Save the Children lanza la campaña “Supervivientes del hambre” para alertar de que en el último año ha aumentado un 5% el hambre infantil en todo el mundo.
Contenido multimedia: https://www.contenthubsavethechildren.org/Package/2O4C2SMXJ02K
Londres/Madrid, 8 de enero de 2025- Al menos 18,2 millones de niños y niñas es decir, unos 35 niños por minuto, nacieron en 2024 en condiciones que les han destinado a pasar hambre. Los conflictos y las crisis climáticas sumaron al menos a 800.000 niños y niñas más al hambre a lo largo del año, según un análisis de Save the Children.
El análisis de los datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) ha mostrado que el número de niños y niñas que nacieron destinados a pasar hambre aumentó alrededor de un 5% en 2024 en comparación con el año anterior y un 19% más que los 15,3 millones registrados en 2019, cuando el progreso en la lucha contra el hambre infantil comenzó a estancarse.
Los conflictos, los desplazamientos, los fenómenos meteorológicos extremos y el aumento del coste relativo de los alimentos han contribuido al deterioro de la nutrición infantil en todo el mundo. Hannah Stephenson, directora de nutrición de Save the Children, ha explicado que “el hambre no conoce fronteras. Erosiona la infancia, agota la energía de las niñas, niños y corre el riesgo de robarles su futuro. Los niños deben ser libres para jugar, aprender y no para preocuparse por cuándo será su próxima comida”.
La especialista en nutrición recalca que “necesitamos financiación inmediata y acceso seguro a servicios humanitarios básicos para niñas, niños y familias que necesitan desesperadamente alimentos, atención sanitaria, agua potable, saneamiento e higiene”. La organización humanitaria dice que, si no se abordan las causas profundas del hambre y la malnutrición, “seguiremos viendo cómo se invierten los progresos realizados en favor de la infancia”.
Entre los niños y niñas que han pasado hambre el pasado año, hay bebés nacidos en países con riesgo de hambruna o en condiciones catastróficas de inseguridad alimentaria, como Sudán del Sur, Haití, Malí y Sudán, donde los niveles de hambruna y malnutrición se han extendido por el territorio.
Además, a principios de noviembre se alertó de la gran probabilidad de que la hambruna fuera inminente o ya estuviera en marcha en el norte de la Franja de Gaza, y de que 345.000 personas pudieran enfrentarse a una hambruna catastrófica en los próximos meses[2]. El Territorio Palestino Ocupado no está incluido en los datos anuales de la FAO sobre desnutrición [3].
Las niñas y niños son siempre los más vulnerables en las crisis alimentarias y, sin alimentos suficientes y un equilibrio nutricional adecuado, corren un alto riesgo de desnutrición aguda. La desnutrición puede causar retraso en el crecimiento, impedir el desarrollo mental y físico, aumentar el riesgo de contraer enfermedades mortales y, en última instancia, causar la muerte.
Madagascar, a pesar de su población relativamente pequeña, también tuvo uno de los mayores números de bebés que han nacido en contextos de hambre, unos 400.000 en 2024. Aina (nombre ficticio), de 6 meses, fue uno de ellos. Su madre, Genie (nombre ficticio), tenía dificultades para cuidar y alimentar a su hija por el elevado coste de los alimentos y la falta de dinero. Alimentaba a Aina sólo dos veces al día con leche materna, antes y después de volver del trabajo en el campo. “Mis hábitos habían repercutido en su dieta y en el peso de Aina. Adelgazó y a menudo se encontraba irritable”, cuenta Genie.
Save the Children ha acompañado a Genie a alimentar a su hija de forma saludable con alimentos locales de bajo precio y le ha informado de la necesidad de ofrecer la lactancia materna de manera más frecuente a Aina para reducir su índice de desnutrición.
La ONG hace un llamamiento a los líderes mundiales para conseguir más financiación para abordar las causas profundas de la inseguridad alimentaria, lo que incluye trabajar para reducir los conflictos, hacer frente a la crisis climática y la desigualdad mundial, y crear sistemas de salud, nutrición y protección social más resistentes.
Save the Children y Supervivientes del hambre
La organización humanitaria en defensa de la infancia acaba de lanzar la campaña Supervivientes del Hambre para poner rostro a los millones de niños y niñas que sufren desnutrición mostrando su situación tan crítica: viven en condiciones extremas y superan duras situaciones cada día, pero no lo hacen para ganar premios como los concursantes de un reality, sino para sobrevivir. Ellos son los verdaderos supervivientes, que a pesar de tenerlo todo en contra, luchan, resisten y encuentran la forma de sobrevivir al mundo en el que les ha tocado vivir.
Notas para el editor o editora:
Para el análisis, Save the Children ha utilizado datos de las Perspectivas de Población de las Naciones Unidas para 2024 y los últimos datos nacionales sobre el hambre de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), medidos en función de la desnutrición. Los datos nacionales más recientes publicados por la FAO utilizados aquí son hasta 2021-2023, ya que los datos nacionales hasta 2022-2024 aún no se han hecho públicos. Los datos sobre la prevalencia de la desnutrición sólo están disponibles para la población total. En este análisis estimamos que la proporción de niños afectados por el hambre es equivalente a la media de la población total, aplicando las tasas de desnutrición al número de nacimientos en cada país. Es probable que esto subestime el verdadero efecto, ya que cabría esperar que las comunidades más pobres -en la mayoría de los países albergan proporcionalmente a más niños- tengan más probabilidades de verse afectadas por el hambre. Según el análisis, más de 21,5 millones de niños nacieron avocados al hambre en 2001. En 2018, la cifra bajó a unos 14,5 millones, pero luego subió a 15,3 millones en 2019. En 2024, se calcula que hubo 18,2 millones de nacimientos con desnutrición como mínimo.