Suspenso en Siria
Cuatro años de horror para millones de niños y niñas
Se cumplen cuatro años desde el comienzo del conflicto armado en Siria. Cuatro años de horror para millones de niños y niñas y sus familias, atrapados en la violencia mientras su país es devastado por el conflicto. A pesar de que en 2014 el Consejo de Seguridad de la ONU aprobara tres resoluciones con el fin de asegurar protección y ayuda para la población civil de Siria, en el último año la situación no ha hecho más que empeorar.
Los niños y las niñas en Siria nos cuentan que han perdido la esperanza. Han visto a amigos y familiares asesinados delante de sus ojos. Sus casas se han convertido en escombros. Muchos de ellos han sufrido torturas. Están hambrientos, a menudo enfermos, y no disponen de agua potable. Algunos de sus testimonios aparecen recogidos en el informe Suspenso en Siria en el que se ha evaluado el impacto de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU sobre la protección y asistencia a la población siria.
Además, muchos niños y niñas han tenido que interrumpir sus estudios, ya que las escuelas están siendo destruidas o dañadas, el viaje hasta las clases se hace cada vez más peligroso o están obligados a desplazarse a áreas donde no hay centros educativos. Cada vez que un niño es desplazado de una localidad a otra, las probabilidades de volver a matricularse disminuyen, y muchos corren el riesgo de no llegar a completar su educación.
Siria ha pasado a tener la segunda peor tasa de escolarización en el mundo con casi 3 millones de niños que no van a la escuela.”
Antes del conflicto casi la totalidad de niños y niñas en Siria estaban escolarizados. La tasa de alfabetización eran de más del 90% y Siria gastaba casi el 5% de su Producto Interior Bruto en la educación. Cuatro años más tarde, Siria ha pasado a tener la segunda peor tasa de escolarización en el mundo con casi 3 millones de niños que no van a la escuela.
El 75% de los niños en Siria vive en la pobreza, y 12.2 millones de personas, la mitad de ellos niños, necesitan ayuda humanitaria. A la vez que la situación de las familias empeora, un número siempre mayor de niños se ve obligado a dejar la escuela para trabajar.
Peligro en las escuelas
Las escuelas son uno de los lugares más peligrosos en Siria a causa de los continuos ataques y de los daños provocados por los combates. Casi un cuarto de las escuelas han resultado dañadas, destruidas, militarizadas o utilizadas como refugios desde que empezó el conflicto. Éstas incluyen varias escuelas apoyadas por Save the Children, que han sido obligadas a suspender temporalmente las clases porque el conflicto ponía en peligro las vidas de los niños o porque los edificios estaban demasiado afectados.
En este contexto, queremos recordar la importancia de proteger las escuelas en situaciones de conflicto. En Marzo de 2014, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas aprobó una resolución solicitando a todos los Estados actuar para acabar con la utilización de las escuelas por grupos armados. España, como miembro del Comité de Seguridad de Naciones Unidas tiene la responsabilidad de impulsar la aplicación, por parte de los gobiernos, de esta resolución.
Además, como resultado de dos años de consultas con gobiernos, grupos militares, agencias de Naciones Unidas y sociedad civil, en diciembre de 2014, la Coalición Global para Proteger la Educación de Ataques (GCPEA), de la que formamos parte, presentó ante las Naciones Unidas en Ginebra las “Directrices para prevenir el uso militar de escuelas y universidades en conflictos armados”, un documento que será ratificado en junio en Noruega.
Desde Save the Children pedimos al Gobierno español que aproveche esta oportunidad para llamar la atención de los gobiernos sobre la necesidad de apoyar estas directrices para mantener a los grupos militares fuera de las escuelas y garantizar que los niños afectados por conflictos armados pueden continuar su educación.
Trabajamos en el norte de Siria, apoyando 59 centros escolares, y hasta ahora ha ayudado a 34.500 niños, muchos de los cuales han tenido que abandonar los estudios durante meses o años, a acceder a la educación pre-escolar y primaria. Trabajamos reparando y reconstruyendo las clases dañadas, para establecer espacios seguros y aptos para los niños, además de facilitar a las escuelas agua y servicios sanitarios, y distribuyendo miles de bolsas, libros de texto, material para la enseñanza, equipos de seguridad y equipos deportivos, artísticos, además de juegos, instrumentos musicales y libros de cuentos.
La vida sigue y se para en un campo de refugiados
Khaldoon huyó de Hama con su familia hace dos años y se quedó en un campamento de refugiados en la frontera con Turquía, en el norte de Siria. Tiene seis hijos, la más pequeña es su hija de siete meses. Su mujer está embarazada del séptimo niño. Su hija de ocho años, Fátima, tiene problemas en la piel y nadie ha sido capaz de darle ningún tratamiento o cura. Esto le está causando mucho dolor y le está afectando a la posibilidad de andar.
Tenía terrenos en mi ciudad, antes era granjero y cultivaba distintos tipos de granos que luego vendía. Dejé mi casa y los campos hace cerca de dos años porque quedarse en casa no era seguro, tenía cinco hijos en su momento y tenía que salvar sus vidas. Fuimos de campamento en campamento buscando una tienda de campaña o cualquier refugio donde quedarnos. He vivido muchos meses a la intemperie sin ningún refugio que nos protegiera. Tengo esta tienda desde hace cuatro meses. No es una buena vida pero qué podemos hacer, queremos sobrevivir.
No tengo trabajo ahora y no consigo ninguno. Hemos estado sobreviviendo gracias a la ayuda humanitaria pero ahora ha bajado bastante. ¿Qué debo hacer si tengo seis niños a los que alimentar en esta situación? Mi hija más pequeña es solo un bebé, tiene siete meses. Mi hija Fátima tiene problemas en la piel de las piernas desde hace cuatro meses. No puedo hacer nada por ella. La he llevado a todos los médicos pero no saben qué puede ser o cómo tratarlo.
Muchos dicen que no es una emergencia y tienen otros casos más urgentes de los que ocuparse. Solo desearía tener dinero para poder llevarla a Turquía a que la tratasen.
Descarga en PDF el informe Suspenso en Siria