Crisis en Venezuela: Save the Children atiende en la frontera con Colombia a cientos de mujeres venezolanas embarazadas

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Bogotá, 10 de julio de 2019. Save the Children alerta de que cientos de adolescentes y mujeres venezolanas a punto de dar a luz han migrado a Colombia buscando ser atendidas en la clínica de la Unidad Sanitaria para Emergencias de Save the Children que hay en Maicao, cerca de la frontera. Desde su apertura a principios de abril de este año, 792 adolescentes y mujeres venezolanas han ido a la clínica para recibir tratamiento pre y posparto: seis de cada diez ha tenido embarazos de alto riesgo y más de la mitad sufría anemia debido a la escasez de alimentos que hay en Venezuela.

Ana, de 26 años, tuvo un embarazo de alto riesgo provocado por la anemia y los cálculos renales. ©Sacha Myers/Save the Children

En otras ocasiones, las adolescentes y mujeres han tenido embarazos de alto riesgo por culpa de las enfermedades de transmisión sexual como la sífilis y el VPH. La inflación se ha disparado en más de un millón por ciento en Venezuela y esto ha supuesto que los anticonceptivos se hayan convertido en un bien completamente inasequible en los últimos cinco años.

Con un sistema de salud casi colapsado dentro de Venezuela, muchas adolescentes y mujeres esperan hasta el segundo o tercer trimestre de embarazo para migrar hasta Colombia, con el sueño de dar a luz allí. Sin embargo, a menudo no son conscientes de los peligros del viaje. Muchas adolescentes y mujeres viajan solas, dejan atrás a sus familias y llegan a Colombia sin tener un lugar donde quedarse antes y después de dar a luz.

Ana, de 26 años, migró sola a Colombia cuando estaba embarazada de siete meses. La joven no pudo permitirse traer a sus dos hijas mayores con ella. “La situación en Venezuela nos ha golpeado a todos muy duro. Todos hemos llorado. Dejar a tu familia así no es fácil”, explica.

"Emigré durante mi embarazo porque en Venezuela no tenía recursos ni la atención que necesitaba. Hay problemas en mi país. No me siento bien porque no puedo mantener a mis hijos”, señala. “En el momento en que vine aquí, tuve un embarazo de riesgo y fui hospitalizada. Tenía cálculos renales, niveles muy bajos de hemoglobina… Pero gracias a Dios me atendieron y me hicieron una transfusión (de sangre)", añade Ana.

La organización considera especialmente preocupante la cantidad de adolescentes embarazadas que necesitan tratamiento. “Alrededor de una quinta parte de todas las mujeres embarazadas que vemos son niñas menores de 18 años que, como migrantes, a menudo han tenido que dejar casi todo lo que tienen, incluida su documentación. Esto significa que su acceso a la atención médica y la educación es extremadamente limitado, lo que aumenta los riesgos para ellas y para sus bebés”, denuncia la directora general de Save the Children en Colombia, María Paula Martínez.

"Pedimos al Gobierno colombiano que asigne más recursos para las jóvenes que migran desde Venezuela. Es fundamental que se garantice su acceso a servicios de salud de calidad y el cumplimiento de sus derechos, con un enfoque especial de salud sexual y reproductiva", concluye Martínez.

La espiral de agitación política y económica en Venezuela ha provocado un enorme aumento en el número de personas que abandonan el país: en los últimos años ha superado los 4 millones y se espera que alcance los 5 millones a finales de 2019.

Colombia, país vecino de Venezuela, ha recibido la mayor parte de los desplazados: aproximadamente 1,2 millones de venezolanos entraron oficialmente por su frontera en 2018, de los cuales 125.000 eran menores de edad. Naciones Unidas estima que en 2019 Colombia podría albergar hasta 2,2 millones de personas procedentes de Venezuela. A ello hay que sumar los más de 2 millones de personas que actualmente viven en Venezuela y que poseen tarjetas de movilidad del Gobierno colombiano para comprar, estudiar y trabajar.

La clínica de la Unidad Sanitaria para Emergencias de Save the Children en Maicao, Colombia, brinda atención pre y posparto, cursos de planificación familiar, atención psicológica, atención para las víctimas de violencia de género y diagnóstico y tratamiento para las enfermedades de transmisión sexual. Hasta el momento el personal de la ONG ha tratado en esta clínica a 1.848 personas migrantes venezolanas y ha realizado 648 visitas prenatales y 143 visitas posparto. La organización también está construyendo una unidad móvil de salud sexual y reproductiva que brindará servicios en La Guajira, cerca de Maicao y otras zonas fronterizas con Venezuela.

Save the Children da respuesta a esta crisis humanitaria desde noviembre de 2017 en las regiones fronterizas de La Guajira y Arauca en Colombia y en la región de Piura en Perú. La organización ha creado Espacios Seguros para la Infancia en los que los niños y niñas venezolanos están protegidos, está repartiendo material escolar e impartiendo clases de refuerzo educativo, está proporcionando filtros de agua y kits de higiene a las familias, está dando apoyo psicosocial a los menores y desarrolla acciones encaminadas a la integración entre la población de acogida con el fin de reducir la xenofobia y la discriminación.

La ONG tiene abierto un fondo de emergencias para ayudar a los niños y niñas venezolanos. Cuando se producen crisis migratorias y humanitarias como la que está viviendo Venezuela, la infancia es siempre la población más vulnerable y la más expuesta a todo tipo de peligros.

Sobre Save the Children

Save the Children es la organización independiente líder en la defensa de los derechos de la infancia en todo el mundo. Trabaja desde hace 100 años para asegurar que todos los niños y niñas sobreviven, aprenden y están protegidos. Actualmente la organización opera en más de 120 países.

En España trabaja en programas de atención a los niños y niñas más vulnerables, centrados en la infancia en riesgo de pobreza o exclusión social. La organización atiende además a la infancia migrante y está centrada a proteger a los menores frente a la violencia. Save the Children quiere que todos los niños y niñas, independientemente de su condición o país de origen, puedan disfrutar plenamente de sus derechos y alcanzar el máximo de sus capacidades.