Egipto: Los niños y niñas palestinos que han huido de la guerra de Gaza están atormentados por pesadillas y ansiedad

 

Más de 60.000 palestinos y palestinas han cruzado la frontera con Egipto en busca de refugio y asistencia sanitaria desde que empezó la guerra 
 

El Cairo, 24 de mayo de 2024 - Los niños y niñas palestinos que han huido a Egipto desde el inicio de la guerra de Gaza están atormentados por los horrores que vivieron y sufren pesadillas, ira, enuresis y ansiedad. Save the Children está siendo testigo de ello y pide un aumento urgente del apoyo psicosocial y de salud mental para ayudarlos.  

Desde que comenzó la guerra en Gaza el 7 de octubre, más de 60.000 palestinos y palestinas, incluidos más de 5.500 evacuados médicos, han cruzado la frontera con Egipto en busca de refugio y asistencia sanitaria.  

En los últimos tres meses, Save the Children ha recibido más de 500 solicitudes de apoyo psicosocial y de salud mental de población procedente de palestinos en Egipto. Casi el 90% de estas solicitudes eran para niños y niñas, con padres y madres preocupados porque a sus hijos e hijas les sigue alterando escuchar ruidos fuertes, no pueden dormir o ir solos al baño, están retraídos y no muestran ningún signo de emoción.   

La exposición prolongada a la guerra y a la incertidumbre puede causar un estado de “shock tóxico”, pero los niños y niñas en conflicto muestran una notable capacidad de recuperación y pueden sobreponerse con la asistencia adecuada, como salud mental y apoyo psicosocial, espacios adaptados a la infancia donde puedan jugar.    

 

Pesadillas que no desaparecen 

Waleed [nombre ficticio], de 66 años, natural de Gaza, vive ahora con su mujer y cinco de sus hijos en El Cairo. Los niños han perdido primos y otros seres queridos en la guerra y su madre dice que siempre se preguntaban quién iba a ser el primero de ellos en morir.   

 Waleed afirma que, aunque ha intentado ayudarlos, aún necesitan más apoyo para recuperarse: “La guerra ha afectado a la salud mental de mis hijos. Mientras huían y eran desplazados, la situación era muy peligrosa, había muchas amenazas contra sus vidas y muchas bombas, lo que les provocaba ansiedad y miedo. Cuando llegaron a Egipto, estaban en muy mal estado y necesitaban apoyo psicológico, y yo intenté ayudarles. Pero es muy difícil”.   

Ahora, están a salvo de las bombas, pero los problemas persisten. “Aquí en Egipto los niños y niñas en la calle juegan con fuegos artificiales, y cuando mis hijos oyen los fuegos artificiales, les da miedo y se asustan. Les causa alteración. Hay sonidos de aviones por aquí y cuando oyen el avión, se quedan helados”, añade.  

Heba [nombre ficticio], de 28 años, vive en un apartamento de El Cairo con su marido y sus tres hijos Rami [nombre ficitico], de 7 años, Sana [nombre ficticio], de 10 años, y Samira [nombre ficticio], de 12 años, que resultaron gravemente heridos en un ataque aéreo en Gaza.  

Heba dice que su hijo menor, que sufrió heridas en la cabeza y en una pierna, ahora tiene miedo de todo: “Rami tenía fama de ser muy valiente y siempre solía consolar a la familia. Pero desde que le hirieron, se ha convertido en un niño que teme cualquier ruido, la oscuridad, no puede ir solo al baño y no puede estar solo”.  

También sus hijas están peor. “Desde la guerra, las niñas tienen el corazón más acelerado, están asustadas y piensan que la muerte está a la vuelta de la esquina. Incluso saliendo ya de Gaza, Samira tenía pesadillas y se despertaba pensando que estábamos muertos y que todo había sido destruido”.   

 

Incertidumbre ante el horror 

El cierre del paso fronterizo de Rafah con Egipto ha paralizado por completo la evacuación médica de pacientes desde el 7 de mayo. Unos 600 pacientes cuya evacuación estaba prevista no pueden desplazarse actualmente. Entre octubre de 2023 y el 18 de mayo, ha habido 12.760 solicitudes de evacuaciones médicas a Egipto y otros países.  

Laila Toema, psicóloga y asesora técnica de salud mental y apoyo psicosocial de Save the Children en Egipto es testigo de la gravedad de la situación: “Los niños y niñas de Gaza han sufrido daños mentales inimaginables a causa de la violencia, graves lesiones físicas, incluida la pérdida de partes del cuerpo, y la pérdida de familias, hogares y sus escuelas. También les tortura la incertidumbre de no saber dónde están sus seres queridos en Gaza y qué les ocurrirá. Vivir bajo este tipo de estrés durante tanto tiempo es suficiente para destruir la salud de cualquiera, tanto física como mental”.  

“A pesar de lo que han vivido, los niños y niñas son resistentes, y sabemos por experiencia en Egipto y en muchos otros países de todo el mundo que pueden recuperarse cuando les proporcionamos apoyo para acceder a asistencia médica para tratar sus lesiones físicas, y les ayudamos a recuperar una sensación de estabilidad, normalidad y seguridad”, añade. 

Save the Children pide un aumento urgente de la ayuda internacional para hacer frente a las necesidades a corto y largo plazo de los niños y niñas palestinos desplazados en Egipto, especialmente para los servicios de salud mental y apoyo psicosocial. La organización insiste en su petición de un alto el fuego inmediato. 

En Gaza, los niños y niñas siguen siendo mutilados y sufriendo lesiones físicas, con pocas opciones de atención o tratamiento médico, y su salud mental está siendo llevada más allá del punto de ruptura. Se calcula que más de un millón de niños y niñas necesitan desesperadamente servicios de salud mental.  

 

Save the Children en Egipto 

Save the Children colabora con las autoridades egipcias para proporcionar servicios esenciales a los palestinos desplazados, como ayuda en efectivo, apoyo para cubrir los gastos médicos y apoyo psicosocial y de salud mental. Las actividades realizadas incluyen asesoramiento individual y en grupo para los niños y niñas y sus cuidadores, formación de palestinos en Egipto para proporcionar apoyo psicosocial comunitario a los palestinos recién llegados de Gaza y formación al personal de las ambulancias egipcias para que puedan prestar un mejor apoyo a los niños y niñas evacuados por motivos médicos.