Casi la mitad de los niños y niñas de Sudán pasarán hambre por el impacto de la guerra en la agricultura

 

Jartum, 9 de junio de 2023. Más de 9 millones de niños y niñas en Sudán —casi la mitad de todos los niños y niñas del país— se enfrentarán a una grave escasez de alimentos en los próximos meses debido a que el conflicto armado ha interrumpido la producción agrícola, según Save the Children.  

Esto supone un aumento de 1,7 millones de niños y niñas que pasan hambre desde que estallaron los combates hace dos meses, cuando ya 7,6 millones de niños y niñas sufrían escasez de alimentos. Asimismo, Save the Children asegura que el aumento del 22% en sólo dos meses sin un incremento correlativo de la ayuda va a provocar más sufrimiento y la pérdida de vidas jóvenes.  

El mes de mayo suele representar el inicio de la temporada de siembra en Sudán, cuando los agricultores piden pequeños préstamos, compran semillas y plantan cultivos para obtener cosechas en octubre y noviembre. Estos cultivos constituyen la base de todas las comidas familiares durante el invierno, cuando las cosechas son escasas.   

La guerra ha obligado a miles de agricultores a abandonar sus tierras, y el colapso del sistema bancario ha reducido drásticamente la disponibilidad de préstamos. Muchas empresas agrícolas que suelen vender fertilizantes y pesticidas han cerrado, y la falta de combustible hace imposible que los agricultores utilicen tractores y arados.   

Se prevé que el precio de una cesta de alimentos local, que ya era un 28% más alto de lo normal en marzo de 2023, aumente otro 25% en los próximos tres a seis meses, si el conflicto continúa. También se espera que los precios de los cereales básicos aumenten entre un 200% y un 700% durante el próximo año, en comparación con la media de los últimos cinco años.  

Save the Children señala que esta crisis podría costar la vida a más jóvenes, ya que las familias luchan por llevar comida a la mesa, y Sudán ya se enfrenta a uno de los mayores índices de inseguridad alimentaria y desnutrición del mundo.  

Mohmed, de 58 años, es un agricultor de la región sudanesa del Mar Rojo que vive con su hijo, sus hijas y sus nueve nietos. Todos dependen de sus ingresos. Suele cultivar mijo, okra y guisantes. La región es más segura que otras zonas de Sudán, pero este año Mohmed no podrá plantar sus cultivos como tenía previsto: "De momento no tengo acceso a ningún trabajo. En esta época del año, yo y otros agricultores solemos trabajar como jornaleros en el puerto principal de Port Sudan o en otras ciudades cercanas, pero debido a la inseguridad hay muy poco movimiento y no hay trabajo en el puerto principal". 

Asegura que sin una fuente de ingresos es difícil permitirse las herramientas necesarias para la agricultura, especialmente ahora que los precios han subido. “Sin apoyo, la temporada agrícola fracasará definitivamente, lo que es preocupante ya que la gente depende de los alimentos cultivados localmente", añade.  

Para Adil Abdelrahman, coordinador del Programa de Comidas Escolares de Save the Children en Sudán, la situación está adquiriendo una gravedad creciente: "No hay duda de que el potencial de cultivo y, por tanto, las reservas totales de alimentos en Sudán se reducirán drásticamente, en un país donde ya 12 millones de personas vivían en grave inseguridad alimentaria y más de medio millón de niños y niñas sufrían desnutrición aguda grave".  

Abdelrahman asegura que los agricultores locales son fundamentales en la cadena alimentaria del país y proporcionan la mayor parte de los alimentos que se consumen en Sudán. Sin embargo, cada vez parece más probable que no cultiven sus granjas este año, lo que provocará una enorme profundidad en la cesta de alimentos global y una escasez masiva de alimentos en todo el país.  

Por su parte, Arif Noor, director general de Save the Children en Sudán, considera este conflicto está diezmando los sistemas de producción que llevan los alimentos a la mesa: “Estamos viendo cómo la tierra se queda en barbecho mientras los agricultores huyen con sus familias para ponerse a salvo. Con la vital temporada de siembra acabándose rápidamente, si no vemos que la seguridad y la paz llegan pronto a Sudán, el impacto de este conflicto se dejará sentir en los estómagos de los niños y niñas". 
 

Ayuda humanitaria urgente 

Con unos 14 millones de personas desplazadas por los combates, Save the Children hace un llamamiento a la comunidad internacional para que destine los fondos y recursos necesarios para preparar una respuesta a gran escala que cubra las necesidades críticas tanto en Sudán como en los países vecinos, incluyendo a las organizaciones locales y nacionales que proporcionan una respuesta de primera línea.   

En la actualidad, Save the Children está ayudando a los niños y niñas y a sus familias en cinco estados (Mar Rojo, Kordofán, Gedaref, Sennar y Nilo Azul), proporcionándoles ayuda sanitaria, nutricional, educativa, de protección infantil y de seguridad alimentaria y medios de subsistencia. La organización también está proporcionando a los desplazados internos del estado de Gezira, a 80 kilómetros al sur de Jartum, actividades de protección infantil, tratamiento médico de urgencia y artículos de higiene esenciales.  Save the Children también está apoyando a los refugiados de Sudán en Egipto y Sudán del Sur. 

Save the Children trabaja en Sudán desde 1983. En 2022, llegó directamente a 2,1 millones de personas, de las cuales 1,5 millones eran niños y niñas, con programas centrados en la protección de la infancia, el acceso a una educación de calidad, el apoyo sanitario y nutricional y la respuesta a emergencias.