Save the Children explica que la mejora del nivel educativo de los niños y niñas está relacionada con un menor número de conflictos y un mayor nivel de paz.
Madrid, 23 de enero de 2024 – Uno de cada tres niños y niñas que viven en países afectados por conflictos o clasificados como frágiles estuvo fuera de la escuela en 2024, según un análisis reciente de Save the Children.
La investigación revela que aproximadamente 103 millones de niños y niñas en edad escolar que viven en 34 países identificados como afectados por conflictos o fragilidad por el Banco Mundial quedaron fuera del sistema educativo en 2024. Esta cifra contrasta significativamente con el promedio global, donde uno de cada seis niños y niñas no asiste a la escuela.
En países como Sudán, donde el conflicto comenzó en abril de 2023, 17,4 millones de niños y niñas han quedado fuera de la escuela. En el caso del Territorio Palestino Ocupado, los ataques aéreos desde octubre de 2023 han destruido o dañado el 96% de los edificios escolares, dejando sin acceso a la educación a los 625,000 niños y niñas en edad escolar. Y, otro ejemplo, Nigeria se enfrenta una de las cifras más altas de desescolarización en el mundo, más de 18 millones de niños y niñas no pueden asistir a clases.
La pobreza, la inseguridad y las normas socioculturales que afectan especialmente a las niñas, junto con ataques recurrentes a las escuelas y los desastres climáticos, como las inundaciones de septiembre, agravan la situación.
Kyariyam*, una niña de 12 años de Borno, Nigeria, está con su familia desplazada tras las inundaciones que destruyeron su hogar y su escuela a finales del año pasado: “Me siento muy mal por no poder ir más a la escuela. “Siempre me preocupaba cómo iba a recuperar lo perdido. Me encantaba aprender, y mis materias favoritas eran matemáticas, ciencias, estudios empresariales y educación física”.
Kyariyam es solo una de las millones de voces de niños y niñas que claman por estudiar: "Necesitamos que reconstruyan nuestros hogares y escuelas. También necesitamos uniformes y libros para poder regresar a clase".
La situación en Ucrania, que continúa en guerra, muestra que 576 centros educativos de Ucrania -entre escuelas, guarderías y universidades- sufrieron daños o fueron destruidos en 2024, frente a los 256 centros educativos de 2023. Con el doble de escuelas atacadas, Save the Children explica que los miles de niños y niñas que estudian online, en aulas subterráneas o que han abandonado el colegio se ha producido un retroceso educativo de casi tres años” en este país.
La crisis climática también acaba con la escolarización
Millones de niños y niñas permanecen fuera de la escuela debido a una combinación de factores como los conflictos armados, que destruyen infraestructuras educativas y desplazan comunidades; desastres climáticos, que desde 2020 han interrumpido la educación de 62 millones de menores de edad en 27 países; ataques a escuelas, cuyo número aumentó un 20% entre 2022 y 2023 debido a su uso militar; y la baja financiación en educación de décadas ha frenado los avances en la lucha contra la desescolarización.
Save the Children expone que es crucial invertir en educación para abordar las causas profundas de los conflictos expuestas anteriormente y construir sociedades estables y pacíficas. En el informe de la organización humanitaria No a la guerra contra la infancia se explica que “la mejora del nivel educativo de los niños y niñas está relacionada con un menor número de conflictos y un mayor nivel de paz”. Además, una educación basada en derechos también “puede aumentar las habilidades para la resolución de conflictos, acabar con las desigualdades de género y proporcionar a niños y niñas los conocimientos y habilidades que necesitan para ayudar a prevenir los conflictos en la infancia y posteriormente en la edad adulta”.
Un futuro por delante para 103 millones de niños y niñas
Andrés Conde, director ejecutivo de Save the Children, ha subrayado la urgencia de actuar: “Alrededor de 103 millones de niños y niñas en los países más violentos y frágiles del mundo están fuera de la escuela. Demasiados niños y niñas están siendo privados de su derecho a la educación, sus escuelas son destruidas por conflictos o desastres climáticos, o porque la pobreza les impide acceder a lo esencial”.
Save the Children insta a los líderes internacionales a financiar plenamente la educación en emergencias en este 2025, implementar la Declaración de Escuelas Seguras y garantizar que las escuelas no sean blanco de ataques ni utilizadas con fines militares.
Conde ha enfatizado que la educación en contextos de crisis no solo es un derecho, sino también un mecanismo de protección: "La educación salva vidas. Protege a los niños y niñas de la violencia, el abuso y la explotación, y les proporciona habilidades esenciales para sobrevivir en entornos peligrosos".