gasteiz.
- A nivel estatal 2.200 niños y niñas participarán en colonias urbanas y campamentos en Andalucía, Castilla-La Mancha, Catalunya, Comunidad de Madrid, Comunitat Valenciana, Euskadi y Melilla.
- La organización garantiza que la infancia más vulnerable tenga las mismas oportunidades que el resto y al menos una comida saludable al día y pide a las instituciones que lo refuercen garantizando su acceso con plazas libres a actividades de ocio, refuerzo y tiempo libre y ayudas para equipamiento y transporte, también en verano.
- Las actividades socioeducativas facilitan la conciliación familiar y evitan que los niños y niñas se queden solos en casa
Recursos para medios: https://labur.eus/B2JbK
Bilbao/Madrid, 3 de julio de 2023.- Ir a la piscina, a la playa o a la montaña, visitar museos o jugar con amigas y amigos. Este debería ser el verano de cualquier niño o niña en Euskadi, pero lo cierto es que la llegada del periodo estival acentúa aún más las desigualdades entre la infancia.
Por eso, Save the Children ha puesto en marcha un año más sus colonias urbanas y campamentos de verano para apoyar a nivel estatal a 2.200 niños y niñas de entre 3 y 17 años en riesgo de pobreza y exclusión social, entre quienes se encuentran 372 que participarán en estos espacios organizados en el Centro de Recursos para la Infancia y Adolescencia (CRIA) ubicado en Barakaldo que cuenta con el apoyo del ayuntamiento de Barakaldo, además de en Bilbao junto a la asociación Bakuva y en Vitoria-Gasteiz gracias al apoyo de Caja Vital y el ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz. Con estos programas socioeducativos, la organización promueve actividades deportivas, de ocio y culturales, buenos hábitos alimenticios, apoyo emocional y refuerzo educativo.
“Muchas veces las familias con escasos recursos económicos se ven obligadas a renunciar a las actividades de ocio. En nuestros programas ofrecemos una alternativa para estos niños y niñas, como excursiones a la naturaleza, visitas culturales, salidas a la piscina o talleres de sensibilización”, explica Charo Arranz, directora de Save the Children en Euskadi.
“Hacemos juegos de encontrar pistas, dibujar, es muy divertido” dice Lucía, de 10 años, reflexionando sobre las diferentes dinámicas que se llevan a cabo en el marco de las colonias urbanas en Barakaldo. “Si fuera cada día lo mismo sería muy aburrido”.
“Me gusta que vamos a la playa” comenta Whitney de 8 años haciendo referencia a una de las excursiones programadas y añade que además le gusta “poner música y también conocer a niñas y niños nuevos”.
Además, Save the Children complementa su labor de intervención con su agenda de incidencia política en Euskadi, elevando sus propuestas a los Ayuntamientos y pidiendo a las instituciones que garanticen plazas y ayudas para actividades de ocio, refuerzo, deporte y tiempo libre educativo a las familias más vulnerables, asegurando que cubran equipamiento y transporte.
En Barakaldo, migración como hilo conductor
“Estamos aprendiendo sobre las migraciones y me lo estoy pasando muy bien” explica Issa de 8 años. “Es la gente que salen de un país a otro por diferentes tipos de problemas” agrega Mandu de 9 años y enumera diferentes juegos a través de los que están abordando el tema.
Este año, la programación de las colonias en el Centro de Recursos para la Infancia y Adolescencia (CRIA) de Save the Children en Barakaldo tiene como hilo conductor las migraciones.
“En estas colonias queremos reflexionar sobre la situación y vivencias de la infancia en movimiento, niños y niñas que se desplazan dentro de su propio país o entre varios países, a veces sin estar al cuidado de ninguna persona adulta. El ocio educativo propio de este espacio nos sirve como una forma de sensibilizar sobre el tema, teniendo en cuenta, además, que muchas y muchos de las niñas y niños que participan son migrantes y o provienen de familias migradas”, aclara Nekane Marañón, coordinadora de actividades del CRIA Barakaldo.
