Cómo hablar con un niño o niña sobre una catástrofe natural:
4 consejos para madres y padres
En momentos de crisis debido a desastres naturales, es fundamental que niños y niñas tengan un espacio donde se sientan seguros y comprendidos. Acompañarlos en su proceso emocional es esencial. Aquí, algunas estrategias clave que pueden ayudarte a abordar estos momentos complicados de manera efectiva.
1. Respetar tiempos y necesidades
Hay que dar a los niños y niñas espacio para procesar sus emociones, escucharlos y permitirles hablar sin forzarlos. Necesitan saber que pueden expresarse cuando estén listos, y se les debe asegurar un ambiente adecuado para hacerlo.
Para abordar un tema delicado sin incomodar a otros niños y niñas, se pueden usar frases como: “Es importante lo que compartas, pero puede que algunos no quieran hablar de esto ahora. ¿Te parece si buscamos otro espacio para poder comentarlo?”. Esto permite crear un espacio seguro para que el niño o niña se sienta apoyado sin forzar a otros a participar.
2. Adaptar el lenguaje según la edad
Cada edad necesita un enfoque distinto para comprender situaciones difíciles. Con los niños y las niñas más pequeños es útil usar palabras sencillas y evitar términos que puedan sonar alarmantes, como "catástrofe", sin una explicación adecuada. Un ejemplo puede ser: “Una catástrofe es cuando ocurre algo que afecta a muchas personas y puede asustar, como una gran tormenta o un incendio”.
Además, es importante incluir un toque de esperanza: “Después de una catástrofe, muchas personas se ayudan unas a otras. Los bomberos y médicos van a ayudar para que todo el mundo pueda estar bien y seguro.” Esto reduce la ansiedad y refuerza la confianza en el apoyo de la comunidad.
3. Validar sus sentimientos
Escuchar y dar validez a sus emociones ayuda a los niños y niñas a sentirse comprendidos. Permitirles expresar cómo se sienten sobre lo que ven o escuchan en los medios les permite liberar preocupaciones y tensiones. Frases como “Es normal sentirte así” o “Parece que esto te hace sentir [triste, enojado, asustado]” les muestran que sus emociones son válidas y naturales. Para los más pequeños, dibujar puede ser una herramienta efectiva para expresar sentimientos.
Evitar juzgar o minimizar sus preocupaciones es crucial, ya que esto puede causarles más ansiedad. En cambio, recordarles que no están solos y que siempre hay personas que los escuchan y apoyan es una forma de fortalecer su seguridad emocional.
4. Primeros auxilios psicológicos: Observar, escuchar y conectar
Los primeros auxilios psicológicos son un recurso valioso en situaciones de crisis. Estos se dividen en tres pasos esenciales: observar, escuchar y conectar.
- Observar: Detectar signos de angustia, como llanto o temblores. Hay que asegurarse de que el ambiente sea seguro y calmado.
- Escuchar: Dar tiempo para que el niño o niña exprese sus emociones sin interrupciones. Usar preguntas abiertas como “¿Cómo te sientes?” permite una comunicación más libre y sin presiones.
- Conectar: Crear una presencia calmada y empática, sentándose a su altura y usando frases de apoyo como “Estoy aquí contigo”. Si tienen objetos de confort, como un juguete o una manta, permitirle tenerlo cerca puede proporcionarle seguridad adicional.
A través de estas prácticas, se ayuda a que los niños y las niñas se sientan menos solos y más acompañados en momentos difíciles, generando un espacio donde pueden expresar sus emociones y comenzar a procesarlas de forma saludable.
Hablar puede ayudarles
Brindar apoyo emocional a los niños y las niñas tras una crisis es esencial para su bienestar. Al respetar sus ritmos, adaptar el lenguaje, validar sus emociones y ofrecer primeros auxilios psicológicos, se les provee un entorno seguro y comprensivo. De esta manera, se les ayuda a enfrentar la situación con la certeza de que no están solos y cuentan con el apoyo necesario para salir adelante.