22 de diciembre de 2023, Ramala – Se calcula que alrededor de 893.000 niños y niñas han sido desplazados de forma forzosa a la largo de la Franja de Gaza, es decir, un promedio de casi 12.000 niños y niñas por día se han visto obligados a huir –muchas veces en varias ocasiones– desde que las autoridades israelíes lanzaron sus operaciones militares tras el ataque a Israel el 7 de octubre, calcula Save the Children.
Según las Naciones Unidas, se estima que alrededor de 1,9 millones de personas están desplazadas internamente en el sur de la Franja de Gaza, lo que representa casi el 85% de toda la población del enclave, y los niños y niñas representan casi el 50% de esta cifra. La proporción de población desplazada dentro de Gaza en sólo diez semanas es ahora también una de las más altas registradas a nivel mundial, según un análisis de Save the Children.
Ahora que el Gobierno de Israel emite nuevas órdenes de evacuación en la ciudad de Jan Yunis, los niños, niñas y resto de la población están siendo empujados a zonas aún más pequeñas hacia el sur, donde se producen cada vez más condiciones extremas, de hacinamiento y sin ningún lugar a salvo de la violencia. El personal de Save the Children ha visto personas heridas al ser aplastadas entre multitudes mientras esperaban suministros desesperadamente limitados de alimentos y agua.
Las autoridades israelíes han estado hostigando a cientos de miles de palestinos en Gaza, incluidos niños y niñas, para que se desplacen cada vez más al sur, hacia zonas cada vez más pequeñas desde el 7 de octubre. La población en la gobernación de Rafah supera ahora las 12.000 personas por kilómetro cuadrado, más de una vez y media la densidad de población de Singapur.
Muchas personas en la Franja de Gaza han sido desplazadas varias veces y ahora están huyendo de zonas sobre las que les dijeron que serían seguras. La población ha estado buscando refugio en cualquier lugar: en refugios superpoblados, hospitales, escuelas o casas de familiares. Las personas y las infraestructuras civiles, como hospitales y escuelas, a las que el derecho internacional concede protección y seguridad especiales, han sido objeto de ataques y bombardeos.
Feras [nombre ficticio], un agricultor que vive en un refugio hacinado con su familia en Jan Yunis, expresa a Save the Children su desesperación: “Somos como un árbol arrancado de la tierra… Nos pidieron que fuéramos al sur de Gaza y tuvimos que seguir las instrucciones para mantener a nuestros hijos a salvo. Y aquí estamos... tampoco nos sentimos seguros... Todavía se lanzan bombas y cohetes a nuestro alrededor... Los niños necesitan espacio para jugar, pero aquí estamos hacinados... Ya no es una vida adecuada”.
Los refugios están a más de cuatro veces su capacidad, hecho que deja a muchos sin otra opción que dormir entre la basura en la calle. Esto representa un riesgo trascendental para la salud de casi toda la población. Los niños y las niñas no tienen ropa adecuada y la gente no puede encontrar zapatos, colchones o tiendas de campaña; todo ello en un contexto que se espera que empeore porque el invierno trae ahora un clima frío y húmedo.
Jason Lee, director de Save the Children en el Territorio Palestino Ocupado, asegura que en Gaza estas cifras revelan una realidad espantosa: "El 85% de las personas desplazadas, 890.000, son niños y niñas. Estas no son sólo estadísticas, son un claro recordatorio de que toda una población está en peligro real. A los niños y las niñas se les está arrancando toda su vida y cualquier sensación de seguridad una y otra vez. Perderlo todo, huir desesperadamente de sus hogares bajo el fuego para salvar sus vidas, sin ningún lugar adonde ir... Esto debe parar”.
Save the Children hace un llamamiento a la comunidad internacional para garantizar un alto el fuego inmediato y definitivo y para que el Gobierno de Israel revierta las condiciones que han hecho casi imposible una respuesta humanitaria significativa, incluido el acceso humanitario sin restricciones a toda Gaza y el restablecimiento de la entrada de mercancías comerciales. El Gobierno de Israel debe garantizar que se satisfagan las necesidades básicas de la población y ha de detener el desplazamiento forzoso de civiles, de conformidad con sus obligaciones en virtud del derecho internacional.
Save the Children ha estado brindando servicios esenciales y apoyo a los niños y las niñas palestinos desde 1953. El equipo de Save the Children en el Territorio Palestino Ocupado está trabajando las 24 horas del día, posicionando suministros vitales para ayudar a las personas necesitadas y trabajando para encontrar maneras de hacer llegar la asistencia a la Franja de Gaza.