En los últimos años hemos asistido a un aumento de los flujos migratorios con destino a Europa debido no solo a los conflictos, sino también a las consecuencias del cambio climático o el aumento del costo de vida y el hambre, que han causado la huida de la población civil entre la que se incluyen niñas y niños, desde distintas áreas geográficas. La falta de acompañamiento durante sus trayectos migratorios y la lejanía de sus hogares les exponen a múltiples adversidades, viéndose obligados a abandonar precozmente su infancia.
Facilitar la conciliación y evitar que los niños y niñas se queden solos
Nelly, de 9 años de edad, comenta que si no estuviera en el CRIA Barakaldo participando en las colonias urbanas “estaría en mi casa aburrida”. Lo mismo dice Issa de 8 años “así me divierto y no me aburro en casa. Ahora mismo estaría en casa viendo la tele”.
Para muchas familias, sobre todo las monomarentales o las que no tienen una red de apoyo, los meses de verano se hacen cuesta arriba para conciliar el trabajo y el cuidado de sus hijos e hijas, un elemento añadido más a la vulnerabilidad de estas familias para afrontar gastos cotidianos e imprevistos durante el resto del año.
“Hay niños y niñas que se tienen que quedar solos en casa porque sus padres y madres trabajan o que, por ejemplo, viven en pisos compartidos, sin luz natural, con ruido y sin espacio. Ofrecerles espacios seguros como estas colonias de verano para que puedan disfrutar de un ocio saludable y educativo es clave para ellos, porque a la vez evitamos que pasen el día solos o en entornos desagradables. También es clave que las instituciones garanticen el acceso a estos espacios con ayudas y no dejen a nadie atrás, incluido en verano, tal y como pedimos en nuestras propuestas de infancia en estas Elecciones Municipales y Forales”, afirma Charo Arranz, directora de Save the Children en Euskadi.
2 de cada 10 niños y niñas –el 21,4%- viven en casas insalubres, es decir, que no reúnen las condiciones higiénicas y sanitarias básicas. Una situación que repercute en su salud física y mental y afecta a su desarrollo y seguridad, como alertaba Save the Children en su reciente informe “Aquí no hay quien viva: Un análisis de las dificultades de las familias para pagar la vivienda en Euskadi”.
Colonias de verano a nivel estatal
Este verano, las actividades se llevarán a cabo entre junio y agosto, además de en Barakaldo, Bilbao y Vitoria-Gasteiz (Euskadi), en Sevilla (Andalucía), Valencia, Alicante, Paterna y Mistala (Comunitat Valenciana), Illescas (Castilla-La Mancha), Madrid y Leganés (Comunidad de Madrid), Barcelona, Canovelles y Lleida (Catalunya) y en Melilla. Los campamentos y colonias urbanas que impulsa Save the Children se desarrollan tanto en centros propios como en espacios de otras organizaciones o entidades colaboradoras.
La campaña de verano de Save the Children se realiza en colaboración con la Fundación “La Caixa” en el marco del programa CaixaProinfancia, enfocado a atender a niños y niñas vulnerables de diversas zonas de España. Asimismo, cuenta con el apoyo de Fundación Probitas, Lidl e IKEA, empresas comprometidas con la lucha contra la pobreza infantil.
Sobre Save the Children
Save the Children es la organización independiente líder en la defensa de los derechos de la infancia en todo el mundo. Trabaja desde hace más de 100 años para asegurar que todos los niños y niñas sobreviven, aprenden y están protegidas. Actualmente la organización opera en más de 115 países y en Euskadi está presente desde hace casi 20 años, realizando una intensa actividad de incidencia política y social, y proporcionando apoyo educativo y actividades de ocio y tiempo libre a más de 500 niños y niñas en riesgo de pobreza o exclusión social en Bilbao, Barakaldo y Vitoria-Gasteiz.
En el Estado trabaja desde hace más de 30 años con programas de atención a los niños y niñas más vulnerables, centrados en la infancia en riesgo de pobreza o exclusión social. A través de sus programas en España, proporcionan una atención integral a los niños, niñas y sus familias para que la situación económica o de exclusión social en la que viven los niños no les impida disfrutar plenamente de sus derechos y puedan alcanzar el máximo de sus capacidades.