Gaza, 9 de febrero de 2024 – La mayoría de la población desplazada de Gaza (más de 1,3 millones de personas, incluidos más de 610.000 niños y niñas) está atrapada en un área de menos de una quinta parte de la masa terrestre total de la Franja, sin ningún lugar al que huir mientras se intensifican los ataques israelíes contra Rafah, según Save the Children.
A principios de esta semana, la ONU advirtió de que los bombardeos indiscriminados de zonas densamente pobladas pueden constituir crímenes de guerra.
Durante los cuatro meses transcurridos desde que comenzó la escalada militar de Israel tras los ataques del 7 de octubre contra este país, más de la mitad de la población gazatí ha huido a Rafah intentando buscar protección ante las operaciones en el norte y el centro de la Franja de Gaza después de haber seguido las “órdenes de evacuación” emitidas por Israel.
Estas familias ahora están hacinadas en un área de sólo 62 kilómetros cuadrados –menos de una quinta parte de la Franja de Gaza, cuya superficie es de 365 kilómetros cuadrados, y que ya es una de las áreas más densamente pobladas del mundo– y la mayoría duerme en tiendas de campaña improvisadas o al aire libre debido a la escasez de lugares donde cobijarse. Según Save the Children, las familias están cada vez más desesperadas en su búsqueda de alimentos, agua y atención médica.
Las operaciones militares israelíes en Rafah –el principal punto de entrada de ayuda a Gaza– ponen en riesgo aún más el suministro de ayuda en todo el enclave ya que será imposible para los trabajadores y trabajadoras humanitarios entregar ayuda de manera segura y efectiva, alerta Save the Children.
Desde el 1 de febrero, al menos un convoy de ayuda que transportaba alimentos a la Franja de Gaza ha sido alcanzado por ataques navales israelíes y varios trabajadores humanitarios han muerto mientras estaban de servicio, según la ONU. Esto a pesar de que, según afirma Save the Children, las ONG proporcionaron ubicaciones a las autoridades israelíes a través de un sistema de notificación designado.
Las crecientes dificultades en Rafah para la entrega de ayuda se producen pocas semanas después de las recientes decisiones de algunos gobiernos donantes de suspender la financiación a la UNRWA, el mayor proveedor de ayuda en la Franja de Gaza.
“Es difícil imaginar que la situación empeore más para la población gazatí, pero si las fuerzas israelíes se expanden hacia Rafah lo que suceda a continuación irá más allá de nuestras peores pesadillas", alerta Jason Lee, director de Save the Children en el Territorio Palestino Ocupado.
Mientras las autoridades israelíes dicen a la población de Gaza que Rafah es un lugar seguro, el 80% de ella –la mitad de la cual son niños y niñas– está ahora hacinada en esta zona.
“Nuestro personal y otras ONG no pueden distribuir ayuda bajo bombardeos, y hemos visto fracasar continuamente los esfuerzos para garantizar que las operaciones humanitarias y el personal estén protegidos. Hasta ahora, gran parte de la comunidad internacional no ha superado su responsabilidad de proteger a la infancia", añade Lee.
Save the Children pide un alto el fuego inmediato y definitivo para salvar y proteger las vidas de los niños y las niñas en la Franja de Gaza.
Asimismo, Save the Children hace un llamamiento a todos los Estados a detener de inmediato la transferencia de armas, repuestos y municiones a Israel y a los grupos armados palestinos mientras exista el riesgo de que se utilicen para cometer o facilitar violaciones graves del derecho internacional humanitario o de los derechos humanos.
La organización también pide a todos los gobiernos donantes y al resto de la comunidad internacional que reanuden y aumenten la financiación para la UNRWA lo más rápido posible.
Save the Children ha estado brindando servicios esenciales y apoyo a los niños y niñas palestinos afectados por el conflicto desde 1953. El equipo de Save the Children en el Territorio Palestino Ocupado ha estado trabajando las 24 horas del día, preposicionando suministros vitales para ayudar a las personas necesitadas y trabajando para encontrar formas de llevar ayuda a la población gazatí.