Ramala, 24 de octubre – Al menos 870 niños y niñas están desaparecidos en Gaza y se teme que estén atrapados bajo los escombros de edificios derrumbados, mientras los incesantes bombardeos, la infraestructura diezmada, incluidas las carreteras, y la falta de combustible debido al actual asedio impiden que los trabajadores de rescate lleguen hasta ellos.
Desde que la violencia se intensificó en Israel y los Territorios Palestinos Ocupados el 7 de octubre, al menos 2.360 niños, niñas y adolescentes han muerto en Gaza y 5.364 han resultado heridos. Según los medios israelíes, 28 niños y niñas han sido asesinados en Israel y al menos 220 personas se encuentran actualmente cautivas en Gaza, incluidos menores de edad.
“Es inadmisible que haya cientos de niños y niñas atrapados bajo los escombros, mientras los equipos de rescate luchan por llegar a ellos. Sin duda estarán sufriendo un dolor extremo, aterrorizados, solos y esperando ayuda. Si no hay un alto el fuego, si no se levanta el asedio, esta ayuda simplemente no llegará para muchos”, subraya Jason Lee, director de Save the Children en los Territorios Palestinos Ocupados.
Un médico del hospital Al Awda, en el norte de Gaza, ha contado a Save the Children que la preocupación por las personas desaparecidas y el creciente número de niños y niñas solos está aumentando, asegura que han atendido al menos 10 casos en su hospital. También afirma que han recibido casos de niños y niñas fallecidos cuyos cuerpos no han sido identificados ni reclamados por ningún familiar.
Los esfuerzos en las tareas de rescate se ven gravemente complicados por los continuos bombardeos y la escasez de combustible, del que depende el equipo esencial de búsqueda y rescate, así como por la falta de maquinaria pesada en Gaza.
Según la ONU, al menos 34 trabajadores de rescate han muerto en el conflicto en Gaza en los últimos quince días, un trabajador de rescate murió y cuatro resultaron heridos mientras estaban de servicio. Los equipos de rescate han advertido que la interrupción del suministro eléctrico y la falta de combustible están afectando gravemente su trabajo, impidiéndoles acceder a los heridos o recuperar cadáveres de los escombros de las casas bombardeadas.
Los niños y las niñas que aún están vivos y atrapados bajo los escombros probablemente sufran traumas físicos graves, incluidas lesiones complejas por aplastamiento, deshidratación y angustia mental extrema. La mayoría de aquellos que han sido rescatados pero han sufrido lesiones graves no pueden recibir ni siquiera el tratamiento básico porque el sistema de salud apenas funciona. Los continuos ataques aéreos han dañado hospitales y pulverizado ambulancias, los generadores se están quedando sin combustible y la escasez de medicamentos, equipos y personal especializado significa que los hospitales que aún están abiertos apenas pueden tratar a las personas heridas. Sin un paso seguro para salir de Gaza a través de los cruces, a los niños y niñas heridos y a sus familias también se les niega tratamiento especializado que les salve la vida fuera de la Franja de Gaza.
“Muchos de los rescatados no recibirán el tratamiento que necesitan, ya que la atención sanitaria ha sido otra víctima de esta guerra. Todas las partes deben garantizar que los niños que necesitan atención especializada y vital puedan recibirla fuera de Gaza”, apunta Jason Lee.
Save the Children también está profundamente preocupada por la dignidad de aquellos niños y niñas que no han sobrevivido y cuyos cuerpos permanecen atrapados bajo los escombros. Más allá del trauma que sufren los padres y madres al no saber si sus hijos siguen vivos, también se les niega la posibilidad de enterrar a sus hijos de acuerdo con sus creencias culturales.
“Los niños de Gaza han pasado por horrores inimaginables. Han perdido sus hogares, sus seres queridos, su seguridad. Debemos hacer todo lo posible para garantizar que miles más no pierdan la vida. Todas las partes deben acordar un alto el fuego inmediato. Cada hora que pasa, el costo será la vida de más niños”, concluye Lee.
* Debido a la situación actual, la información y las cifras proporcionadas por el Ministerio de Salud de Gaza y el Ministerio de Salud de Israel no se pueden verificar de forma independiente.