La salud mental de 7 millones de niños y niñas, en peligro tras los terremotos de Turquía y Siria

 

Corren riesgo de “estrés tóxico” si no se les proporciona urgentemente más apoyo psicosocial, según los equipos psicológicos de Save the Children desplegados en la zona 

Niño víctima del terremoto en Siria

 

Materiales audiovisuales para medios: https://bit.ly/3SfLHXR  

Gaziantep, 17 de febrero de 2023. La salud mental y el bienestar de 7 millones de niños y niñas corre peligro tras los devastadores terremotos de la semana pasada en Turquía y Siria. Según los psicólogos y psicólogas de Save the Children que están desplegados en la zona, algunos de ellos muestran signos de angustia aguda, como pesadillas, agresividad o retraimiento. 

Quienes han sufrido acontecimientos extremadamente angustiosos o estrés repetido tienen más probabilidades de sufrir secuelas duraderas durante meses o incluso años, a menos que se proporcione urgentemente más apoyo psicosocial y de salud mental junto con la ayuda humanitaria.  

Aiida, psicóloga que trabaja para Save the Children, afirma que "en estos casos, los niños y niñas corren el riesgo de desarrollar dificultades de salud mental, sobre todo porque se han producido varios sucesos uno tras otro, terremotos con réplicas continuas, sin periodo de recuperación”. Asimismo, aseguro que “a largo plazo, esto puede repercutir en muchos aspectos de la vida de niños y niñas, como dificultades de aprendizaje, concentración y rendimiento escolar”.  

Un niño que ha experimentado sucesos que ponen en peligro su vida puede seguir funcionando “en modo supervivencia”, lo que se conoce como una respuesta de huida, lucha o congelación. La exposición al estrés prolongado puede tener un efecto devastador en la salud mental y el bienestar de los niños y niñas, y dar lugar a lo que comúnmente se denomina "estrés tóxico", la forma más peligrosa de estrés que puede sufrir un niño o niña.  

"Los niños y niñas con los que hablamos muestran signos de agresividad, se muestran retraídos y no hablan mucho, mientras que otros muestran lo contrario: quieren mucha atención. Los padres y madres también nos dicen que sus hijos e hijas tienen pesadillas", explica Zehra [nombre ficticio], responsable de salud mental de Save the Children en Turquía. 

En Antioquía, Hatay y las aldeas remotas más afectadas de Turquía, los equipos de la organización han organizado actividades de apoyo psicosocial para que los niños y niñas de entre cinco y doce años tengan un lugar seguro donde jugar, aprender y expresar su dolor y su pérdida.   

"Durante una actividad de apoyo psicosocial, dos niños y niñas dibujaron imágenes de cadáveres. Es una reacción habitual tras un suceso como éste", explica Zehra. "Los dibujos son el lenguaje de los niños y niñas, su forma de hablar y expresar cómo se sienten, y de procesar lo que les ha ocurrido. Por eso es crucial ampliar la respuesta y abrir más espacios amigables para la infancia, para que todos los niños y niñas tengan acceso a este tipo de actividades", añade. 

Siria, donde qué más puede pasar 



En el norte de Siria, Nadia [nombre ficticio], de 23 años, cogió a sus tres hijos y huyó de su casa cuando el suelo empezó a temblar en la madrugada del 6 de febrero. No tenían luz, ni teléfono, y apenas tuvieron tiempo de coger sus objetos personales. Mientras escapaban, una roca golpeó la cabeza de su hijo Samer [nombre ficticio], hiriéndolo gravemente.   

"La cabeza de mi hijo seguía sangrando. Le cosieron la cabeza y tiene la pierna rota, y no paraba de llorar de dolor", cuenta Nadia. "Una semana después del terremoto, [él] sigue diciendo: 'Gracias a Dios que no tenemos paredes, así no se nos puede caer nada encima'. Está traumatizado porque resultó herido. Y, su padre a veces se aparta y llora cuando contempla lo que nos pasó".  

Esta familia de cinco miembros vive ahora en un refugio temporal que cuenta con el apoyo de una organización local socio de Save the Children en Alepo (Siria), donde los niños y niñas también tienen acceso a apoyo psicosocial y a actividades adaptadas a sus necesidades.  

Tras doce años de conflicto y crisis económica, las necesidades de salud mental en Siria ya eran importantes antes de los terremotos. Según datos de la ONU de diciembre de 2022, casi la mitad de los niños y niñas encuestados mostraban signos de angustia psicológica, y el 26% de los hogares declararon que la razón por la que sus hijos e hijas no querían ir a la escuela era porque se sentían deprimidos, infelices o carecían de motivación.  

Más allá de Turquía y Siria 



La creciente preocupación por la salud mental provocada por los terremotos no solo se deja sentir en Siria y Turquía. En Líbano, las sacudidas de los seísmos desencadenaron recuerdos desgarradores de la explosión del puerto de Beirut en 2020, en la que murieron al menos 218 personas y más de 7.000 resultaron heridas.   

Los niños y niñas gravemente afectados por la explosión de Beirut tienen más probabilidades de sufrir el impacto psicológico del terremoto y las réplicas, según Aiida.   

"Incluso los pequeños detalles del terremoto fueron desencadenantes: ver cómo se agitaban los objetos o se caían de las estanterías, esto es lo que ocurrió durante la explosión de Beirut", dijo. "Hemos visto casos similares. Por ejemplo, niños y niñas que relacionan los sonidos de truenos y relámpagos con el sonido de la explosión, lo que podría ser un indicio de impactos duraderos."  

El hecho de que los terremotos se produjeran cuando la gente estaba en sus casas por la noche aumentó su sensación de miedo. Muchas familias del Líbano optaron por dormir en los coches al no sentirse seguras en casa o huyeron a las montañas por miedo a un tsunami.  

En el caso de los niños y niñas pequeños, se está observando un aumento del aferramiento y la ansiedad ante la separación, con niños y niñas que necesitan dormir junto a sus padres y madres por la noche y permanecer junto a ellos durante el día. La sobreexposición a noticias e imágenes angustiosas que circulan por las redes sociales también influye en los niveles de estrés de los niños y niñas, especialmente entre los adolescentes.  

Los equipos de salud mental y apoyo psicosocial de Save the Children en Líbano, Siria y Turquía están trabajando juntos para compartir experiencias prácticas y garantizar que los niños y niñas tengan acceso al apoyo que necesitan. En los tres países, Save the Children ha desarrollado mensajes para familias, profesorado y personal de primera línea de intervención sobre cómo apoyar a los niños y niñas que han experimentado acontecimientos angustiosos y cómo hablar con ellos al respecto.  

En estrecha colaboración con el gobierno local en Turquía y a través de socios locales en Siria, Save the Children está estableciendo espacios seguros para los niños y niñas, así como actividades de apoyo psicosocial centradas en ellos, paralelamente a la asistencia vital a niños y niñas y familias.  

Con la ayuda adecuada, la mayoría de los niños y niñas afectados psicológicamente por los terremotos podrán recuperarse. Pero si no se presta atención urgente a la salud mental y al apoyo psicosocial durante la respuesta al terremoto, una generación de niños y niñas de la región corre el riesgo de quedar con secuelas negativas a largo plazo, alerta Save the Children. 

El alcance de la respuesta de Save the Children 



En Turquía y Siria, Save the Children tiene previsto llegar a un total de 1,6 millones de personas, incluidos 675.000 niños y niñas, a través de su respuesta al terremoto. Esta cifra incluye 1,1 millones de personas, entre ellas 550.000 niños y niñas, en Siria, y 500.000 personas, entre ellas 125.000 niños y niñas, en Turquía.