Madrid, 28 de febrero de 2025 - Save the Children afirma que las decisiones por parte de algunos gobiernos de reducir su financiación y compromiso con la ayuda humanitaria pone en riesgo las vidas y futuro de millones de niños y niñas en el mundo que se enfrentan a los mayores índices de pobreza, conflictos y desastres naturales de nuestra historia reciente.
“El recorte de la ayuda humanitaria a nivel mundial es un momento oscuro y difícil para un mundo que ya lucha por satisfacer las crecientes necesidades de los niños y las niñas que se enfrentan a conflictos, pobreza, hambre y desastres climáticos”, afirma Inger Ashing, directora general de Save the Children a nivel mundial. “Llega en un momento en que las necesidades de la infancia nunca han sido mayores. Esta retirada de ayuda tendrá un impacto directo y mortal en algunos de los niños y niñas más vulnerables del mundo, pero no vamos a abandonar a la infancia”.
La organización estima que 1 de cada 11 niñas y niños en el planeta necesita de la ayuda humanitaria para poder sobrevivir, mientras que los recortes forzarán al cierre de programas con consecuencias catastróficas para las familias que dependen de ellos. Como ejemplo, cerca de dos millones de kilos de alimentos destinados a la infancia que pasa hambre ya se están reteniendo, incluso en zonas donde se ha declarado hambruna. Hay que recordar que 45 millones de niños y niñas en el mundo sufren desnutrición severa.
A día de hoy, Save the Children también declara que unos 13 millones de suministros médicos de emergencia tampoco han podido ser empleados para atender a niñas y niños en contextos de emergencia por la decisión de pausar la ayuda humanitaria. El impacto de los recortes podría llevar a cierres de hospitales o de programas educativos en muchos de los lugares más desfavorecidos del planeta, especialmente en aquellos donde existe un conflicto activo.
La colaboración es fundamental en la ayuda humanitaria. Save the Children lleva más de 100 años liderando proyectos humanitarios innovadores y con un impacto positivo demostrado. Los retos que afrontan los niños y niños de todo el mundo necesitan de la colaboración de actores públicos, privados y sociales porque solo así se consiguen soluciones sostenibles. Decisiones como las que estamos viendo por parte de algunos gobiernos rompen esta colaboración.
“Es muy preocupante que se reduzca la ayuda humanitaria mientras vemos que las demandas de la infancia en el mundo van en aumento. Nunca antes ha habido tantos niños y niñas desplazados de sus hogares y uno de cada cinco niños vive o huye de un conflicto brutal y corre más riesgo de sufrir daños que en cualquier otro momento de los últimos 20 años,” afirma Andrés Conde, director general de Save the Children en España. “Los derechos de la infancia están por encima de cualquier decisión política. Nadie puede poner en cuestión que los niños y las niñas merecen la máxima protección. Pedimos a la comunidad internacional que frene lo que estamos percibiendo ya como una oleada de retroceso en la ayuda humanitaria y amenaza con llevarse por delante décadas de progreso”
La organización también insiste en que la ayuda humanitaria no solo salva vidas, sino que tiene efectos positivos en las economías de muchas comunidades y países que pueden verse desestabilizadas. Además de satisfacer las necesidades más urgentes de la infancia, la ayuda humanitaria abre caminos para la paz, la prosperidad de las comunidades, la seguridad mundial y la estabilidad económica.