UN FUTURO PARA LAS NIÑAS
EN LA CIENCIA Y LA TECNOLOGÍA
Este 11 de febrero se celebra el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia para recordar que su papel en esta área es imprescindible para el desarrollo humano. En Save the Children hemos preguntado a las niñas de nuestros programas qué quieren ser de mayores: ¿quieren ser profesoras? ¿estudiar medicina? o ¿quieren ser ingenieras o matemáticas?
A Aya, de 16 años, le gustaría estudiar medicina, especializarse en pediatría o ser odontóloga. Le gustan más las materias de ciencia y tecnología que las artes y humanidades: “Mi referente es mi profesora de biología, Esther: es muy maja y te anima a hacer todo si quieres estudiar algo. Te ayuda a que tú vayas por donde quieres ir”. Considera que tendría que haber más chicas y mujeres estudiando y trabajando en el ámbito científico y tecnológico: “hay chicas que se han echado para atrás por sus familiares, por sus amigos, pero que yo creo que sí que tendría que haber más chicas y que, además, las chicas son muy listas”.
Al 51% de las adolescentes preguntadas les gusta o les encanta las ciencias. En cambio, en Primaria, ese porcentaje alcanzaba casi al 80% de las niñas, con una diferencia entre los niños de solo once puntos porcentuales, que se mantiene también en Secundaria.

“El colegio es clave para las chicas, porque a veces es la única manera en la que ellas entran, aunque sea un poco, en el mundo científico y tecnológico. Si el colegio no motivara y no creara interés por las ciencias, habría mucha desigualdad y la brecha sería enorme entre chicos y chicas”, nos explica Alfonso Echazarra, nuestro especialista en educación.
Los datos del Ministerio de Educación muestran que las tres carreras universitarias con más chicas matriculadas son administración de empresas, psicología y derecho; y los chicos estudian más ingenierías, administración de empresas e informática. Para las jóvenes, las ingenierías se encuentran en la novena posición en términos de matrícula, mientras que informática ocupa el puesto 22.
Existe un porcentaje bastante notable de chicas que teniendo las competencias de matemáticas y científicas optan, al final, por carreras más de ciencias sociales. “Esto puede ser por dos razones principales: uno, porque las niñas suelen tener más inseguridad general que los chicos y muestran menos confianza en sus habilidades y competencias. La segunda razón es porque son mundos generalmente más masculinos y generan cierto rechazo”, detalla Echazarra.
En tecnología todavía se ven más esas diferencias: el 59% de las niñas encuestadas de nuestros programas explican que les gusta/encanta la tecnología, y los chicos un 83%. Respecto a las niñas que se encuentran en primero de la ESO y en cuarto se ejemplariza también cómo aumenta el desinterés: del 38% al 44%, que reconocen que no les gusta la ciencia.

Antes tenía un poco de conflicto porque me interesaba mucho la biología marina, pero he notado y he descubierto que lo que más me llama la atención es el arte y también la naturaleza, pero no tanto al modo científico sino cómo apreciarlo”,
VanesSa, 15 años.
Las mayores referentes científicas de Vanessa son sus profesoras de física y química, biología y tecnología. Considera que las mujeres deberían sentirse en total libertad, “sin algo que se lo impida o que no digan ‘esto no lo voy a hacer’ porque luego dicen que los chicos son más listos”, añade.
Cree que en la antigüedad las mujeres también realizaban muchos descubrimientos que no eran reconocidos: “varias fueron tachadas y los descubrimientos de chicas terminaban siendo de chicos. Y todo por el machismo, podría decirse, que tenían en esa época de que una mujer no era capaz de descubrir algo y tenía que depender sí o sí de un hombre”.
Como a Vanessa, las niñas muestran más interés por las artes. En nuestra encuesta se refleja que los niños que manifiestan que no les interesa nada las artes son el 30%, mientras que las niñas son la mitad, un 15%.
Digamos no a los esterEotipos
Las niñas y los niños crecen con unos estereotipos que les hacen moldear sus caminos, sus deseos y sus sueños. “La norma social parece que dice que las chicas no deberían entrar en informática o no deberían entrar en determinadas ingenierías y esto, al final, tiene su efecto”, expone nuestro compañero Alfonso Echazarra.
Francheska, de 13 años, tiene claro que “no hay más trabajos de chicas o chicos, porque los trabajos son para todos. Hay casos de chicos que trabajan como manicuristas y otros les critican porque trabajan ahí. Y esto me parece mal”.
En la misma línea piensa Maryelin, de 18 años: “creo que hay trabajos en los que suelen contratar más a chicos que a chicas, pero siento que todos lo podríamos hacer. Y en la televisión, los astronautas suelen ser siempre hombres. Los ponen como los fuertes y como los que pueden ir, y las chicas como que nos quedamos aquí”. Maryelin reconoce que le interesan más las artes y las humanidades porque cree que se le dan mejor que la ciencia y la tecnología, aunque, como cuenta el experto en educación, esto puede deberse a la falta de seguridad que tienen las niñas en estas materias a pesar de que tengan las capacidades.
Lana, de Jordania, sonríe mientras muestra su robot
“Creo que hay más chicos astronautas porque desde siempre en las noticias dan nombres de hombres que han llegado a la luna y que han descubierto cosas y de mujeres no he escuchado nunca o muy pocos nombres”, dice Malak de 15 años, que considera que a nivel mediático los hombres tienen más presencia.
Poco a poco, la brecha entre niños y niñas en las ciencias y las tecnologías se está reduciendo. En el curso escolar de 2015/2016 había alrededor de 5.500 estudiantes chicas matriculadas en informática, ahora en 2023/2024 ha aumentado a más de 11.300, y en el caso de las ingenierías se ha mantenido (de 35.000 estudiantes mujeres a 37.000 en este ), aunque queda mucho por recorrer teniendo en cuenta que el total de mujeres matriculadas en algún grado universitario era de 785.417.
Quizás en los próximos años nos encontremos más adolescentes chicas que sueñen con transformar el mundo del mañana a través de la ciencia y la tecnología, que encuentren referentes de mujeres que ya han cambiado el mundo, aunque no siempre hayan tenido el reconocimiento que se merecían.