Salud materna: Casi uno de cada cinco niños nacidos en 2024 vendrá al mundo sin atención médica, lo que supone un riesgo para ellos y para sus madres

En todo el mundo, 24 millones de madres darán a luz sin médico, comadrona o enfermera, y 28 millones lo harán fuera de un centro sanitario. 

Más de una quinta parte de los nacimientos (22,2%) tendrán lugar fuera de un centro sanitario. Esta cifra se eleva a casi la mitad en zonas de conflicto. 

Rahma, que pudo dar a luz sano y salvo a su bebé Ahmed en un hospital de Somalia. Foto de Save the Children.
Rahma, que pudo dar a luz sano y salvo a su bebé Ahmed en un hospital de Somalia. Foto de Save the Children.

 

Recursos audiovisuales para medios: https://www.contenthubsavethechildren.org/Package/2O4C2SODL0RI 

Informe Emergencia silenciosa: Mujeres que mueren para dar vida (en inglés): https://www.savethechildren.es/sites/default/files/2024-05/Briefing_Silent_Emergency_Women_Dying_to_Give_Life_EN.pdf 

Global, 3 de mayo de 2024- Casi uno de cada cinco niños y niñas (17,9%) nacidos este año vendrá al mundo sin la presencia de un médico o médica, una comadrona o una enfermera, lo que les pondrá a ellos y a sus madres en peligro, ya que los conflictos y el cambio climático dejan fuera de su alcance servicios de salud materna fundamentales, según declara Save the Children.  

Según un nuevo análisis de la organización de defensa de los derechos de la infancia, más de una quinta parte de los nacimientos (22,2%) tendrán lugar fuera de un centro sanitario, y esta cifra se eleva a casi la mitad en zonas de conflicto. El informe Emergencia silenciosa: Mujeres que mueren para dar vida calcula que 24 millones de madres darán a luz sin médico, comadrona o enfermera, y 28 millones lo harán fuera de un centro sanitario.  

El aumento de los conflictos, las catástrofes climáticas y las emergencias humanitarias, así como la amenaza inminente de retrocesos en materia de salud reproductiva y derechos humanos, están frenando el avance hacia un mundo en el que el parto deje de ser una amenaza mortal para millones de mujeres, según Save the Children.   

El cambio climático está aumentando la frecuencia y la gravedad del calor extremo y los incendios forestales, que se asocian a un mayor riesgo de nacimientos prematuros, mortinatos y complicaciones en el embarazo, según Save the Children.  

Somalia está lidiando con el devastador impacto de la crisis climática y es uno de los 10 países del mundo más afectados por los conflictos infantiles. En todo el país, sólo el 31,9% de las mujeres dan a luz con la presencia de un médico o médica, una comadrona o una enfermera, la tasa más baja de asistencia cualificada en el parto del mundo.    

Rahma, de 32 años, dio a luz recientemente en el hospital de Beledweyne (una ciudad de Somalia) reabierto en octubre de 2023 con el apoyo de Save the Children y el proyecto Damal Caafimaad, tras más de una década sin funcionar a pleno rendimiento. Explica que sus anteriores partos en casa habían sido traumáticos: "Cuando di a luz a mi último hijo en casa fue duro. No pude encontrar una enfermera profesional y tuve muchas hemorragias. Fue una situación peligrosa, casi me muero". El hospital ha contribuido a reducir el número de muertes de madres y bebés, los servicios de salud materna -incluida la atención prenatal, la atención postnatal y la realización de cesáreas- han ayudado a más de 15.000 pacientes. 

Después de un parto tan difícil en casa, pudo tener a su siguiente hijo en el hospital bajo los cuidados del equipo de comadronas. "Tras unas horas de duro trabajo de parto, di a luz a un niño sano, llamado Ahmed. Nos cuidaron muy bien a los dos después del parto y, antes de salir del hospital, hablé con una enfermera sobre la lactancia materna y el apoyo que podía recibir”, señala Rahma. 

Dar a luz en mitad de una guerra 

Con el aumento año tras año de los conflictos en el mundo, el análisis reveló que las madres embarazadas en zonas de guerra tienen tres veces más probabilidades de dar a luz sin un médico o médica, una comadrona o una enfermera. El análisis también reveló que casi la mitad de los partos (44%) en zonas de conflicto tienen lugar fuera de un centro sanitario, en comparación con el 15% de los partos en otros lugares. 

En ningún lugar ha sido más evidente el devastador impacto del conflicto que en Gaza, donde seis meses de bombardeos constantes, asedio y obstrucción de las entregas de ayuda han aniquilado el sistema sanitario. Según un análisis reciente de Save the Children, entre el 7 de octubre de 2023 y principios de abril de 2024 se produjeron al menos 435 ataques contra instalaciones o personal sanitario, lo que equivale a 73 ataques por mes de guerra.   

Hace una década avanzaban las medidas de salud materna en todo el mundo, pero ahora se están estancando los progresos para alcanzar el objetivo de la ONU de 70 muertes por cada 100.000 nacimientos en todo el mundo para 2030. Según un estudio de la Organización Mundial de la Salud del año pasado, cada dos minutos muere una mujer por complicaciones derivadas del parto o el embarazo.   

Marionka Pohl, responsable mundial de Política Sanitaria e Incidencia Política de Save the Children, afirma: "Tanto en las zonas de conflicto como en los focos de cambio climático, los niños y las niñas son los primeros y los peores afectados, incluso desde el momento en que respiran por primera vez. En estos contextos, las madres y los bebés tienen más probabilidades de estar en peligro, lo que se traduce en más niños que crecen sin madre y más madres que pasan por la angustia de perder a sus recién nacidos. Todas las mujeres, incluso en las zonas más remotas y peligrosas del mundo, deben tener acceso a atención médica y equipamiento, así como derecho a acceder a servicios reproductivos y educación. Es fundamental que actuemos ahora: si abandonamos los avances que hemos logrado en las últimas décadas, serán las mujeres, los niños y las niñas quienes paguen el precio". 

Save the Children declara que los gobiernos deben proteger la vida de las mujeres y los niños y las niñas mediante una sólida atención primaria de salud, servicios sexuales y reproductivos integrales y educación, respaldados por una financiación eficaz y sostenible. Los líderes también deben mantenerse firmes contra el retroceso en los avances en materia de salud sexual y reproductiva y derechos humanos.