Jartum, 17 de abril de 2023 - Unos saqueadores han robado material médico para niños y niñas, así como un frigorífico, ordenadores portátiles y coches, en un asalto a las oficinas de Save the Children en Darfur, mientras Sudán sucumbe a su tercer día de intensificación de los combates con la capital, Jartum, que está paralizada.
La violencia también ha obligado a Save the Children a suspender temporalmente la mayoría de sus operaciones en todo Sudán, según ha declarado la organización de defensa de los derechos de la infancia, poniendo alimentos, agua potable y otras ayudas vitales fuera del alcance de miles de personas en un país donde 15,8 millones de personas -un tercio de la población- necesitan ayuda humanitaria, según la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).
La organización humanitaria señaló que está teniendo especiales dificultades para prestar sus servicios médicos en los centros de salud de Darfur septentrional debido a los problemas de acceso y a los saqueos, pero que está operando en la medida de lo posible allí donde es seguro hacerlo.
Según los informes, los combates en Sudán han causado la muerte de casi 100 civiles en los últimos tres días, y cientos más han resultado heridos. Todavía no se sabe si hay menores de edad entre las víctimas.
Los niños y niñas y las comunidades que se refugian de la violencia llevan ya tres días sin alimentos ni agua potable, y el robo de ayuda médica privará aún más a la infancia de suministros vitales.
La suspensión de la entrega de ayuda está poniendo en peligro la vida de los niños y niñas en un país en el que unos 12 millones de personas -una cuarta parte de la población- viven ya con hambre aguda, declara Save the Children.
Arshad Malik, director nacional de Save the Children en Sudán, hizo un llamamiento a todas las partes para que protejan las infraestructuras y los suministros humanitarios, ya que no hacerlo sólo dificultaría la prestación de ayuda a las familias más necesitadas: "Durante los últimos tres días, el miedo se ha apoderado de la población de todo Sudán, que no sabe si es seguro abandonar sus hogares, y ahora tiene que elegir entre enfrentarse a ese miedo o morir de hambre".
Y añade: "Se trata de un país en el que un tercio de la población necesita ya ayuda humanitaria, y una cuarta parte vive con hambre aguda. Alrededor de medio millón de niños y niñas sufren desnutrición aguda grave. Es absolutamente crucial para la supervivencia de los niños y las familias que pongamos fin a estos combates, de modo que se pueda suministrar la ayuda que salva vidas”.
Malik asegura que "la seguridad y el bienestar de todos en Sudán, especialmente de los niños y niñas más vulnerables, es nuestra prioridad, por lo que es fundamental contar con una operación de ayuda humanitaria sólida y bien equipada, así como con un acceso seguro para el personal humanitario. Mientras tanto, imploramos a la comunidad internacional que cumpla con las obligaciones legales de tomar todas las precauciones necesarias para proteger a los civiles y los bienes de carácter civil, incluidas las escuelas y los hospitales, que están protegidos por el Derecho Internacional Humanitario".
Save the Children en Sudán
La organización lleva trabajando en Sudán desde 1983 para proporcionar ayuda humanitaria a las personas afectadas por la sequía en Sudán occidental. Desde entonces, Save the Children ha continuado con sus programas para niños y niñas y familias afectadas por conflictos, desplazamientos, pobreza extrema, hambre y falta de servicios básicos. Muchos de los niños y familias a los que atendemos se encuentran entre los más vulnerables y a los que es más difícil llegar.
En 2022, Save the Children llegó directamente a 2,1 millones de personas, de las cuales 1,5 millones eran niños y niñas, con programas centrados en la protección de la infancia, el acceso a una educación de calidad, el apoyo sanitario y nutricional y la respuesta a emergencias.